La pandemia COVID-19, la guerra entre Rusia y Ucrania, el ciclón Yaku y la posible recesión han generado un entorno empresarial complicado e indeterminado tanto a nivel global como en el Perú, el mismo que ha estado marcado por diferentes restricciones en las cadenas de suministro, elevación de la inflación y otros desafíos. Dichos factores están creando la oportunidad propicia para la realización de diferentes fusiones y adquisiciones, en adelante, M&A por sus siglas en inglés “Mergers and Acquisitions”, las mismas que buscan innovarse y lograr su permanencia en el mercado a través de un comportamiento estratégico y resiliente.
En tal sentido, debemos recordar que las M&A son procesos en los cuales dos o más compañías combinan sus activos y operaciones para formar una nueva entidad o una compañía que adquiere completamente otra empresa. Estas transacciones pueden ser realizadas por diversas razones, como el crecimiento estratégico, la expansión a nuevos mercados, la sinergia de recursos, la reducción de la competencia, diversificación, posicionamiento de su presencia en el mercado, entre otros. Estas transacciones permiten que las compañías expandan su alcance geográfico, diversifiquen sus líneas de productos o servicios, y accedan a nuevos segmentos de clientes potenciales.
Mediante las M&A, una compañía puede unirse con otra que opera en diferentes regiones o tiene un conjunto complementario de productos o servicios, lo que les brinda la oportunidad de aprovechar sinergias (incremento de los efectos de una acción por haber sido realizada de manera conjunta) y compartir recursos para alcanzar una ventaja competitiva mayor. Además, al adquirir o fusionarse con otras compañías, se puede obtener una posición más sólida en el mercado, aumentar su cuota de la misma y acceder a nuevos canales de distribución. También puede beneficiarse de la experiencia y el conocimiento de la empresa adquirida para mejorar sus propias operaciones.
Si bien es cierto, las fusiones y adquisiciones pueden ser estrategias efectivas para diversificar y fortalecer la posición de una empresa en el mercado, también deben ser cuidadosamente planificadas y ejecutadas (mediante realización de auditorías, due dilligence, entre otros) para garantizar su éxito y evitar posibles riesgos.
Al respecto, según el informe realizado por PwC (Price Waterhouse Coopers), el número de operaciones de fusión y adquisición de empresas ha experimentado una disminución del 8 % a nivel global durante el primer semestre de 2023 en comparación con los últimos seis meses de 2022, siendo que esta tendencia a la baja se ha mantenido durante tres ejercicios consecutivos.
Asimismo, se debe mencionar que durante el primer trimestre del 2023, en el Perú se han realizado 24 transacciones de M&A, según lo detallado en el Reporte de Transactional Track Record (TTR) Data. Si bien es cierto, hay un incremento respecto a las 11 transacciones de M&A realizadas durante el cuarto trimestre del año anterior, no supera los primeros trimestres de los años 2022 y 2021, periodo en los que se realizaron 39 y 33 operaciones, respectivamente. En ese sentido, las reducciones descritas pueden deberse a diferentes razones, tales como:
(1) El incremento de costos debido a la inflación: Lo que resulta en una menor capacidad de compra para los consumidores locales, así como también mayores costos para las empresas extranjeras. Como consecuencia, las valoraciones de las compañías disminuyen, creando un ambiente desfavorable para la inversión.
(2) El incremento en el costo del financiamiento: Lo que genera una reducción en los rendimientos para los inversionistas, siendo que el aumento del valor de la deuda limita las oportunidades de apalancamiento para la adquisición de compañías.
(3) La inestabilidad política general de la región: Lo que genera una falta de confianza en el mercado inversor extranjero, afectando el mercado de manera negativa.
Asimismo, actualmente se está planteando distintas reconsideraciones estratégicas, las mismas que se traducen en escisiones de líneas de negocio, las mismas que se enfocan en reestructuraciones operativas y financieras, tales como las compras de minorías o joint ventures. Adicional a ello, grandes grupos corporativos y en fondos de capital privado tienen acumulación de recursos, lo que permite que puedan hallar oportunidades de inversión en compañías a precios más favorables. También las grandes corporaciones buscan mayor crecimiento a través de su propia expansión hacia mercados más grandes (más allá de Latinoamérica), a fin de lograr su permanencia.
Por otro lado, se debe mencionar que las políticas aplicadas por el Banco Central de Reserva del Perú generan una relativa estabilidad económica lo que hace que Perú sea un destino atractivo para los inversionistas extranjeros. Adicionalmente, también se prevé la recuperación de los sectores agrícolas y mineros (los mismos que tienen valoración positiva en el mercado global).
En tal sentido, la previsión de una desaceleración de la inflación y la estabilización de las subidas de los tipos de interés, generan optimismo y prevén un panorama de recuperación del mercado de M&A.
