Este acuerdo representa enormes pero también complejas oportunidades para los despachos de abogados. Veamos qué sectores de actividad industrial se ven afectados por este acuerdo y por extensión cómo se verán afectadas las firmas legales que les dan asesoramiento.

Continuamos desgranando el estudio realizado por Jomati Consultants, consultora internacional especializada en despachos de abogados con sede en Londres, “Oportunidades para las firmas de abogados en un mundo libre de emisiones”.

El 4 de noviembre de 2016 el mundo dio un importante paso en el camino de frenar el cambio climático. La entrada en vigor del acuerdo de París. El acuerdo requería ser ratificado por al menos 55 países que a su vez representasen el 55% de las emisiones globales. El 5 de octubre de 2016 se alcanzaron ambos umbrales para su validez y 30 días después entró en vigor. El acuerdo ha sido ratificado por más de 100 países, entre ellos Canadá, China, India, Estados Unidos de todos los estados miembros de la Unión Europea.

Las emisiones de gases efecto invernadero pueden venir de numerosas actividades humanas, incluyendo la agricultura y los procesos industriales. Sin embargo en los países industrializados hay dos fuentes principales de emisión. La producción de electricidad y el transporte. Principalmente el de carretera. Por ejemplo en Estados Unidos en 2014 la producción de electricidad era responsable del 38% de las emisiones de CO2 y el transporte del 34%. En el Reino Unido las cifras son del 29% y 27% respectivamente.

Con estas cifras vemos de forma clara cómo ambos sectores, producción eléctrica y transporte, representan un gran porcentaje de la emisión de gases efecto invernadero.

¿Muerte lenta de los combustibles de origen fósil?

Irónicamente la industria del carbón, petróleo y combustibles no son por si mismas responsables de grandes emisiones de C02, sino que lo son los usuarios finales de sus productos. A medida que el mundo camina hacia un futuro con cero emisiones el reto para los productores de combustibles de origen fósil es buscar nuevos sectores de actividad para para sus productos que no requieran su combustión. Alternativamente estas compañías tendrán que diversificarse en nuevas líneas de servicios.

Desafortunadamente, en base al uso actual, parece difícil que los productores de combustibles fósiles puedan encontrar nuevos mercados de gran escala para sus productos. De acuerdo a un estudio de la Agencia Internacional de la Energía de 2015 solo un 5,5% del carbón, 11,3% del gas y 16,2% del petróleo eran usados para fines no energéticos. Es decir, no eran quemados como combustible. Otro estudio similar realizado por la Administración de Información de la Energía de Estados Unidos revelaba que solo el 5% del petróleo refinado en Estados Unidos en 2015 se usaba para fines diferentes de ser combustible. Por contra la gran mayoría del petróleo refinado en Estados Unidos se usa para fabricar gasolina y otros combustibles. Debemos tener en cuenta que en Estados Unidos los plásticos se fabrican a partir del gas natural y no del petróleo. 

Y, lo que es más. Muchos de los principales usos actuales de los combustibles fósiles pueden ser reemplazos por alternativas de bajas emisiones. Los coches eléctricos son ahora una alternativa incremental viable a los de combustión. De la misma manera las bombas de calor permiten calefacción y agua caliente de forma eficiente. Y estas alternativas de cero o bajas emisiones usan electricidad la cual puede a su vez ser generada por medios renovables.

Sin embargo, esto no significa que el uso de los combustibles fósiles vaya caer el de forma drástica en el futuro inmediato. Por el contrario BP, junto a otros analistas expertos como IEA, predicen que la demanda de combustibles fósiles seguirá incrementándose en los próximos años. Por ejemplo IEA y BO predicen que la demanda de gas natural se incrementará entre un 1,5 y un 1,8% al año. Ambas organizaciones predicen un crecimiento modesto de la demanda global de petróleo en el corto y medio plazo. IEA del 1,2% anual hasta 2021 y BP del 0,9% anual hasta 2035. A nivel global una parte significativa del incremento de la demanda de petróleo y gas vendrá de países fuera de la OCDE. Principalmente de países asiáticos.

