Vivimos en una sociedad totalmente globalizada donde predomina el desarrollo de las tecnologías, a esta realidad no es ajeno el sector legal. El objetivo de esta redacción es el de realizar un análisis de cómo ha afectado al mismo desde una perspectiva crítica analizando tanto los aspectos positivos como negativos del desarrollo de la innovación.
"El Derecho no puede comprenderse sin la Historia y la Historia no puede comprenderse sin el Derecho" (Tau Anzoátegui, 2013). El Derecho siempre ha estado presente en el mundo, allá donde había una sociedad había una serie de reglas para regular la convivencia de la misma. El Código de Hammurabi escrito en el año 1760 a.C. por el rey de Babilonia constituye el documento jurídico más antiguo conocido, lo que nos da resquicios de que esas poblaciones escribían y desarrollaban su propio derecho, posteriormente el Derecho formalmente se consolida con los romanos y aparece como carrera en la primera universidad del mundo, la universidad de Bolonia.
Desde estas dataciones anteriores hasta nuestros tiempos han pasado muchos siglos que han hecho al sector legal evolucionar y amoldarse a los nuevos tiempos, innovándose para suplir las necesidades de nuestro globalizado siglo XXI.
Esta innovación ha llegado a un sector predominantemente tradicional que se ha tenido que adaptar a las necesidades de un mundo totalmente globalizado, esta innovación debe comenzar como señala José Luis Pérez por centrarse en la gestión interna mediante la modernización de los recursos intrínsecos ya que de esta manera podrán ser resueltos problemas internos con una mayor facilidad. Por otra parte, juega un papel muy importante el elemento diferenciador que está intrínsecamente relacionado al concepto de innovación como señala la profesora Navarro, “Los despachos no pueden permanecer ajenos a los tiempos porque deben diferenciarse y la innovación es la clave de la diferenciación” que hará que los clientes se decanten por un producto u otro. (Capa, 2012)
Podemos decir que esta innovación viene propulsada en gran parte por la expansión del internet.
Esta ha acarreado una serie de ventajas al igual que desventajas en el campo de la innovación, respecto a las ventajas cabe destacar la ruptura de la barrera del espacio y del tiempo ya que personas que se encuentran en distintas partes del globo terráqueo podrían comunicarse en el mismo instante, además en el plano académico se podrían seguir las clases a través de plataformas como Skype, se puede acceder a una gran cantidad de información y noticias de todas partes del mundo al instante, permite que interactuemos en una comunidad… etc. Entre las desventajas destacan sobre todo los problemas relacionados con la veracidad y la privacidad, y es que al presentarse ante nosotros un mundo totalmente interconectado nuestra privacidad se ve reducida, es importante tener en cuenta que cualquier persona del mundo puede tener acceso a internet incluso desde el anonimato, por ello se pueden dar fuentes de información no fidedignas o incluso problemas al mostrar nuestra persona pública en la red.
Mi idea de innovación pasa por un acercamiento mayor del derecho a la sociedad, un buen ejemplo a tener en cuenta puede ser el de México con el Canal del Congreso de México fundado en 2011 con el objetivo de reseñar y difundir la actividad del Poder Legislativo Mexicano. La realidad es que la cobertura y conocimiento legislativo no llega a la mayoría de población que se encuentra en un desconocimiento casi total de la realidad jurídico.
A parte de la actividad empresarial de las grandes firmas de abogados debemos pensar en una innovación social destinando no solo a obtener beneficios económicos si no en beneficiar legalmente a la población.
Como conclusión debo decir que en un sector predominantemente tradicional las firmas tanto pequeñas como grandes han de beneficiarse de los efectos positivos de la innovación utilizando y desarrollando recursos no solo de manera exterior sino promoviéndolos entre sus propios empleados.
Y es que como dijo Amparo Moraleda, "La innovación es un desafío y no un drama, una oportunidad y no una amenaza".
Itziar Damborenea, estudiante de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas.
REFERENCIAS