'El mercado español de las infraestructuras se ha quedado estancado debido a la elevada deuda, que reduce el gasto, y a la oposición ideológica a la política concesionaria, que es el verdadero motor de la economía. Nos vamos a quedar parados mientras el resto del mundo crece'. Josep Piqué, vicepresidente y consejero delegado de OHL, ha asegurado hoy en una nueva edición de los Desayunos ESADE Alumni en Madrid que todavía sigue habiendo posibilidad de grandes proyectos en nuestro país, como 'el mantenimiento, el transporte ferroviario de mercancías y la ampliación de puertos'. Sin embargo, dada la anterior situación, la única fórmula para crecer pasa por el aumento de la competitividad a escala global: 'Una competitividad en la que digitalización e internacionalización son las dos caras de la misma moneda'.
En cuanto a la digitalización dentro del sector de las infraestructuras, Piqué destaca la incorporación del BIM [Building Information Modeling], clave hoy en los proyectos de OHL, y del big data, 'sin olvidarnos del uso de drones y de la impresión y el escaneo en 3D'. Acerca de la internacionalización, se detiene a advertir en relación al entorno geopolítico. “Si hay una palabra que lo defina es desorden”, ha reconocido antes de referirse al cuestionamiento actual del concepto de frontera, que está llevando a la definición de nación a través de bases, no territoriales, sino religiosas, idiomáticas o étnicas. 'También se ha producido un desplazamiento del centro de gravedad geopolítico —ha añadido—; el peso inicial ha pasado de Europa a Estados Unidos, y luego al Pacífico. La emergencia de la economía china, por ejemplo, ha puesto en cuestión la hegemonía del modelo occidental'.
Internacionalización de OHL: curva de aprendizaje
'En este escenario global, la toma de decisiones se ha vuelto muy compleja”, ha afirmado el vicepresidente y consejero delegado de OHL, grupo que hoy está presente en más de treinta países, 'probablemente demasiados', en su opinión: 'Ha sido un error estar con obras muy grandes en muchos países, sobre todo en aquellos en los que desconocíamos las reglas del juego. Ahora, con el nuevo plan estratégico, el 85-90% de la compañía se concentra en siete mercados, dos en Europa y cinco en América'. En la primera, encontramos España, que supone el 10% de la actividad, y Europa Central y, en el segundo, Estados Unidos y los cuatro países de la Alianza del Pacífico [México, Perú, Chile y Colombia], 'donde te puedes equivocar pero sabes rectificar rápido puesto que conoces su funcionamiento'. 'Antes, cuando ganabas una licitación, lo primero que hacías es mandar a los topógrafos para que tomaran medidas del terreno; hoy tienes que enviar a los abogados', ha apuntado en referencia a la cada vez mayor necesidad de conocer el marco jurídico de los países donde operan las grandes constructoras.
Este nuevo enfoque incluye 'la identificación de los riesgos desde el inicio del proyecto' porque 'hemos cometido errores e incurrido en costes no previstos, típicos de este sector en España pero diametralmente opuestos a la forma de hacer internacional'. 'Eso forma parte de la curva de aprendizaje”, ha asegurado Piqué, para quien “el fracaso sigue siendo un estímulo'.
Acabar con la corrupción y el paro para salir definitivamente de la crisis
Para Josep Piqué, España está trabajando bien en el ámbito internacional: 'Soy optimista en la salida de la crisis, si hay un rasgo por el que nuestras empresas se caracterizan, ese es el de adaptarse a la situación. El sacrificio de nuestros agentes económicos nos ha hecho ganar en competitividad; gracias a ella, hoy un tercio del PIB viene de las exportaciones'. 'En ese sentido, me preocupa más Europa que España —ha puntualizado—, sobre todo en términos de digitalización'.
De nuestro país en concreto, al ex ministro le preocupa más la corrupción, 'y no tanto ésta como la percepción de que el Gobierno y la política en general no hace nada para combatirlo' y, sobre todo, la elevada tasa de desempleo. 'España es uno de los países privilegiados del mundo y necesitamos crear empleo para no perder esta situación. Es necesaria la formación continua y un cambio en el sistema educativo contemplado a medio y largo plazo, donde la digitalización no sea solo de los alumnos, sino también de los centros y los profesores', concluye.
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