Aunque el 70,4% de los españoles tiene pareja estable y el matrimonio es la forma mayoritaria de convivencia, la crisis económica o el cuidado de familiares impide que cuatro de cada diez personas pueda fundar un hogar, según se desprende del Informe Familia 2017, que ha elaborado el Instituto Universitario de la Familia de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE en la Comunidad de Madrid con el patrocinio de Fundación Casa de la Familia y el impulso del Arzobispado de Madrid. El estudio –que señala tendencias que, aunque observadas en la región de Madrid, pueden ser indicador de características compartidas por la sociedad española– demuestra que las dificultades económicas del hogar claramente empeoran la vida familiar. “Las vulnerabilidades económicas multiplican tanto las dificultades educativas como el pesimismo, y aumentan el descontento con los hijos, reducen la actividad social y hacen más desigual la toma de decisiones”, afirma Fernando Vidal, director del Instituto de Familia de Comillas ICAI-ICADE y del Informe Familia 2017.
Los problemas económicos también impiden que dos tercios de los jóvenes menores de 35 años que viven con sus padres puedan formar un hogar propio. El impacto de esta situación también se ve claramente tanto en la formación de los hogares como en grado de satisfacción con la relación con los hijos. “En las familias con dificultades económicas para llegar a final de mes se quintuplica el descontento con los hijos”, destaca Rosalía Mota, profesora de Sociología y Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de Comillas ICAI-ICADE y coautora del informe.
Los datos de la investigación –basada en una encuesta telefónica realizada a casi 1.600 personas mayores de edad residentes en la Comunidad de Madrid seleccionadas por un muestreo aleatorio estratificado– muestra que la sociedad madrileña es una sociedad intensamente familista, donde ocho de cada diez personas vive en familia y el 85,1% sostiene que su familia extensa es muy importante en su vida.
Inequidad en la toma de decisiones
Los datos revelan que la inequidad grave en la toma de decisiones importantes afecta hasta a un 17% de las personas en pareja. Así, por ejemplo, un 12% de los encuestados afirma que nunca o casi nunca buscan un acuerdo con el que ambos estén satisfechos a la hora de una toma de decisión. Vidal revela que “una de cada diez personas con pareja cede en cuanto se plantea una decisión importante para evitar confrontaciones”. Por el contrario, hay un amplio porcentaje de encuestados que se encuentran en la igualdad y comunidad de decisión: un 74,5% de las personas encuestadas afirman que siempre toman las decisiones de forma conjunta con su pareja y un 45,3% declara que nunca se siente presionado en la toma de decisiones.
El Informe Familia 2017 también desvela el impacto dramático que tienen las rupturas conyugales en la vida de las personas. Hay malas relaciones con las parejas anteriores (68,7%) y pesimismo (88,8%) sobre la posibilidad de que algo les hubiera ayudado a continuar. El 46,1% de los separados o divorciados con hijos piensa que en su expareja cohíbe su relación con sus hijos. En este sentido, el 18,3% de los padres separados y el 7,4% de los divorciados están descontentos con la relación con sus hijos. Sin embargo, una vez se constituye una nueva familia, los padrastros y madrastras ejercen un papel parental muy positivo para los hijos de sus parejas.
Conciliación y paternidad positiva
Una conclusión importante del informe se refiere a la conciliación laboral-familiar, muy precaria para la mayoría de encuestados. Así, el 72,1% de quienes no están satisfechos con la cantidad de tiempo con su pareja afirman que se debe a la jornada de trabajo. En esta línea, del informe se desprende que, aunque tres quintos de los encuestados creen que hay una igualdad de presencia de padres y madres en la vida de sus hijos, el 85% del total pide una mayor presencia del padre en ella. “Las mujeres y los menores de 45 años señalan más la desigualdad entre padres y madres, mientras que los separados acentúan que hay mucha desigualdad”, afirma Vidal. De esa forma, nueve de cada diez encuestados prefieren menos horas de trabajo diarias antes que menos días de trabajo semanales.
Otras conclusiones del estudio pueden resumirse en las siguientes cifras:
- Tres de cada cuatro familias son deliberativas, y es habitual que se sienten a hablar todos juntos cuando suceden cosas importantes.
- La mitad de las parejas ha sufrido una crisis conyugal grave en su historia. El 14,6% de los encuestados admite haberse separado temporalmente y el 9% pensó en la separación definitiva.
- El 78,5% de los padres y madres encuestadas con hijos menores de 18 años les ayudan en sus estudios todos o casi todos los días. Poco más del 10% no les ayudan nunca.
- ¿Cuál es el padre que piden los madrileños para el siglo XXI? Existe una clara demanda de un padre más presente (85,5%), más cariñoso (77,7%) y menos autoritario (64,8%).
- Más del 95% de los encuestados apoya la igualdad y el 93% está a favor de la conciliación para lograr que el padre ejerza un mejor papel en la educación de sus hijos.
- El 86% de no tiene referentes de paternidad positiva. Del 6,1% que supieron identificar una referencia de ejemplaridad pública respecto a la paternidad, un 20% señaló al Rey Felipe VI, a enorme distancia de cualquier otra figura o personaje citado.
Para Rosalía Mota, “el Informe Familia 2017 nos habla de la experiencia de familia de la población madrileña. Vivir en pareja y tener hijos constituye para la inmensa mayoría de los madrileños su cotidianeidad. Disponen de una red de parientes densa, próxima y solidaria, que acompaña a las personas que viven solas, y apoyan a las familias en momentos de crisis. Las parejas son fuertes, longevas, cultivan su relación, son comunicativas y están satisfechas. Además, la vida en pareja fortalece la relación con los hijos y la satisfacción con ellos".
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