Madrid, 16 sep (EFE).- El Tribunal Supremo ha abierto la puerta a que los graduados sociales puedan representar a un cliente ante la Sala de lo Social, una vez que el alto tribunal ha aceptado la personación por vez primera de una profesional de este colectivo, lo que supone atender una reivindicación histórica del gremio.

Hasta la fecha, los graduados sociales podían actuar en primera instancia, ante los Juzgados de lo Social, y en suplicación, ante la Sala de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia, pero tenían vedado el Supremo, donde solo podía personarse un abogado.

Sin embargo, ahora el Supremo les ha abierto la puerta al atender la petición de una graduada social de Pontevedra, que remitió un escrito al alto tribunal, en el que solicitaba asumir la representación procesal y defensa de una mercantil en un procedimiento que viene del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

UNA REIVINDICACIÓN HISTÓRICA DE LOS GRADUADOS SOCIALES

Se trata de "la primera ocasión en que el Supremo admite la personación de una graduada social en representación de un cliente, en igualdad de condiciones que un abogado", explica Patricia Veiga, graduada social ejerciente en Zeres Abogados.

La profesional alegaba su derecho a efectuar su personamiento por aplicación del artículo 14 y 24 de la Constitución y del artículo 545.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, como recoge el escrito, al que ha tenido acceso EFE.

Veiga recuerda que el artículo 21.1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social limita, como graduada social, la posibilidad de poder actuar ante el Supremo.

LOS ARGUMENTOS ANTE EL SUPREMO

Pero entiende que ello "vulnera el principio de igualdad recogido en la Carta Magna al impedir, formalmente, que quien tiene más y mejor conocimiento del caso y que quien ha elegido libremente bajo el principio de confianza que imbuye este tipo de encargos, pueda seguir representando y defendiendo sus intereses en la última fase de recurso" ante el alto tribunal.

Para ello, expone ante el Supremo los argumentos que llevaron a las cortes a reformar la legislación para permitir a los graduados sociales actuar también ante los tribunales autonómicos.

Así, cita que "carece de sentido la actual exigencia legal de intervención preceptiva y excluyente de letrado para el recurso de suplicación, pues en no pocas ocasiones se limita, en este supuesto, a ratificar o rubricar lo actuado por el graduado social colegiado, que es quien conoce el asunto, ha intervenido en el juicio y ha elaborado el recurso".

La profesional alega que esta justificación se reproduce en el caso del Tribunal Supremo y precisa que no se incluyó en aquella época "por el mero hecho de que no se pidió".

UNA MAYOR FORMACIÓN ANTE LA JURISDICCIÓN SOCIAL QUE UN ABOGADO

Además, lo que antes era una diplomatura (Ciencias del Trabajo) y una licenciatura (Derecho) son ahora grados equiparables con el detalle de que "el plan de estudios de la titulación de Relaciones Laborales (actual grado) es más amplio a nivel de formación en trámite de recursos ante la jurisdicción social que el de Derecho".

"Con lo cual no concurre ninguna justificación que impida, en cuanto al conocimiento del derecho y del proceso, a un graduado social personarse y representar al justiciable ante el Tribunal Supremo, en comparación con un abogado", subraya la graduada.

Refuerza su posición citando la Constitución, porque el artículo 14 dice que "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por (...) cualquier otra condición o circunstancia personal o social", lo que a su juicio discrimina a los graduados frente a los abogados.

Y el artículo 24 que afecta a la tutela judicial efectiva cuando el graduado tiene que ser sustituido "por una persona que ningún conocimiento tiene sobre el asunto" cuando actúa ante el Supremo.

HEMOS ABIERTO LA PUERTA Y AHORA CUALQUIER GRADUADO PUEDE CRUZARLA

Fabián Valero, socio director de Zeres abogados celebra que "el Supremo ponga fin a una discriminación histórica hacia los graduados sociales" cuya "carrera y proyección estaba limitada".

Dado que el escrito del Supremo solo se limita a aceptar la personación, desconoce si a partir de ahora el tribunal lo aplicará de manera automática o solo en los casos en los que se argumente con motivos porque "la ley no prevé un personamiento de un graduado ante el TS". "Lo importante es que nosotros hemos abierto la puerta y ahora cualquiera puede cruzarla", añade.