De esas 28 normativas (entre ellas Leyes Orgánicas, Leyes ordinarias y Reales Decretos-Leyes), once responden al mandato de transposición al ordenamiento jurídico interno de España de directivas aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, señaló en un comunicado la Eurocámara.
En concreto, se trató de directivas relacionadas con la elusión fiscal y su implicación en el mercado interior, el fomento de la implicación a largo plazo de los accionistas en sociedades cotizadas o la lucha contra el blanqueo de capitales mediante el Derecho Penal.
También con el sector de la competencia, entidades de crédito, telecomunicaciones, medidas tributarias, daños medioambientales, desplazamiento de trabajadores, defensa de los consumidores o el mercado interior de la electricidad y la eficiencia energética.
Asimismo, las leyes aprobadas guardaron relación con la prevención, detección e investigación de infracciones penales y de ejecución de sanciones, la cooperación reforzada para crear la Fiscalía europea, la cadena alimentaria o los residuos y suelos contaminados.
El resto de normativas aprobadas, otras 17, derivan de recomendaciones, orientaciones, programas o iniciativas emanadas del Consejo, Comisión o Parlamento Europeo, o de otras instituciones comunitarias, recordó la Eurocámara.
Estas iniciativas legislativas regulan aspectos mayoritariamente relacionados con las consecuencias derivadas de la pandemia de la COVID-19: medidas para la reactivación económica, social, cultural, transportes, vivienda y teletrabajo.
Pero, además, con áreas diversas como la prevención de la violencia en la infancia y la adolescencia, determinados límites a las reducciones de IVA, el trabajo a distancia o la temporalidad en el empleo público.
“Cada vez son más las leyes y decisiones nacionales que derivan directa o indirectamente de las normas europeas aprobadas por el Parlamento Europeo y por el Consejo de la UE, a las que hay que añadir las leyes de aplicación directa”, consideró el portavoz de la Eurocámara, Jaume Duch.
En su opinión, es “importante que la ciudadanía sepa que una parte del trabajo de los parlamentos y gobiernos nacionales es continuación del de las instituciones europeas”.
“Ya no se entiende la política nacional si no es en el contexto de la política europea. Por eso las elecciones al Parlamento Europeo o la investidura de la Comisión cobran ahora más importancia y por eso los parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo deberían intensificar su colaboración”, enfatizó
No hay comentarios.