El ecosistema legal sigue evolucionando y los departamentos jurídicos deben abordar los nuevos desafíos, así como las nuevas prioridades y oportunidades de negocio. Sin duda, el tsunami legislativo provocado por el Pacto Verde Europeo aprobado en 2020 es una oportunidad para los despachos de abogados que han visto como un amplio conjunto de iniciativas políticas de la Comisión Europea -que tienen como objetivo que la Unión Europea sea climáticamente neutra en 2050- se está articulando a través de una normativa legislativa abundante y en constante cambio.
En un estudio de EY hecho público en 2021, la consultora ponía el foco en los tres aspectos clave en los que debían centrarse los bufetes en los próximos años: mejorar la transparencia y reducir los riesgos, digitalizar los procesos e impulsar el negocio. Un impulso que, en numerosas ocasiones pasa por tejer alianzas externas, como ya se ha hecho en los últimos años para abrir mercado en el exterior, y poder abarcar así esas oportunidades de negocio.
Los nuevos tiempos exigen explorar formulas distintas y, actualmente, está irrumpiendo con fuerza la tendencia del crecimiento por ecosistemas, una estrategia de colaboración con otras organizaciones que comparten un mercado o una solución común, aprovechando las capacidades y los recursos de cada una para generar valor añadido y ventajas competitivas.
Así nos lo explica Raúl Mir, CEO de la compañía Angela Impact Economy especialistas en digitalización y gestión de datos de sostenibilidad corporativa, que ya ha trabajado bajo esta fórmula con alguna de las firmas legales más importantes del país, señalando beneficios como una ágil adaptación a la digitalización, el acceso a recursos y oportunidades que de otro modo serían costosos, capacidad de innovación y diferenciación, flexibilidad y agilidad mayor eficiencia y reducción de costes “lo que al final redunda en una mayor satisfacción y fidelización de los clientes, al ofrecer soluciones personalizadas, integradas y de calidad”.
En los últimos meses, la firma ha tejido alianzas para incrementar el valor de la propuesta a clientes de ambas partes, que deben hacer frente a unas exigencias cada vez más estrictas en materia de sostenibilidad corporativa con un fuerte componente digital.
Si partimos de la idea de que los ecosistemas empresariales se basan en que ninguna empresa puede ofrecer por sí sola todos los elementos que requieren las necesidades o las oportunidades de los clientes y que es necesario crear redes de cooperación y coordinación que permitan innovar y adaptarse al entorno cambiante, los ecosistemas empresariales son una buena estrategia para que las firmas de abogados den solución a las necesidades de sus clientes en materia de elaboración de los informes de Estados No Financieros (EINF), los nuevos Informes de Sostenibilidad bajo la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) y los Estándares Europeos de Reporting con una base de conocimiento especializado y soluciones tecnológicas que facilitan estos procesos, y facilitan el trabajo del cliente y del despacho.
No hay comentarios.