Las nuevas tecnologías llevan tiempo irrumpiendo con fuerza en todos los sectores. Aunque quizá no imaginábamos la velocidad con la que se ha desencadenado la digitalización en los últimos meses con la llegada de sistemas como la inteligencia artificial, que la tecnología iba a transformar la forma de prestar servicios era algo que sabemos desde hace varios años.
A pesar de todas las ventajas que supone la digitalización, también es obvio que genera distintas necesidades. Por un lado, la necesidad de que perfiles legales aprendan a desenvolverse mejor en un entorno digital, y por otro, que los perfiles más técnicos adquieran los conocimientos legales necesario que afectan al desarrollo de la tecnología que tienen entre manos. Es una realidad que aquellos que quieran sacar provecho de la tecnología y dirigir proyectos tecnológicos, deben contar con los conocimientos apropiados y, es por esto, cada vez más son necesarios profesionales que cuenten con un perfil híbrido tecno-jurídico.
¿Qué tipo de perfil híbrido tecno-jurídico está demandado?
Por un lado, las empresas desarrolladoras de tecnologías requieren actualmente especialistas familiarizados con los nuevos desafíos legales que plantean estos proyectos, para realizar prototipos capaces de cumplir con los requisitos legales. Por otro, los despachos de abogados demandan cada vez más profesionales con conocimientos para el asesoramiento a este nuevo perfil de clientes, y además habilidades de integración de la tecnología en los procedimientos y operaciones legales. Básicamente, estamos en un punto en que esta formación híbrida tecno-jurídica se va a tratar como una aptitud más imprescindible en el CV, en el que estos conocimientos son igual de importantes o más que los idiomas o la experiencia profesional.
Adicionalmente, al igual que sucede en otros sectores, dentro de los perfiles híbridos tecno-jurídicos también se pueden tener en cuenta ramas de especialización. No sólo hablamos de tener los conocimientos necesarios para operar con un determinado software, sino estar familiarizado con la regulación y funcionamiento del Big Data, la inteligencia artificial o blockchain, tener conocimientos de protección de datos y ciberseguridad, o ser especialista en transformación digital.
¿Cómo puedo conseguir este perfil tecno-jurídico?: Capacitación práctica y real
Como sucede en muchos otros ámbitos, uno de los desafíos que enfrenta la sociedad en la formación de perfiles tecno-jurídicos es la eventual lentitud para la adaptación de los planes educativos tradicionales a las nuevas necesidades de los despachos y empresas. Este desafío se acentúa ante nuevos escenarios como la necesidad de actualizar los contenidos más clásicos de los grados o en la creación de nuevas asignaturas especializadas que tengan en cuenta la regulación y el funcionamiento de estas tecnologías. A día de hoy, además, es un hecho que la normativa sobre los últimos avances tecnológicos es bastante escasa en una gran variedad de campos como, por ejemplo, en la regulación de la tributación de las criptomonedas o el metaverso. Esta falta de normativa agrava la dificultad de adaptar los temarios teóricos más básicos de la enseñanza universitaria.
Sin embargo, la lentitud del sistema educativo tradicional no puede suponer un retraso en la formación de los profesionales, sobre todo, porque el avance tecnológico es imparable y las empresas no esperarán por nadie, pues necesitan ser competitivas en el mercado.
Por ello, tanto los profesionales del Derecho, como los ingenieros, desarrolladores tecnológicos y emprendedores, deben adoptar una actitud proactiva en su formación. En este escenario, la plataforma de capacitación digital para abogados y techies de EDJ XTech Law School es una opción ideal para formarse. Con una metodología experiencial a tu ritmo y un contenido constantemente actualizado a los últimos avances, asumen el compromiso de brindar a sus estudiantes toda la formación necesaria para abordar estos retos que los profesionales tienen por delante.
Conclusión
Los motivos para que los profesionales deben convertirse en perfiles híbridos tecno-jurídicos son evidentes. Por un lado, conocer el impacto de las tecnologías en el Derecho, así como el marco legal de dichas tecnologías, permite a los desarrolladores diseñar soluciones que cumplan con las regulaciones y respeten los derechos individuales; y a los juristas hacer uso de herramientas digitales para automatizar procesos, ofrecer un mejor servicio al cliente,y hacer frente a los nuevos retos legales que surgen con la aparición de estas tecnologías exponenciales y evidencias digitales.
Los profesionales siempre debemos estar preparado para el futuro y, en estos tiempos que corren, los conocimientos tecno-jurídicos se han convertido en un aspecto imprescindible para todos los sectores.
