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  • Según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, Baleares (7,3 puntos), Cataluña (6,8 puntos) y Navarra (6,7) son las comunidades autónomas que reúnen las mejores condiciones para trabajar en nuestro país.
  • El 32,4% de los parados españoles está en esa situación desde hace al menos dos años. Es la proporción más baja desde marzo de 2013 y 3,9 puntos porcentuales inferior a la de un año antes. Pero, a pesar de la reducción, sigue siendo un problema si vemos que 1 de cada 4 parados de larga duración de la Unión Europea reside en España. La proporción española solo es superada por la de Grecia (50,4%), Italia (38,4%) y Bulgaria (36,8%).
  • El salario medio del conjunto de España alcanza a 1.674 euros mensuales. El incremento interanual, de un 1,7%, es el octavo aumento consecutivo. Todas las autonomías presentan incrementos en sus respectivos salarios medios. De ellas, diez (Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid y Navarra) alcanzan sus máximos niveles salariales. El salario medio balear es el que más crece en el último año (+2,7%) y el vasco sigue siendo el más alto (1.973 euros al mes; +1,5%).

Adecco Group Institute, el nuevo centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, quiere saber cuál es el grado potencial de satisfacción de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas españolas. Para ello – junto a los investigadores de Barceló y Asociados - presenta el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que, semestralmente desde hace siete años, profundiza en dicho grado de satisfacción así como en las oportunidades laborales del mercado laboral. 

Para la realización del informe, se toman en consideración cinco áreas fundamentales en el entorno laboral de las personas como son la remuneración, la seguridad laboral, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y la profesional y la conflictividad laboral. En total, se analizan 16 subvariables diferentes[1].

En esta entrega se hace balance de los resultados obtenidos durante el segundo trimestre de 2019, en base a la Encuesta de Población Activa (EPA)[2], que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Monitor Adecco: Análisis global[3]

El Monitor Adecco ha tenido un incremento interanual de un 5,3% en el segundo trimestre de 2019, alcanzando una calificación media de 6,1 puntos, la mayor desde 2008.

En el trimestre analizado, son 14 las comunidades autónomas que han incrementado sus respectivas puntuaciones del Monitor Adecco. Esto demuestra que el progreso de nuestro indicador tiene una base geográfica amplia. Sin embargo, un año antes, las autonomías que mejoraban su puntuación eran 16. Asturias, Navarra y la Comunidad de Madrid son las únicas autonomías que sufren descensos en nuestro indicador.

Baleares, que hace un año se colocaba en la segunda posición, se alza hasta el primer puesto (así es ya desde finales de 2018). Su calificación es de 7,3 puntos, que ha alcanzado tras un incremento interanual de un 8,2%.

Cataluña, que es la autonomía que más crece, se coloca en segundo lugar con 6,8 puntos (+19,9%) dejando a Navarra en la tercera plaza solo por una décima (6,7 puntos; -3,7%).

Las tres autonomías con menores calificaciones son las mismas que en el segundo trimestre del año pasado. Canarias, pese a un aumento del 2,2%, no es capaz de abandonar la última colocación, aunque es superada por Castilla-La Mancha (+1,8%) apenas por unas centésimas (ambas comunidades tienen 5,1 puntos). También la Región de Murcia presenta un aumento de un 2,2%, permaneciendo tercera por la cola con 5,2 unidades.

Asturias sufre la evolución más negativa con un descenso interanual de un 11,2%, por el que pierde siete posiciones, cayendo del 7º al 14º lugar.

A pesar de estas variaciones, todas las comunidades autónomas tienen una puntuación media que está por encima de los 5 puntos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Seguridad en el empleo

El Monitor Adecco entiende el concepto de Seguridad en el empleo en un sentido amplio. Por eso, no solo comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, el paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido. En la media de este apartado, Cantabria es la comunidad con mayor seguridad en el empleo, seguida de Baleares y Extremadura.

