En este ensayo se va a abordar el tema de la innovación orientada al sector legal. Este ensayo podría dividirse en tres partes bien diferenciadas, ya que comenzará con una primera parte introductoria planteando la raíz del tema, explicando qué es la innovación y qué supone para este sector. Continuará con una segunda parte en la que se expondrán las innovaciones más significativas para dicho sector. Para finalizar se hará una síntesis de los dos puntos anteriores.
Para comenzar este ensayo, debe quedar claro el concepto de innovación, para poder entender su aplicación dentro del sector legal. La Real Academia Española define el verbo ‘innovar’ como ‘mudar o alterar algo, introduciendo novedades’
Cierto es que en el sector jurídico la innovación ha sido algo poco usual, ya en él prima el inmovilismo. Pero debido a las nuevas tecnologías y medios para llegar a los demandantes, era inevitable que acabara siendo visible en el sector jurídico, que por su inmovilismo, cualquier cambio novedoso, dejaría en inferioridad a los competidores. Aquí abordaremos el cambio más notorio en la abogacía, Internet.
Internet ha cambiado la forma de funcionar de nuestro planeta por completo, así como la mentalidad de la sociedad y su planteamiento al afrontar problemas y cubrir sus necesidades. La revolución provocada por esta conexión, ha reducido el mundo tal y como lo conocíamos.
Estos cambios en nuestro modo de vida se pueden aplicar a todos los ámbitos que se producen en este mundo globalizado, y especialmente es muy palpable en el ámbito empresarial, ya que cualquier negocio ha cambiado las relaciones con sus clientes y debe adaptarse continuamente para no quedarse atrasado frente a sus competidores. Pero, en el sector jurídico, ¿cómo ha influido esto?
Es cierto que hoy en día, cuando una persona tiene un problema, antes de realizar ninguna consulta con un profesional del sector, la primera consulta la hace en Google. Ahora con esta resolución de dudas instantánea y gratuita, los ingresos por esas consultas a los juristas ha disminuido, aunque haya gente que las siga realizando.
Otro cambio, es que los interesados en contratar un servicio jurídico, al buscar en internet, contratarán los servicios del abogado o del bufete que antes aparezca en el buscador, el que mejor ‘se venda’, el más atractivo y con más facilidad ofrezca servicios a través de su web. Por lo tanto, la demanda de los abogados ya no depende tanto de su fama, sino de su aspecto en la red o la facilidad de acceso que tengan en los buscadores, ya que la forma de venderse al público es diferente.
Una innovación muy notable en este sector es la utilización de internet en los procesos legales. Se pueden enviar con facilidad los documentos necesarios al cliente, incrementando la rapidez y las facilidades. Ya se ven estas novedades en los juicios, al no ser raro que, en un número considerable de juicios, haya comparecencias a través de una videollamada.
Por lo tanto el mundo jurídico tiene los mismos problemas que cualquier otro sector empresarial, al estar obligado a la continua renovación e innovación, a no quedarse obsoleto frente a sus competidores. Aun pudiendo no asociar este sector a la tecnología, ya lo está en sus procesos, y en cuanto a la necesidad de ofertarse a una demanda que, cada día, se guía más por internet.
En mi opinión la abogacía es un sector que debería estar muy presente en las nuevas tecnologías y debería ofrecer unos servicios óptimos, ya que este sector tiene una serie de tecnicismos que son prácticamente imposibles de descifrar por el interesado. Deben ampliarse las facilidades ofrecidas en las páginas web, para que la persona que consulte dudas sobre algún problema legal, pueda saber cual es el problema y cómo solucionarlo, porque seguramente, estará consultando algo primordial en su vida.
José Fernández Piera, es estudiante de primer año de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE)
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