El Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo ha condenado a dos años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión médica por un periodo de 4 años a un traumatólogo que atendió a una joven gimnasta que acabó perdiendo una pierna al ser necesario practicarle un amputación.
La jueza lo considera responsable de un delito de lesiones por imprudencia grave con pérdida de miembro principal y grave deformidad. Lo condena asimismo a indemnizar a la perjudicada en más de dos millones de euros, así como en los gastos previsibles de asistencia sanitaria y por incremento de costes de movilidad; cantidades de las que deberán responder conjunta y solidariamente el acusado, dos aseguradoras y el centro médico.
La sentencia no es firme y se puede recurrir ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.
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