El paro de larga duración: 1 de cada 4 parados de larga duración de la UE vive en España

El colectivo de parados de larga duración (llevan al menos dos años buscando empleo) es de poco más de un millón de personas, tras una reducción interanual de 267.700 personas. Es la menor cantidad de parados de larga duración desde diciembre de 2010, aunque es cuatro veces mayor, por ejemplo, que la que se registraba en el segundo trimestre de 2008.

Considerando la media de los últimos cuatro trimestres, un 32,4% de los parados está en esa situación desde hace al menos dos años. Es la proporción más baja desde marzo de 2013 y 3,9 puntos porcentuales inferior a la de un año antes. 

Esta proporción ha disminuido en todas las autonomías. Las reducciones más marcadas se alcanzan en Cantabria (caída interanual de 7,3 puntos porcentuales, hasta el 28,3%), Cataluña (recorte de 6,1 p.p., hasta un 25,9%) y Aragón (-5,6 p.p., por lo que queda en un 26,7%).

Asturias (41,5%) y el País Vasco (40,6%), son las únicas autonomías en donde hay más de un 40% de parados que padecen esa situación desde hace al menos dos años. Eso también es una muestra del progreso del mercado de trabajo: dos años atrás, en el segundo trimestre de 2017, eran diez las regiones con más de un 40% de parados de larga duración.

Baleares continúa siendo, por amplia diferencia, la comunidad con menor proporción de parados de larga duración, con un 18% (caída interanual de 6 décimas). Le siguen Cataluña y Aragón, con los niveles y variaciones recién mencionados.

Comparativa europea

Pese al progreso evidente en este terreno, una comparación de los datos de España con los de otros países europeos muestra claramente la necesidad de avanzar mucho más. En primer lugar, España es el país con mayor número de parados de larga duración, con 1,1 millones, superando, aunque por poco, a Italia, un país con una población un 30% más grande. Uno de cada cuatro parados de larga duración de la Unión Europea reside en España.

Considerando la relación entre el número de parados de larga duración y el total de personas sin empleo, el 32,4% de España, ya referido, solo es superado por Grecia (50,4%), Italia (38,4%) y Bulgaria (36,8%).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La media de la UE-28 es del 26,4%. Pero si se excluyen los datos españoles, esa misma media baja hasta el 24,9%. Esto significa que España “aporta” 1,5 puntos porcentuales a la proporción de parados de larga duración europea. Y si repetimos el ejercicio excluyendo ahora los datos de España e Italia, podremos ver que la proporción de parados de larga duración de la UE es un 21,4%. Esta es la cifra que nos indica la verdadera distancia entre los datos españoles y europeos.

Los países escandinavos destacan con los mejores registros: 7,3% en Suecia, 8,2% en Dinamarca y 11,2% en Finlandia. También es relativamente baja la proporción de parados de larga duración en Polonia (10,7%).

Respecto a los grandes países de la UE, presentan proporciones sensiblemente menores a la de España que, además, surgen de un número de parados muy inferior. Un 26,5% de los parados de Alemania están en esa situación desde hace al menos dos años. A primera vista no está tan lejos de España. Sin embargo, Alemania, con una población un 80% mayor a la española, tiene 381.400 parados de larga duración (un 64% menos).

Algo similar puede decirse respecto de Francia y Reino Unido. En el país galo, con una población un 43% más grande que la de España, hay 583.900 parados de larga duración (45% menos), que suponen el 22% del total de parados. En Reino Unido (su población es un 42% mayor a la de España) residen 185.100 parados de larga duración (83% menos), que equivalen al 14,1% de todo el colectivo de desocupados.

Más proporción de desempleados que cobran prestación

Si tenemos en cuenta que la prestación por desempleo tiene una duración máxima de dos años, está claro que la reducción del paro de larga duración está vinculada con el aumento de la proporción de parados que cobra una prestación por desempleo[4].

