Introducción

 En España, el mercado de arrendamiento comercial se enfrenta a un desafío significativo: la desconfianza entre propietarios y empresas emergentes. Esta desconfianza, alimentada por preocupaciones sobre la solvencia y la lentitud de los procesos judiciales, resulta en exigencias de garantías excesivas y dificultades para las nuevas empresas que buscan establecerse. En este contexto acudir, el arbitraje, cuando existe algún problema emerge como una solución eficiente y equitativa para ambos. Este mecanismo ofrece una vía rápida y económica para resolver disputas y recuperar el local, fomentando un ambiente de confianza y cooperación en el arrendamiento comercial.

Contexto del Problema.

 Las empresas de nueva creación en España a menudo se encuentran en un callejón sin salida: necesitan un espacio para operar, pero se enfrentan a la reticencia de los propietarios que dudan de su capacidad para cumplir con los términos del arrendamiento. Esta desconfianza se ve exacerbada por la lentitud de los procesos judiciales en España, que pueden prolongarse durante meses o incluso años, dejando los locales comerciales desocupados y sin generar ingresos. Así, los propietarios buscan protegerse exigiendo garantías que a menudo son inalcanzables para pequeñas empresas o startups.

El Arbitraje como Solución.

 El arbitraje se presenta como una alternativa eficiente a los tribunales tradicionales. En este proceso, un árbitro imparcial toma decisiones basadas en la evidencia y el acuerdo previo de las partes. Este mecanismo no solo acelera la resolución de disputas, normalmente en un plazo de tres meses, sino que también reduce los costos asociados con los litigios. Instituciones como la Asociación Nacional de Jurisdicción Arbitral han demostrado ser recursos valiosos, proporcionando resoluciones rápidas y accesibles. Además, el arbitraje ofrece un entorno más controlado y predecible, lo que puede ser especialmente ventajoso para empresas emergentes que buscan seguridad y claridad en sus acuerdos de arrendamiento.

Beneficios para Propietarios y Arrendatarios.

 Para los propietarios, el arbitraje ofrece la seguridad de que cualquier disputa se resolverá de manera eficiente, minimizando el tiempo que el local permanece vacante, y aunque supone un gasto adicional para el casero, lo recupera con creces en meses del local que esta ocupado y sin pagar. Para los arrendatarios, especialmente para las startups, reduce la necesidad de garantías prohibitivas y fomenta un terreno más equitativo en las negociaciones de arrendamiento. Esto no solo beneficia a ambas partes sino que también revitaliza el mercado de arrendamiento, abriendo oportunidades que antes eran inaccesibles.

Ejemplo de Cláusula de Sumisión a Arbitraje.

Un ejemplo de cláusula de sumisión a arbitraje podría ser: “Cualquier disputa, controversia o reclamación que surja de este contrato o su incumplimiento, terminación o validez, se resolverá mediante arbitraje administrado por Anjar, de acuerdo con sus reglas y procedimientos.”

Conclusión

 El arbitraje se presenta como una herramienta valiosa en el mundo del arrendamiento comercial en España, proporcionando una solución justa y equilibrada para superar la desconfianza entre propietarios y arrendatarios. Al adoptar el arbitraje, las partes pueden disfrutar de un proceso de resolución de disputas más rápido, menos costoso y predecible, lo que beneficia a la economía en su conjunto. Es esencial que propietarios y arrendatarios consideren seriamente esta opción, no solo como un medio para resolver disputas, sino como una forma de establecer relaciones de arrendamiento más fuertes y duraderas desde el principio.