Helas Consultores, empresa líder en protección de datos y compliance con dos décadas de trayectoria en nuestro país, ha organizado la primera edición de FORO HELAS: COFFEE & PRIVACY. El objetivo del foro es ofrecer a un reducido número de empresas un espacio amigable y confidencial en el que intercambiar sus inquietudes, problemas y soluciones sobre un tema en concreto al entorno de la protección de datos y el compliance.
En esta primera edición, con una excelente respuesta por parte de las empresas convocadas tanto nacionales como internacionales, el foco ha recaído sobre la figura del Delegado de Protección de Datos (DPD). Una de las principales novedades de la normativa europea, pero que se ha revelado como imprescindible para implementar la cultura del cumplimiento normativo en protección de datos.
“En el encuentro se han puesto en evidencia algunas similitudes a la hora de la afrontar la designación del DPD, pero también grandes diferencias en función del perfil de la empresa”, explica María Martín Pardo de Vera, responsable del Área de Protección de Datos de Helas Consultores. “Por ejemplo, ha quedado claro que la mayoría de empresas apuestan por un perfil jurídico para el DPD, con apoyo por parte de otras áreas. Por ejemplo, en algunas grandes empresas ya existen comités de cumplimiento normativo con un DPD ejerciendo de coordinador”.
Para Martín, algo que las empresas deben tener muy claro es que es “imprescindible que hagan el ejercicio interno de diseñar su propio DPD atendiendo a su estructura y organización”.
Sobre el eterno debate entre si es mejor un DPD interno o uno externo, en el Foro la mayoría concluyó que lo ideal es un equilibrio entre ambos. Para María Martín, “el DPD interno está claro que tiene un conocimiento muy alto de la organización, pero se enfrenta a muchos problemas”.
Como se evidenció por parte de los asistentes al Foro, algunos de estos problemas son el conflicto de intereses, la falta de presupuesto para elaborar la estrategia o la poca implicación de la alta dirección de la empresa.
Un punto, este último, destacado por todos los presentes como fundamental: si no existe implicación clara por parte de la dirección, la implementación es muy difícil. Algunos incluso evidenciaron la presión que a veces reciben para que el cumplimiento normativo no frene en absoluto la actividad empresarial.
“En este sentido – apunta María Martín-, un DPD externo puede ser muy beneficioso, porque no tendrá ni conflicto de intereses, ni una presión interna de este tipo. Y, además, el DPD externo aporta conocimientos más especializados y una actualización sobre la normativa que, quizás, internamente es difícil mantener”.
El próximo Foro Helas se celebrará el mes de enero y se centrará en la problemática que la nueva normativa sobre cookies ha abierto en las compañías españolas.
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