Respecto al impacto del sector de las energías renovables en el de las energías fósiles BP predice que en 2035 el 80% de la energía consumida provendrá de energías fósiles frente al 86% que representaban en 2014. Incluso en el escenario más agresivamente favorable a las energías renovables las energías fósiles representarían un 70% en 2035.

Gráfico: pasado y predicción del reparto del mercado de fuentes de energía 1965 – 2035

Source: BP Energy Outlook 2016 – BP  

Tanto BP como IEA predicen un modesto crecimiento de la demanda de petróleo y gas en los próximos años. Sin embargo, en el caso del carbón la previsión es peor. Especialmente en los países occidentales. A nivel global BP predice que el crecimiento de la demanda de carbón será solo del 0,5% en los próximos años en Estados Unidos y la Europa parte de la OCDE. Y que caerá en más de un 50% en 2035. Un reciente estudio conjunto de la OCDE e IEA fija el incremento de la demanda de carbón en 0,8% hasta el año 2020. El carbón tiene muchos defectos bien conocidos como fuente de energía. No solo genera más CO2 que el gas sino que produce más óxido nitroso, dióxido sulfúrico, etc. Por eso no sorprende que muchos países estén sustituyendo el carbón por gas como método rápido de reducir sus emisiones de CO2, especialmente en la producción de electricidad.

.En el caso de Reino Unido en los segundos cuatrimestres de 2015 y 2016 el porcentaje de electricidad generada por renovables ha sido muy estable. En torno al 25%. Por el contrario, la generada por carbón cayó del 20% al 6%. Incluso este uso residual en el Reino Unido está a punto de desaparecer. El gobierno británico prevé cerrar todas las plantas productoras de electricidad a partir de carbón para 2025. Entre tanto en Estados Unidos las plantas de gas han sobrepasado a las de carbón en lo referido a producción de electricidad.  En este caso el precio bajo del gas esquisto ha tenido más peso que las exigencias legales.

A primera vista y en base a predicciones que hemos comentado parece que los combustibles fósiles continuarán jugando un rol importante en el mix energético de los próximos años. Sin embargo, como muchos analistas han observado, el ritmo en la transición hacia las energías renovables ha sido constantemente subestimado. BP en su informe 2016 Energy Outlook reconoce que sus previsiones respecto a las energías renovables para 2030 son un 35% más altas en 2016  que las que hizo en 2011. Merece también la pena constatar que su predicción de demanda de petróleo hasta 2035 la hace asumiendo que el petróleo será básicamente el combustible para todo el sistema mundial de transporte lo cual es una asunción atrevida viendo la evolución del coche eléctrico y la de la duración de las baterías.

La gran importancia del Acuerdo de Paris para el sector legal

• Como continuación de la entrada en vigor del Acuerdo de París debemos esperar un continuo cambio normativo durante los próximos años para cortar la emisión de gases efecto invernadero. Las firmas legales deberán anticipar el trabajo relativo al cumplimiento del nuevo marco normativo. Especialmente en países responsables de un significativo porcentaje de emisiones de CO2.

• Algunos sectores son más proclives a soportar las consecuencias del cambio económico y regulatorio que va a traer el Acuerdo de París. Las firmas que tengan una importante base de clientes grandes emisores de CO2 deberán analizar cómo esos sectores se van a ver afectados en la transición hacia un mundo con cero emisiones.  ¿Están sus clientes capacitados para adaptarse a un futuro con cero emisiones, como seguramente será el caso de la automoción y el del sector eléctrico?. ¿Son las emisiones parte consustancial de la oferta de su producto como en el caso de los productores de combustibles fósiles?

• Las firmas que deseen estar orientadas al mercado como consecuencia del Acuerdo de París encontrarán útil dibujar escenarios en base a las predicciones de fuentes respetadas por la industria, pero sin olvidar que las predicciones son meras estimaciones que puede sobre anticipar o infra anticipar futuros comportamientos del mercado.