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¿Tu banco va a fusionarse con otro? Estos son los cambios que te pueden afectar como cliente

Una de las medidas que adoptan muchas empresas con el objetivo de garantizar un crecimiento empresarial es optar por fusionarse con otras organizaciones. Ejemplo de ello, son las entidades bancarias. Como en el caso de Bankia y CaixaBank, son uniones o integraciones de dos o más empresas, que hasta el momento eran independientes, y que pasan a formar una única entidad, perdiendo la personalidad jurídica de al menos una de ellas. ¿Puede esto suponer algún cambio para los clientes de algunas de esas empresas? En este artículo intentaremos dar respuesta a esa pregunta.

¿Por qué hay tantas fusiones de entidades bancarias?

La banca lleva mucho tiempo esperando una subida en los tipos de interés que les aporte mayor rentabilidad. Dado que de momento siguen a niveles muy bajos, han tenido que buscar otras fuentes de ingresos, como, por ejemplo, las comisiones por servicios, las ofertas de distintos seguros, alarmas, vehículos, etc. A pesar de ello, y ante la falta de rentabilidad, también se buscan estrategias para reducir los costes. Por ello, muchas entidades bancarias quieren fusionarse con otros bancos.

Qué cambios nos pueden afectar como clientes

La fusión de entidades bancarias tendrá una serie de consecuencias que, en algunos casos, pueden afectar directamente a sus clientes. Entre otros:

Cambio de IBAN

Por lo pronto, en el momento que se hace efectiva una integración de entidades bancarias hay un cambio de IBAN para aquellos clientes de la entidad que ha sido integrada por otra. De hecho, el cambio de número de cuenta no debería generar problema alguno para el cliente, pues la nueva entidad asociará de manera automática el antiguo número de cuentacon el nuevo. Esto significa que, por ejemplo, un abono o un pago realizado a través de la antigua numeración se trasladará de forma automática a la nueva cuenta.

Tarjetas, cuentas e hipotecas

También es habitual que no haya cambios en las tarjetas, cuentas o hipotecas. No obstante, siempre es importante estar a la espera de las nuevas políticas comerciales tras una fusión de entidades bancarias.

Condiciones pactadas

Además, es aconsejable que los clientes revisen bien las condiciones pactadas en los contratos de sus productos bancarios. En este sentido hay que diferenciar si tenemos:

  • Un contrato de duración determinada, como puede ser por ejemplo un préstamo o un depósito a plazo fijo, en el que no es posible modificar las condiciones pactadas, salvo que haya un acuerdo entre las partes o por las causas estipuladas en el propio documento de contrato.
  • Un contrato de duración indefinida, como puede ser por ejemplo una cuenta corriente, una tarjeta de crédito o inclusive una cuenta de ahorro, en el que sí sería posible un cambio de condiciones, pero siempre y cuando sean preavisadas al interesado de forma individual y con una antelación mínima de dos meses.



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