La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra confirma las penas impuestas por el Juzgado de lo Penal nº 4, que consideró que el acusado puso en peligro la vida de otros conductores
A pesar de no tener el permiso de conducir, el acusado robó un autobús en Tafalla y lo condujo “con exceso de velocidad”, lo que provocó que diferentes vehículos tuvieran que frenar o realizar maniobras evasivas para no chocar con él. En su trayecto, además, golpeó coches y camiones y no respetó señales de stop ni de ceda el paso, y circuló por sentido contrario no solo en la vía sino en el interior de una rotonda.
Por estos hechos, por una conducción “con manifiesto desprecio por la vida de los demás”, el Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona condenó el pasado marzo al encausado, O. H. D. S., a 4 años y 6 meses de prisión, una pena que fue confirmada en mayo por la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra.
Sobre las 9.25 horas del 18 de noviembre de 2018, el procesado, de 20 años, acudió al parking de autobuses de la calle Ábaco de Tafalla, donde se apoderó de la llave de acceso a un autobús. En el interior del mismo, a sabiendas de que no tenía carné de conducir y de que había consumido drogas —anfetaminas— que podían afectar a su capacidad de atención y reflejos, puso en marcha el vehículo con las llaves que estaban colocadas en el sistema de arranque.
Según recoge la sentencia, en su circulación golpeó y chocó con otros turismos y señales viales. Pese al estado en que se encontraba el procesado, su impericia al volante para conducir un vehículo de estas características, y desatendiendo las indicaciones que le hacían los viandantes ante su conducción, se incorporó a la carretera N-121 (Pamplona-Tudela).
El acusado, que llegó a circular a una velocidad de 100 km/h, mostró “absoluta indiferencia hacia el resto de usuarios de la vía que tuvieron que apartarse de su trayectoria”.
Ni respetó señales de stop ni de ceda al paso, e hizo caso omiso a una patrulla de la Policía Foral que le dio el alto con la sirena y luces de emergencia.
Puso en peligro la vida de los ocupantes de un vehículo cuyo conductor esquivó una colisión frontal “por unos pocos centímetros” frenando bruscamente y subiéndose a la isleta de un cruce.
A las 9.42 horas, al ver cerrada su trayectoria por una patrulla de la Guardia Civil y un vehículo de la Policía Foral, el procesado frenó bruscamente y el autobús golpeó por alcance al coche de la policía autonómica.
Puso en peligro la vida de un matrimonio y sus dos hijos
En el turismo que tuvo que maniobrar bruscamente para evitar la colisión frontal viajaba un matrimonio con sus dos hijos menores de edad, de 6 y 3 años en aquel momento. “Si el conductor de este vehículo no hubiera reaccionado tan rápido, la colisión con el autobús hubiese sido frontolateral y seguramente mortal”, concluyó el juez de lo penal.
El magistrado impuso al condenado 1.800 euros de multa por un delito de robo de uso de vehículo de motor, así como 4 años y 6 meses de prisión y una multa de 3.960 € por un delito contra la seguridad vial, en su modalidad de conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás, en concurso ideal con un delito de lesiones y otro contra la seguridad vial por conducir sin permiso.
En su recurso, la defensa se aquietó con la estimación que se hizo en la sentencia de que la conducta del inculpado, su conducción del autobús, fue realizada con temeridad manifiesta, pero se mostró disconforme con que dicha acción se hubiera realizado con manifiesto desprecio por la vida e integridad física de los demás.
Los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia avalan los razonamientos del juez de instancia y califican de “acierto” su conclusión al constatar que “se trató de una conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás”.
Asimismo, el tribunal rechaza la pretensión de la defensa de estimar en la conducta del condenado la circunstancia eximente completa o incompleta de drogadicción.
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