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  •              En proyectos internacionales se suele elegir el arbitraje como forma de resolución de disputas

en la  foto: Iñigo Rodríguez-Sastre, Socio de Andersen Tax & Legal, Clara Cerdán, Directora de la Asesoría Jurídica de Grupo Ferroatlántica, Ignacio Delgado, Investment Officer en Therium Capital, Laura Cózar, Socio de Accuracy, Alfonso Aguirre, Director de la Asesoría Jurídica de Negocio de Sacyr, Vanesa Sañudo, Abogado Senior en la Asesoría Jurídica de Técnicas Reunidas, y Elena Sevila, Directora en Andersen Tax & Legal.

 

Las nuevas fórmulas enmarcadas en el Third Party Funding, esto es, la monetización de un pleito a través de la financiación o la compra por parte de un fondo podrían ser beneficiosas para la empresa en determinados supuestos. Las grandes empresas constructoras no se inclinan por la financiación pues disponen de recursos y el acudir a un fondo podría encarecer el proceso pero sí ven atractiva la alternativa de compra pues les permitiría evitar las necesarias provisiones de un riesgo.

Así se puso de manifiesto en la jornada sobre Financiación y monetización de litigios para empresas de construcción: ventajas e inconvenientes del Third Party Funding organizada por Andersen Tax & Legal en la que participó Clara Cerdán, Directora de la Asesoría Jurídica de Grupo Ferroatlántica,  Vanesa Sañudo, Abogado Senior en la Asesoría Jurídica de Técnicas Reunidas, Alfonso Aguirre, Director de la Asesoría Jurídica de Negocio de Sacyr, Ignacio Delgado, Investment Officer en Therium Capital, Laura Cózar, Socio de Accuracy, Iñigo Rodríguez-Sastre, Socio de Andersen Tax & Legal, y Elena Sevila, Directora en el área de Procesal, Concursal y Arbitraje de esta firma.

Durante su intervención, Alfonso Aguirre sostuvo que se inclina por los arbitrajes en proyectos internacionales por la especialización, matizando que en muchos proyectos de obra pública muchas veces se deben aceptar las condiciones de selección de foro expuestas por el oferente. Esta opinión fue compartida por Clara Cerdán quien sostuvo que en proyectos de construcción, que, por definición, suelen ser de gran complejidad, optar por el arbitraje para solventar un litigio es preferible porque, a priori, cuenta con un panel de árbitros que son expertos y pueden entender mejor el asunto mientras que elegir la jurisdicción ordinaria conlleva riesgos, sobre todo en determinados países en los que las injerencias y corruptelas en el sistema judicial limitan la seguridad jurídica.

Vanesa Sañudo añadió que hay determinados clientes que limitan las negociaciones del contrato y resaltó que en determinados países los subcontratistas cuentan con una protección legal muy fuerte que en una disputa puede hacer peligrar la obra y otros con ciertas peculiaridades, como Arabia Saudí, que obliga a incluir normas de la Sharia en contratos de construcción. Para la abogada de Técnicas Reunidas, es importante en muchos casos evitar el conflicto con el cliente por una cuestión de imagen y reputación que pudiera afectar a futuras adjudicaciones.

Elena Sevila recordó que en un proyecto de construcción hay múltiples partes y un litigio se puede complicar si no se ha previsto el establecer las mismas cláusulas en todos los contratos.

Por su parte, Alfonso Aguirre se refirió al análisis de costes del proceso que, a su juicio, actúan como palanca negociadora entre las partes antes de acudir al arbitraje.

Laura Cózar también se refirió a la valoración temprana del proceso, principalmente en el sector de la construcción, puesto que las conclusiones que se alcancen antes del inicio del proceso en proyectos complejos determinarán la posición de la empresa ante un posible litigio. A estos efectos, indicó como cuestión muy relevante la de establecer de inicio el quantum de la posible reclamación a efectos de tomar la decisión final con todos los elementos necesarios.  

Los ponentes abordaron la financiación y compra de pleitos por parte de fondos e Ignacio Delgado analizó el procedimiento xºque sigue un fondo, desde la due diligence hasta la aprobación o no de la inversión, para la que se tiene en cuenta cuestiones como que la contraparte sea solvente o que la cuantía del pleito sea relevante, así como la defensa de la inversión durante el proceso o en caso de acuerdo entre las partes.

En este punto, los representantes de Ferroatlántica, Sacyr y Técnicas Reunidas coincidieron en que la financiación, que todavía no está muy extendida en España, puede generar ciertas dudas por la posible injerencia que el fondo pueda tener en el proceso y la estrategia de defensa, ya que, según puntualizó la abogada de Andersen Tax & Legal, entran en el proceso tres partes distintas, con intereses que no tienen por qué estar alineados. Sin embargo, añadieron, la monetización o compra de todo o parte del pleito o incluso de la ejecución de un eventual laudo o resolución judicial podría ser una cuestión beneficiosa ya que les permitiría evitar provisiones en el balance.

 




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