En efecto, esta variable se ha incrementado en cada uno de los últimos 14 trimestres. Además, los incrementos en el grado de cobertura vienen siendo cada vez de mayor magnitud. Durante este periodo, un 64,8% de los parados españoles ha recibido una prestación. Es la mayor proporción desde septiembre de 2011 y 7,2 puntos porcentuales más alta que un año atrás. 

Este indicador ha mejorado en todas las autonomías al mismo tiempo por segundo trimestre consecutivo, hecho que no ocurría desde septiembre de 2006. Hay tres regiones en las que más de un 80% de sus parados están cubiertos por una prestación: Baleares (90,8%; +11,4 p.p.), Extremadura (83,8%; +9,5 p.p.) y Cantabria (83%, +19,1 p.p., que tiene el mayor incremento a nivel autonómico).

En el otro extremo se encuentran cuatro regiones en donde el grado de cobertura de los parados es inferior al 60%. Se trata de la Comunidad de Madrid (50,3%; +4,1 p.p.), Canarias (52%; +0,3 p.p.), el País Vasco (58%; +7 p.p.) y Asturias (58,7%; +0,5 p.p.).

Crece la siniestralidad laboral de nuevo

La siniestralidad laboral prosigue la tendencia ascendente que inició a finales de 2013, tras una breve pausa en la primera mitad del año pasado. Concretamente, en el trimestre analizado, se registran 67,8 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados (+1,5% interanual). La siniestralidad laboral registrada durante el primer semestre del año en curso es la más alta desde 2011.

La proporción de accidentes de trabajo crece en 12 autonomías. Los mayores incrementos se observan en Navarra (+11,5% interanual), Cantabria (+10,7%) y Asturias (+6,9%). En cambio, el País Vasco (-4,2% interanual) y Canarias (-3%), ofrecen los recortes más significativos.

Baleares continua como la comunidad con mayor proporción de accidentes laborales: 89,3 siniestros que causaron baja cada 10.000 ocupados, pese a la reducción de un 2,2%. Le siguen Navarra (83,8 accidentes; desde marzo de 2010 esta autonomía no superaba los 80 siniestros cada 10.000 ocupados) y Andalucía (74,6; +2,9%).

En la situación opuesta, hay solo tres regiones con prácticamente 60 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados: Cantabria (60,1; pese al importante aumento interanual ya referido), la Comunidad Valenciana (60,2; +4,1%) y la Comunidad de Madrid (60,9 siniestros, alcanzados tras un recorte de un 2,2%).

Pese a la tendencia ascendente que exhibe la siniestralidad laboral (desde el mínimo de 2013 hasta ahora ha aumentado un 22%, pasando de 55,5 accidentes cada 10.000 ocupados a los ya mencionados 67,8), los actuales niveles siguen resultando muy bajos respecto, por ejemplo, de 2007, antes de la crisis. En dicho año, en el conjunto de España se contaban 112,4 siniestros cada 10.000 ocupados. Esto implica que la siniestralidad actual es un 40% más baja que la de 2007.

La misma conclusión se puede alcanzar cuando se observan los datos de cada comunidad autónoma. Cuando se compara la siniestralidad del segundo trimestre de 2013 con la del mismo trimestre del año actual, se encuentran incrementos en todas las regiones, que alcanza al 51% en Navarra, al 36% en Castilla y León, al 33% en Baleares y al 31% en Aragón y La Rioja. Los menores incrementos en este período corresponden a Canarias (+3%), Asturias (+4%) y el País Vasco (+9%).

En cambio, cuando comparamos el nivel actual de siniestralidad laboral con el de 2007, encontramos reducciones de al menos el 40% en Canarias (-47%, la mayor reducción de la siniestralidad), Andalucía, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid. Por el contrario, Navarra es la región donde menos cayó la siniestralidad desde 2007 hasta ahora, aunque aun así lo hizo un significativo 25%.

