Según información recopilada por el diario digital mexicano Proceso, los fiscales federales habían recomendado una pena de prisión de entre 17 años y medio y poco menos de 22 años. Sin embargo, el juez federal de distrito Richard Gergel decidió imponer una sentencia más severa debido a la gravedad de los delitos cometidos por Murdaugh.
Entre las víctimas se encuentran personas que confiaron en Murdaugh en momentos de gran vulnerabilidad, como un cliente que quedó tetrapléjico después de un accidente, un policía estatal herido en el trabajo y un fideicomiso destinado a niños que perdieron a sus padres en un trágico accidente. Gergel describió los actos de Murdaugh como un abuso de confianza hacia aquellos que más necesitaban ayuda.
Esta sentencia federal se suma a la cadena perpetua sin libertad condicional que Murdaugh ya está cumpliendo en una prisión estatal por el asesinato de su esposa e hijo. Además, se le ha ordenado pasar 27 años de prisión en un tribunal estatal por cargos de delitos financieros, y la sentencia federal se ejecutará al mismo tiempo que su condena estatal.
Murdaugh también tendrá que pagar casi 9 millones de dólares en restitución a sus víctimas, tras haber tomado dinero de acuerdos legales o inflado tarifas y gastos de más de dos docenas de clientes. Los fiscales indicaron que el FBI encontró 11 víctimas adicionales a las identificadas en la investigación estatal, y que Murdaugh les robó cerca de 1.3 millones de dólares.
En su sentencia, Murdaugh volvió a disculparse con sus víctimas, atribuyendo sus crímenes a su adicción a los opioides durante casi dos décadas. Afirmó estar limpio desde hace 937 días y se ofreció a reunirse con las personas afectadas para expresar su arrepentimiento y sinceridad.
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