Estamos ya a finales de febrero y es cierto que las expectativas de recuperación y crecimiento van más lentas de lo que nos esperábamos y / o de las expectativas que nos habían creado.

A pesar de ello, o quizá por eso, hay otras medidas que parece que van cogiendo forma. A la ya conocida prórroga de los ERTE y las escasas ayudas para los autónomos, parece que ya se empieza a plantear por parte del Gobierno de España, la necesidad de ofrecer ayudas directas a las empresas. Esta ha sido una reclamación insistente desde el mundo académico, profesional y empresarial y ahora parece que también desde Europa se insiste en plantearlo como vía de salida y de sostén de muchas actividades que, de lo contrario, se verán abocadas a su desaparición.

Entretanto, porque este tipo de decisiones van muy (demasiado) lentas, tendremos que intentar prorrogar las carencias de los ICO ya aprobada, que requiere de nuestra solicitud ante la entidad bancaria correspondiente.

La otra noticia destacada es la aprobación por parte de los Jueces Mercantiles de Barcelona de un protocolo de actuación del que se ha denominado Pre-Pack, que no es otra cosa que intentar facilitar la venta de unidades de negocio viables pero con problemas de insolvencia, y hacerlo con la agilidad necesaria para no dañar los activos que, en un procedimiento ordinario, se podía producir por la dificultad de compaginar los tiempos empresariales con los tiempos procesales. Es de agradecer este esfuerzo por parte de los jueces de adelantarse a un tema que, más pronto que tarde, se verá reflejado en la Ley Concursal, pero que hay que hacer efectivo con carácter de urgencia. Nosotros estamos dispuestos a ayudar a las empresas que se puedan ver en esta situación.

Todo ello nos muestra un escenario que, lejos de ser el deseado, genera expectativas de que algo se mueve y que se empieza a ser consciente de que la duración de esta pandemia exige medidas mucho más contundentes a favor de la economía productiva.

Ahora ya sólo nos falta que esta voluntad se transforme en hechos y, a poder ser, que se haga con la celeridad que la situación exige.

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