Remuneración: diez autonomías alcanzan sus salarios máximos

El salario medio del conjunto de España alcanza a 1.674 euros mensuales[5]. El incremento interanual, de un 1,7%, es el octavo aumento consecutivo (desde 2010 no se registraba una cadena tan prolongada de aumentos salariales).

Todas las autonomías presentan incrementos en sus respectivos salarios medios. De ellas, diez (Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid y Navarra) alcanzan sus máximos niveles salariales medios que registran las estadísticas.

El País Vasco se mantiene en la primera colocación, con una remuneración media de 1.973 euros mensuales (+1,5% interanual). Le sigue la Comunidad de Madrid, que tras lograr un incremento de 1,1%, eleva su remuneración hasta 1.964 euros/mes.

Navarra, Cataluña y Asturias conservan el tercer, cuarto y quinto puesto, respectivamente. En Navarra, el salario medio se eleva hasta 1.824 euros mensuales (+1,7% interanual) y en Cataluña hasta 1.788 euros (+2,4%). En el caso asturiano, la remuneración promedio es ahora de 1.680 euros/mes (+0,7%). Esas son las únicas regiones que tienen un salario medio que supera la media nacional.

En el otro extremo, Extremadura se mantiene en el último lugar a pesar de mejorar un 1,6% interanualmente (1.358 euros mensuales). La novedad es que Canarias pasa a situarse tercera por la cola (1.459 euros/mes; +2,1%) al haber podido superar a Murcia (1.433 euros/mes; +0,1%, el incremento más reducido de todas las autonomías).

Baleares es la autonomía que registra el mayor incremento interanual, de un 2,7%, por lo que su salario medio es ahora de 1.609 euros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si, por un lado, hay diez regiones en donde el salario medio actual es el mayor de sus respectivas series históricas, por otro hay tres autonomías en donde el nivel de la remuneración media se sitúa al menos un 2% por debajo de su respectivo máximo. De ese grupo, Extremadura y Murcia exhiben los casos más desfavorables (el actual salario de esas autonomías es un 2,6% menor al máximo). La otra región de este grupo es Castilla-La Mancha (1.477 euros/mes, un 2,2% inferior a su máximo).

El poder adquisitivo del salario

Cuando descontamos la inflación de la evolución del salario, obtenemos la variación de su poder de compra. El paulatino incremento de los precios al consumo erosiona gran parte de los incrementos salariales recién señalados. De hecho, el salario medio nacional acumula diez trimestres seguidos (desde el primero de 2017) perdiendo poder de compra.

Desde marzo de 2017 son más las comunidades autónomas que ven como la capacidad adquisitiva de su salario medio es erosionada, que las que experimentan la situación contraria. En el trimestre analizado, 10 regiones vieron recortada esta variable (aunque eran 15 en el anterior semestre).

Sin embargo, los aumentos salariales van teniendo su impacto: si ahora son siete las autonomías que ven mejorar el poder de compra de su salario medio, un año antes eran apenas dos las que se encontraban en tal situación.

Considerando las variaciones acumuladas en los últimos ocho trimestres (período que considera el Monitor Adecco para analizar las variaciones del poder adquisitivo del salario)[6] puede verse que el salario medio del conjunto de España pierde el 0,7% de su poder de compra en la actualidad. Pese a ser un retroceso, es el deterioro más bajo en dos años.

El caso general, que comprende a 10 regiones, es el de aquellas que hace un año mostraban un deterioro en el poder de compra del salario medio y ahora siguen mostrando una caída en el mismo. Dentro de estas autonomías, las caídas más pronunciadas han ocurrido en Castilla-La Mancha (-3,6%), la Región de Murcia (-3,2%) y Andalucía (-2,3%).

