Las víctimas están en situación de inferioridad
En este sentido, hay que tener en cuenta que las víctimas se encuentran, en la mayoría de los casos, en situación de inferioridad, ya sea por las posibilidades físicas de defenderse o reaccionar, o bien por las capacidades mentales, frecuentemente deterioradas.
Atendiendo a esta fragilidad, por lo tanto, partimos de una inferioridad del anciano respecto a quien le agrede, hecho que tendrá sus consecuencias en forma de agravantes.
Las agresiones atentan contra la seguridad de los ancianos en su ámbito doméstico
No olvidemos que estas agresiones se producen en el lugar de residencia de las personas mayores, por lo que atentan contra su seguridad dentro de su ámbito doméstico.
Nuestros mayores tienen derechos
Nuestros mayores pueden tener discapacidades o limitaciones, pero en cualquier caso disfrutan plenamente de sus derechos fundamentales. Sus agresores, por lo tanto, pueden ser multados o encarcelados por no tratarles como merecen.