La Comisión ha pedido hoy a los Estados miembros que apoyen sus esfuerzos por dotar a la Unión Europea de instrumentos de defensa comercial actualizados, reforzados y más solventes.
A pesar de que la Comisión Europea ha utilizado el arsenal de instrumentos de defensa comercial de que dispone al máximo de sus posibilidades, ha quedado demostrado que no es suficiente para hacer frente a enormes excesos de capacidad cuya consecuencia es la llegada al mercado de la UE de exportaciones objeto de dumping.
La UE es y quiere seguir siendo el mayor bloque comercial del mundo. Pero el comercio debe basarse en condiciones justas. La UE recibe el 15 % de las importaciones mundiales (solo por detrás de los Estados Unidos) y, sin embargo, sus medidas de defensa comercial representan solo el 7,8 % de las aplicadas en el mundo y afectan a tan solo el 0,21 % de las importaciones. A la hora de aplicar medidas para defender puestos de trabajo en su territorio, ningún otro bloque comercial observa este nivel moderación, que resulta de las limitaciones que impone la legislación vigente.
La necesaria modernización de los instrumentos de defensa comercial puede lograrse mediante la rápida adopción de la propuesta presentada en 2013.
El presidente Jean-Claude Juncker ha declarado: «El comercio es fundamental para nuestro crecimiento económico y la creación de empleo, pero no debemos ser ingenuos. Nuestras reglas actuales resultan insuficientes para combatir el daño que causa la competencia extranjera desleal. Algunas industrias de la UE han perdido miles de puestos de trabajo. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Las reglas de defensa comercial de la UE necesitan una actualización urgente. La Comisión ha hecho su parte, desplegando plenamente los instrumentos de defensa comercial. Pero hemos llegado al límite de lo posible con la legislación vigente. Hemos presentado medidas que aumentarían considerablemente nuestro margen de maniobra. Es hora de que los Estados miembros adopten las decisiones necesarias y doten a la Comisión de los instrumentos adecuados para hacer frente a las realidades del actual entorno comercial internacional.»
El vicepresidente Katainen ha declarado: «La política comercial es uno de los mayores motores de empleo, crecimiento e inversión en la UE. Treinta millones de puestos de trabajo están vinculados directamente a nuestras exportaciones, cantidad que ha aumentado en dos tercios en los últimos quince años. Los acuerdos comerciales celebrados recientemente arrojan resultados impresionantes: El acuerdo con Corea ha permitido aumentar en un 55 % las exportaciones de la UE en cinco años, incrementando su valor en 15 000 millones de euros. Este aumento se traduce en más de 200 000 puestos de trabajo en la UE. Nuestra prosperidad y nuestro bienestar dependen del comercio. El libre comercio debe ser justo, y solo el comercio justo puede ser libre».
Cecilia Malmström, comisaria de Comercio, ha declarado: «El comercio es clave para el crecimiento y el empleo en Europa. Tenemos una ambiciosa agenda para abrir mercados y lograr oportunidades de negocio y ventajas para los ciudadanos y las empresas. El comercio necesita también la confianza del público, razón por la cual la Comisión trabaja sin desmayo por un comercio inclusivo, transparente, justo y basado en valores».
En una Comunicación específica titulada «Hacia una política comercial sólida para la UE, en beneficio del empleo y el crecimiento», la Comisión destaca asimismo cómo utilizar la nueva metodología antidumping que tiene previsto proponer para abordar situaciones en las que no prevalecen las condiciones de mercado, teniendo en cuenta además los futuros cambios del marco jurídico de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Las modificaciones propuestas —dentro del respeto de las reglas de la OMC— permitirían a la UE imponer derechos antidumping más elevados en algunos casos, por ejemplo cuando los países exportadores tienen enormes excesos de capacidad de producción. Asimismo, la nueva metodología antidumping prevista permitiría a la UE reflejar las distorsiones del mercado vinculadas a la intervención pública en los terceros países que ocultan el verdadero alcance de las prácticas de dumping.
Modernización de los IDC
La actual legislación de la UE fija límites en los derechos antidumping, lo que entorpece los esfuerzos de la Comisión por resolver las dificultades que sufren las industrias —como el sector del acero— a consecuencia del enorme incremento de las importaciones de productos objeto de dumping.
Esto se debe a la aplicación sistemática de la denominada regla del derecho inferior (RDI). Para imponer medidas antidumping provisionales es preciso probar la existencia de dumping por parte de un tercer país y demostrar un perjuicio para la industria de la UE, con una relación de causalidad entre ambos. El nivel del derecho antidumping que se impone es igual al margen de dumping o al nivel que elimine el perjuicio, si este último es inferior (la «regla del derecho inferior»). En la práctica, esto significa que respecto a productos comparables objeto de dumping originarios de China, como determinados productos planos de acero laminados en frío, el derecho antidumping medio de la UE ha sido del 21,1 %, mientras que el de los Estados Unidos, país que no aplica la regla del derecho inferior, ha sido del 265,8 %.
En las condiciones actuales, las herramientas existentes ya no son adecuadas para los fines perseguidos. En la propuesta que presentó la Comisión en 2013 se establecen instrumentos de defensa comercial caracterizados por una mayor transparencia, procedimientos más rápidos y una garantía de cumplimiento más efectiva, y se proponen cambios en la aplicación de la regla del derecho inferior en determinadas circunstancias bien definidas. A pesar de la presentación de posibles soluciones intermedias sobre dicha regla (adaptándola a los casos en que existen enormes excesos de capacidad o distorsiones del mercado de materias primas, por ejemplo en los precios de la energía), el Consejo aún no ha podido llegar a un acuerdo.
En su Comunicación sobre el acero, de marzo de 2016, la Comisión expuso otras ideas para reducir en dos meses las investigaciones de defensa comercial y para modificar la actual metodología de cálculo del objetivo de beneficio.
Nueva metodología antidumping
La nueva metodología antidumping se perfiló en julio, tras el segundo debate de orientación del Colegio de Comisarios, para tener en cuenta los cambios del marco jurídico internacional, con la próxima expiración de determinadas disposiciones del Protocolo de Adhesión de China a la OMC.
Según la propuesta, no se otorgará el «estatus de economía de mercado» a cualquier país, sino que se garantizará que los instrumentos de defensa comercial de la UE se adapten para hacer frente a los nuevos retos y a las nuevas realidades jurídicas y económicas, manteniendo un nivel equivalente de protección.
La Comisión Europea propondrá un nuevo método para calcular el dumping en las importaciones procedentes de países en los que existen distorsiones del mercado, o en los que el Estado tiene una influencia dominante en la economía.
La aplicación de esta nueva metodología incluiría un período transitorio durante el cual todas las medidas antidumping y antisubvenciones vigentes seguirían estando sujetas a la legislación actual y no resultarían afectadas las investigaciones en curso. La Comisión propondrá también un mayor fortalecimiento de la legislación antisubvenciones de la UE para que en los futuros casos, toda nueva subvención descubierta en el transcurso de una investigación pueda también investigarse y tenerse en cuenta en los derechos finales impuestos.
Debería presentarse una propuesta antes de que finalice el año.
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