En las restantes siete autonomías hay dos situaciones diferentes. Una es la de Navarra y Asturias, que son las únicas que hace un año mostraban un aumento en el poder de compra de sus respectivos salarios medios y ahora continúan experimentando un incremento. La otra es la de Baleares, Canarias, Cataluña, Extremadura y Galicia, que hace un año mostraban un descenso en su capacidad adquisitiva pero ahora presentan una mejoría.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando las variaciones del poder de compra del salario medio que se acumularon a lo largo de los últimos ocho trimestres se expresan en términos de euros en lugar de hacerlo en porcentajes, las diferencias se aprecian mejor. En el caso del salario medio nacional, la pérdida de un 0,7% de su poder de compra equivale a que el asalariado medio español tiene, al cabo de un año, 133 euros menos en su bolsillo de los que tenía hace dos años.

Conciliación entre la vida personal y la profesional

En este apartado predominan los aumentos en la puntuación, con doce comunidades autónomas mejorando su respectiva calificación. La Comunidad Valenciana sigue encabezando las posiciones, seguida de Navarra, que escala un lugar y desplaza al País Vasco al tercer puesto.

Menos jornada parcial

El empleo a tiempo parcial continua con la tendencia descendente que inició a comienzos de 2015, junto con el inicio de la recuperación económica.

Durante el último año, 9 de cada 10 puestos de trabajo creados han sido a tiempo completo, por lo que ha bajado la proporción de ocupados a tiempo parcial (14,6%; 1 décima menos que hace un año). Es la proporción más baja desde diciembre de 2012.

Pese al ligero retroceso de la proporción de personas que trabajan a tiempo parcial, esta ha crecido en 11 autonomías y ha caído en las restantes 6: la Comunidad Valenciana, Aragón, el País Vasco, Andalucía, Cantabria y la Comunidad de Madrid.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Navarra, que hace un año se colocaba en la cuarta posición, se alza hasta el primer lugar, con un 16,6% (+0,7 p.p. interanual), desplazando al País Vasco a la segunda plaza (-0,6 p.p.). Extremadura asciende dos escalones, lo que le permite situarse en el tercer puesto, con un 16,2% (+0,4 p.p.). 

Baleares permanece en la última posición con un 12,3% (+0,2 p.p.) seguida por la Comunidad de Madrid (13,1%; +0,04 p.p.) y Canarias (13,4%; +0,1 p.p.).

Trabajar y estudiar para el 11,5% de los ocupados

La proporción de ocupados que cursan estudios se ha venido incrementando en cada uno de los últimos nueve trimestres. Es la mayor cadena de trimestres con incrementos al menos en 15 años. En el segundo trimestre, esta proporción sube hasta el 11,5%, el mayor registro en cinco años y 4 décimas por encima de un año antes. Son prácticamente 2,5 millones de personas las que trabajan y estudian al mismo tiempo.

Nueve comunidades ven incrementar esta variable, al tiempo que siete muestran descensos y la restante, Castilla-La Mancha, permanece igual que hace un año.

Navarra y el País Vasco ocupan las dos primeras posiciones y son también las dos que muestran los mayores incrementos. En el caso navarro, es un 17,1% de los ocupados los que también cursan estudios (+2,5 puntos porcentuales). Es el dato más alto conseguido por cualquier autonomía en por lo menos quince años. En el País Vasco, los ocupados que estudian son el 16,4% del total (+2,2 p.p.).

En la situación opuesta se encuentran tres autonomías en las que los ocupados que cursan estudios son menos del 10% del total. Se trata de Extremadura (8,5%, tras un descenso interanual de 7 décimas), Asturias (9,3%, -1,1 p.p.) y Andalucía (9,8%; -0,3 p.p.).

Oportunidades de empleo y desarrollo personal

En esta área del Monitor Adecco hay más retrocesos que avances en la puntuación, con ocho autonomías avanzando y las restantes nueve retrocediendo. Baleares sigue siendo la región que ofrece mejores perspectivas dentro de este apartado, seguida de Cataluña (mejora dos posiciones) y Madrid, que cede un puesto. 

