La economía española ha ganado dinamismo a comienzos de 2017, con un avance trimestral del 0,8%, por encima del 0,7% registrado en el segundo semestre de 2016. En tasa interanual, mantiene su ritmo de crecimiento en el 3,0%, mientras que el empleo se desacelera dos décimas hasta el 2,5%.
Del análisis más detallado de este dato del PIB del primer trimestre cabe señalar:
- Uno de los aspectos más destacados es que se mantiene un patrón de crecimiento equilibrado, donde la demanda interna estabiliza prácticamente su aportación al avance del PIB en 2,2 puntos porcentuales y el sector exterior también contribuye positivamente, con 0,8 puntos porcentuales.
- Todos los componentes por el lado de la demanda y de la oferta contribuyen al aumento del PIB en este periodo, al igual que todas las ramas productivas.
- Dentro de los componentes de la demanda interna sobresale la fortaleza de la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, que se han acelerado tanto en términos trimestrales como interanuales en este periodo. Las mejores condiciones financieras, unido a las expectativas favorables de la economía española y a la menor incertidumbre política, han favorecido el mejor comportamiento de este componente del PIB a comienzos de año.
- En cuanto al consumo, el de los hogares ha perdido vigor en el primer trimestre, con un avance del 0,4% trimestral, una de las tasas más bajas registradas en estos años de recuperación económica. Por su parte, el consumo público sigue con crecimientos moderados fruto de la contención del gasto que se observa en el avance de la ejecución presupuestaria.
- Respecto a la demanda exterior, cabe destacar el mayor dinamismo tanto de las exportaciones como de las importaciones. En el caso de las exportaciones, hay que señalar el repunte de las de bienes y de servicios no turísticos gracias a la mejoría de la economía mundial, incluyendo Europa. Por su parte, las importaciones de bienes son las que concentran el mayor crecimiento en este trimestre.
- Por el lado de la oferta, destaca la notable recuperación de la construcción que alcanza una tasa del 4,4% interanual, tras un crecimiento trimestral muy elevado. Los servicios recobran fortaleza en términos trimestrales, donde sobresale el final del ajuste de las ramas de actividades financieras y de seguros, que registran una tasa positiva trimestral tras más de 8 años de caídas. Por último, la industria sigue manteniendo un buen ritmo de crecimiento en tasas próximas al 3%.
- La economía española modera ligeramente la creación de empleo hasta una tasa interanual del 2,5%. Mientras, la productividad por trabajador repunta dos décimas hasta el 0,5% en el primer trimestre.
- El deflactor del PIB se acelera hasta el 1%, cuatro décimas superior al del trimestre anterior, debido al mayor crecimiento del deflactor del consumo privado, en línea con la evolución del IPC en los primeros meses de 2017.
En definitiva, la economía española ha ganado dinamismo al inicio de 2017, siendo uno de los países de la Eurozona con mayor crecimiento. Además, la composición del PIB sigue siendo equilibrada, donde a pesar del buen comportamiento de la demanda interna, la contribución del sector exterior se mantiene positiva. En este trimestre sobresale, por el lado de la demanda, el comportamiento de la inversión y de las exportaciones, mientras que por el lado de la oferta, cabe señalar la notable mejoría del sector de la construcción.
Ante la fortaleza de la actividad a comienzos de 2017 y la información que se conoce de avance del segundo trimestre, el escenario de previsión para la economía española está mejorando, siendo factibles crecimientos del entorno del 3% de nuevo en 2017.
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