Boston Consulting Group (BCG) realizó en otoño de 2020 un estudio en 4 países europeos (Francia, España, Reino Unido y Alemania) entre 4.000 profesionales, con el objetivo de entender cuáles eran las características más valoradas en los líderes actuales.
El estudio reveló que la consideración, la empatía y la escucha son las cualidades más apreciadas en un buen líder citadas por todos los encuestados, independientemente de la nacionalidad o edad.
María López, Managing Director & Partner de Boston Consulting Group apunta: “Enfatizar las capacidades relacionadas con la gestión de personas ha sido una tendencia al alza en los últimos años. La pandemia ha acelerado la transición hacia una nueva era en el liderazgo y no hay vuelta atrás. El líder del futuro se caracterizará por la combinación de una visión firme pero flexible, sólidas habilidades de liderazgo práctico y empatía profunda”
Head, Heart and Hands: las cualidades de un líder
Hay tres tipos principales de cualidades de liderazgo en las empresas: estratégicas (head), humanísticas / relacionadas con la gestión de personas (heart) y de ejecución / consecución de resultados (hands).
Según Boston Consulting Group (BCG), las organizaciones en proceso de transformación tradicionalmente se centran en cualidades estratégicas (69%), luego en la consecución de resultados (44%) y finalmente en los factores relacionados con las personas (25%). Sin embargo, hoy en día, la estrategia y la visión ya no son suficientes para impulsar el compromiso y crear valor, las expectativas de los empleados con respecto al liderazgo han cambiado.
La primera conclusión de esta investigación revela que, para todos los encuestados, las capacidades orientadas a la gestión de personas son las más valoradas en este contexto. La consideración (37%), la empatía (33%), la capacidad de escuchar (31%), la atención al desarrollo de los miembros del equipo (29%) y la capacidad de cuestionarse a sí mismo encabezan la lista de las 16 características mencionadas en el cuestionario sobre el líder ideal. Habilidades estratégicas como la capacidad de dar sentido (17%), la capacidad de establecer prioridades (14%) y tener en cuenta las necesidades de los clientes (14%) fueron las menos mencionadas por los participantes.
"A pesar de la necesidad de una estrategia impecable (head) y de conseguir resultados (hands), nunca debemos olvidar la importancia del elemento humano (heart). En una crisis, el tercer elemento diferenciará a un buen líder de uno excelente", afirma Maria López Managing Director & Partner de BCG.
La necesidad de un líder centrado en las personas y cercano a los equipos también es expresada de forma casi idéntica por todas las nacionalidades y generaciones, y no sólo por los más jóvenes. Según el 36% de los encuestados, el fortalecimiento de la cohesión de los equipos será el principal reto de los líderes en los próximos años, por delante de cuestiones a largo plazo como la innovación y la tecnología digital.
¿Qué forma de liderazgo debemos favorecer en tiempos de crisis?
Para el 65% de los profesionales encuestados, los líderes empresariales han estado a la altura del desafío desde el comienzo de la pandemia. Esto es especialmente cierto en el Reino Unido (71%) y Alemania (66%), mientras que el 63% de los franceses y el 60% de los españoles se declaran satisfechos.
Sin embargo, en estas circunstancias, el estudio muestra dos cualidades adicionales que son esenciales en un líder: la adaptabilidad y la capacidad de gestionar la incertidumbre, así como la capacidad de comunicar activa y abiertamente las decisiones tomadas y la situación financiera de la empresa.
El liderazgo no es necesariamente una responsabilidad atractiva
Sólo el 13% de los no directivos encuestados aspira a dirigir un equipo en 2021. Esta cifra no ha variado en varios años, lo que refleja una cierta incomodidad en el modelo organizativo empresarial y el liderazgo.
¿Se nace líder o se llega a serlo?
El 64% de los trabajadores piensa que la capacidad de convertirse en líder se puede adquirir parcialmente y el 24% piensa que se puede adquirir totalmente, siendo los alemanes los que muestran el mayor porcentaje. Los ingleses, en cambio, son los más inclinados a pensar que hay algo innato en el liderazgo (15% frente al 11% de media).
“Surgen tres vías para responder a las nuevas expectativas de los empleados. En primer lugar, los líderes deben demostrar su preocupación por los miembros del equipo y crear un entorno propicio para la recuperación. Además, deben reflexionar sobre el propósito de su empresa, ya que la crisis está haciendo que todos se cuestionen el sentido de su trabajo. Por último, los líderes deben impulsar una cultura de responsabilidad y autonomía para fomentar el desarrollo del equipo", concluye María López.
En este sentido, las instituciones de enseñanza superior también tienen un papel relevante transmitiendo a los estudiantes que las habilidades soft, como la capacidad de escuchar, el respeto y la empatía, son tan valiosas como las habilidades hard. Las empresas se beneficiarían al reconocer y promocionar a los empleados que demuestran cualidades humanas, en lugar de centrarse únicamente en su rendimiento estratégico o técnico.
No hay comentarios.