Tercer trimestre consecutivo cayendo el paro en todas las autonomías

Por tercer trimestre consecutivo, la tasa de desempleo[7] ha bajado en todas las autonomías simultáneamente. En España, el descenso interanual del paro es de 1,8 puntos porcentuales, hasta el 14,4%. Aunque elevada, es la tasa más baja desde marzo de 2009 e implica un descenso total de 11,7 puntos desde el máximo alcanzado a finales de 2013, del 26,1%. En este mismo periodo hay cinco autonomías que han reducido la tasa de paro en más de 13 puntos: Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia.

Otra forma de ver la mejoría cuantitativa del mercado laboral es comprobar que ahora hay 10 autonomías con una tasa de paro igual o inferior al 12%. Y que, por primera vez en diez años, no hay ninguna comunidad autónoma con una tasa de paro superior al 22%.

Las tres regiones con menor tasa de paro son Navarra (8,9%), el País Vasco (9,3%) y Cantabria (10%). En la situación opuesta hay tres regiones en donde la proporción de parados es de más del doble que en estas tres autonomías. Son Extremadura (21,9%), Andalucía (21,6%) y Canarias (20,4%).  

Se frena la creación de empresas

El aumento del número de empresas en relación con la población está dando muestras de debilidad. Por una parte, el incremento interanual del segundo trimestre, +0,7%, es el más bajo en cinco años. Por otra, hay cuatro regiones en donde esta variable desciende: Baleares, Canarias, Cataluña y el País Vasco. No ocurría algo así desde septiembre de 2014.

Pese a lo anterior, España cuenta ahora con 29,5 empresas cada mil habitantes, que es el registro más alto de los últimos ocho años. Dicha cifra implica un incremento de un 8% con relación al mínimo ocurrido en el último trimestre de 2013.

A pesar de su descenso de un 0,4% interanual, Baleares permanece como la comunidad con mayor número de empresas en relación con su población: 34,9 firmas cada mil habitantes. Le siguen La Rioja (34,3 empresas por millar de personas; +1,1%) y Aragón (31,7 compañías cada mil habitantes; +0,7%).

El caso opuesto viene representado por cuatro autonomías en donde el número de empresas es inferior a 28 cada mil personas: el País Vasco (27,1; -0,04%), Navarra (27,4; +0,5%), Asturias (27,7; +0,8%) y Canarias (27,9; -0,3%).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una consecuencia positiva de la ralentización en el crecimiento del parque empresarial es que, al ser simultánea al incremento del empleo, permite un aumento del tamaño medio de la empresa española, entendido como la media de ocupados por empresa. El aumento del tamaño medio de las empresas es beneficioso para el conjunto de la sociedad. Por ejemplo, cuanto más grande es una empresa, puede financiarse más barato, aprovecha mejor las economías de escala, crecen las oportunidades de comerciar con el exterior y ofrece mayores oportunidades para desarrollar su carrera profesional a su personal.

Ahora, la compañía media española tiene 14,7 ocupados, que es el mayor número en al menos 20 años. En todo caso, solo en cinco autonomías el tamaño medio actual de sus empresas es el máximo que se registra. Son la Comunidad de Madrid, Navarra, la Región de Murcia, Aragón y Andalucía.

Solo hay tres comunidades con más de 15 ocupados por empresa: Madrid, Navarra (16,3 en ambos casos) y el País Vasco (15,9). Las regiones con empresas, en promedio, más pequeñas son Extremadura (11,9 ocupados por firma) y Andalucía (12,7).

Conflictividad laboral

Tras mostrar descensos en cada uno de los cuatro trimestres del año pasado, el número de huelgas vuelve a aumentar en la primera mitad del año. En el trimestre que nos ocupa se registran 14,5 conflictos cada 100.000 empresas (+9,9% interanual). Es el número más alto de huelgas desde marzo de 2015.

La cantidad de conflictos crece en 14 autonomías. Los incrementos más pronunciados corresponden a Navarra (+99% interanual), Castilla y León (+71%) y La Rioja (+69%). Navarra pasa a ser la comunidad con mayor proporción de conflictos, con 102,1 cada 100.000 empresas. Por detrás se colocan el País Vasco (98,4 huelgas; +22,8%) y, a mayor distancia, Asturias (43,1 conflictos; +8,1%).

Solo tres autonomías ven caer su cantidad de huelgas. Son Canarias (descenso de un 9,6% interanual), Madrid (caída de un 4,5%) y la Comunidad Valenciana (recorte de un 0,9%). Canarias se coloca como la comunidad autónoma con menor proporción de conflictos, con solo 7,4 cada 100.000 empresas. Junto con Andalucía (8,1 huelgas; +12,2%) y Castilla-La Mancha (8,4 conflictos; +41,9%), son las únicas regiones con menos de 9 huelgas cada 100.000 empresas.

Si bien el número de huelgas crece, la cantidad de trabajadores participantes en ellas se recorta. De eso se deduce que, en promedio, cada huelga tiene un seguimiento menor. En el conjunto de España, los participantes en huelgas descienden un 62,8% interanual, quedando en 27 huelguistas cada 10.000 ocupados. Es el resultado más bajo desde marzo de 2017.

La comunidad que registra el descenso más marcado en la participación en huelgas es Cataluña, de un 84,8% interanual que lo deja en 34,7 huelguistas cada 10.000 ocupados. Sin embargo, este resultado está distorsionado por las huelgas convocadas a finales de 2017 a raíz del conflicto político en la región.

Más allá del caso catalán, exhiben descensos significativos en el número de huelguistas Murcia (-46,3% interanual), Galicia (-44,4%), Castilla y León (-39%) y el País Vasco (-38,8%).

Extremadura continúa siendo la autonomía con menos huelguistas (3,5 cada 10.000 ocupados; +37,7% interanual), seguida de Murcia (4,8 huelguistas, tras el descenso ya señalado) y Castilla-La Mancha (5,1 participantes; +32,7%).

El País Vasco sigue siendo la región con mayor participación en huelgas, con 97,6 huelguistas, siempre cada 10.000 ocupados (pese al descenso citado). Por detrás se colocan Madrid (80,2 participantes; -18,8%) y Galicia (35,1 huelguistas, también a pesar del importante recorte ya mencionado).

Andalucía es la que incrementa en mayor medida la participación en huelgas, más que duplicando el número de huelguistas (+107%, quedando en 17,8 participantes). Sin embargo, la actual participación en huelgas andaluza es sensiblemente menor que la media nacional.

 


[1] Ver Qué es el Monitor Adecco al final del documento.

[2] Últimos datos disponibles.

[3] Análisis interanual: comparativa del segundo trimestre de 2019 con respecto al segundo trimestre de 2018.

[4] El vínculo no es exacto pues hay otras prestaciones dirigidas, precisamente, a las personas que agotan el seguro de desempleo. Para el cálculo de la proporción de parados que cobran una prestación se excluye a aquellos que ya encontraron un empleo y también a aquellos que llevan desempleados menos de un mes (no ha dado tiempo a que comiencen a cobrar la prestación correspondiente).

[5] Cuando hablamos de salarios hacemos referencia al salario ordinario promedio en términos brutos, publicado por el INE. Es decir, a los pagos de regularidad mensual, excluyendo pagas extraordinarias, horas extras y otros conceptos antes de computarse las retenciones y deducciones que correspondan. Siempre se hace referencia a la media de los últimos cuatro trimestres.

[6] El análisis de la evolución del poder de compra del salario medio se refiere siempre a un periodo de 8 trimestres. Ver nota metodológica al final.

[7] Promedio móvil de 4 trimestres.




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