- La confianza empresarial baja al 10%, el peor nivel desde hace seis años.
- El pesimismo directivo español podría anticipar un menor dinamismo de la economía española.
- Casi un 50% de empresarios en España, preocupados por el impacto de la incertidumbre política y económica nacional e internacional.
- Sin embargo, 8 de cada 10 directivos confían en mejorar o igualar sus ingresos en los próximos 12 meses.
- Preocupan las expectativas a la exportación: descienden un 50% en un año.
El optimismo neto de los empresarios españoles con respecto a la economía se ha estancado en un 10% durante el primer semestre de 2019. Desciende un punto desde el semestre anterior y supone el nivel más bajo registrado desde 2013, pero lo hace en un contexto en el que las previsiones de los propios empresarios sobre sus negocios son todavía sólidas. Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta económica International Business Report, que publica cada seis meses la firma de servicios profesionales Grant Thornton, y que se confecciona a partir de 5.000 entrevistas a altos directivos de más de 30 países, 400 de ellos en España.
Si entre la primera y la segunda mitad del año pasado el nivel de optimismo de los directivos españoles hacia la economía cayó 59 puntos hasta situarse en un 11% neto (la diferencia entre optimistas y pesimistas), en el primer semestre de 2019 ese optimismo ha bajado solo un punto, situándose en el 10%. Pese a la buena noticia de su estabilización, este es el nivel más bajo en seis años. (consulte gráfico abajo).
Las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China; la posibilidad cada vez mayor de un Brexit sin acuerdo; la reciente subida del precio del petróleo y la continuidad en la incertidumbre política en clave nacional explican ese bajo nivel de optimismo, reflejado también en la desaceleración a la que apuntan los últimos indicadores de producción industrial, exportaciones o turismo.
“El descenso del optimismo en la última oleada de nuestro estudio parece alinearse con algunas recientes revisiones a las previsiones de crecimiento global de las principales instituciones. A pesar de ello, la economía española sigue mostrando una cierta fortaleza en un entorno global de mayores riesgos”, explica Alejandro Martínez Borrell, presidente de Grant Thornton.
El nivel de optimismo en España que muestra el indicador de Grant Thornton se ha deteriorado menos en los últimos seis meses que el de la Unión Europa o el global, que han retrocedido, respectivamente 2 y 7 puntos, situándose en el 26% y el 32%. En el caso del optimismo mundial, su dato es el peor en tres años.
Si nos comparamos con los principales países de la zona euro sorprende, por ejemplo, la ligera mejora del dato de optimismo en Reino Unido, que ha subido 3 puntos y se sitúa en el 13% (de todos modos, muy por debajo al anterior dato antes del referéndum). Italia registra el peor dato de las principales economías de nuestro entorno (8%) mientras que Alemania, en cambio, se muestra predominantemente optimista (42%). En Francia, como en Reino Unido, el dato ha mejorado en 6 puntos respecto a la segunda mitad de 2018, hasta situarse en el 29%.
La inquietud hacia la evolución de la economía aumenta
Junto al estancamiento del optimismo, los empresarios españoles encuestados por Grant Thornton también expresan una mayor incertidumbre económica, que ha aumentado del 46% al 49% en solo seis meses. Es decir, casi la mitad de los directivos encuestados se muestran inquietos ante los acontecimientos externos porque creen que pueden llegar a afectar a su empresa. “Este aumento se ha podido ver respaldado por la incertidumbre política que está experimentado España desde el pasado mes de abril y, sin duda, podría contribuir en los próximos meses a la desaceleración a la que empiezan a apuntar algunos indicadores tanto internos como externos, especialmente tras un escenario de nuevas elecciones”, explica Carlos Fernández, consultor y economista experto de Grant Thornton.
A nivel europeo, y en contraste con su buen dato de optimismo, los empresarios británicos son los más preocupados por la incertidumbre económica, ya que un 54% de los encuestados en ese país considera que afecta a su capacidad de crecer. Alemania, en cambio, es el mercado donde existe una menor inquietud, con solo 3 de cada 10 encuestados preocupados por la evolución de la economía.
“Los factores nacionales se suman a un creciente escenario de inestabilidad económica y política internacional. La incertidumbre de nuestros empresarios conecta con la incertidumbre ante un cada vez más real Brexit sin acuerdo; por cómo puede verse afectada la actividad comercial de Europa ante la guerra comercial entre China y Estados Unidos o por la subida del precio del petróleo. A nivel global, esta incertidumbre apunta sin duda al temor creciente a una recesión”, añade Alejandro Martínez Borrell, presidente de Grant Thornton.
Las perspectivas de crecimiento en España empresarial siguen resistiendo
En contraste con las expectativas de mayor incertidumbre en el contexto económico global, la última oleada del International Business Report de Grant Thornton, que radiografía el estado del middle-market en España desde 1992, muestra que los empresarios españoles siguen confiando en la buena evolución de sus negocios. En concreto, 8 de cada 10 confía en mejorar o dar continuidad a sus ingresos actuales durante los próximos doce meses. Es un buen dato, a pesar de que ha empeorado dos puntos con respecto al mismo semestre en 2018. Este porcentaje es además superior en un punto al de la Unión Europea y al global, situados ambos en el 82%, y está por encima también del resultado de países de nuestro entorno como Alemania o Reino Unido.
Descienden notablemente también las previsiones de beneficios de los empresarios españoles, que caen del 31% al 23%. Este descenso de 8 puntos nos sitúa por debajo de los saldos netos europeo (26%) y global (35%), y de países como Reino Unido (28%) o Italia (29%).
La última oleada del análisis de Grant Thornton también arroja el peor dato de perspectivas de creación de empleo por parte de los empresarios españoles desde 2014, el año en que empezó a consolidarse la recuperación económica. En concreto, solo un 18% de los encuestados prevé ampliar su plantilla en los próximos 12 meses. “Los costes laborales en España han aumentado en el segundo trimestre un 2,4%, tanto por el incremento del salario mínimo profesional como el de los sueldos en general. Esta evolución se produce en un entorno de cautela sobre las expectativas de crecimiento. Ambos factores podrían explicar las peores perspectivas de las empresas en sus previsiones de contratación”, indica Carlos Fernández, consultor y economista de Grant Thornton.
Ese paso atrás en las previsiones de ampliación de sus plantillas convive con la percepción de los empresarios españoles de que falta mano de obra cualificada para los puestos de trabajo que ofertan. En concreto, el 39% de los encuestados por Grant Thornton tiene esa sensación, que ha empeorado además en 22 puntos respecto a hace un año, cuando solo un 17% de directivos manifestaba esa sensación. Este dato es mejor, sin embargo, que la media de la Unión Europea y, en especial, en potencias como Alemania, donde el 50% de las empresas identifican la falta de trabajadores calificados como un obstáculo, y, en Francia, donde se muestran preocupados un 48% de empresarios.
“Para seguir siendo competitivos, las empresas más dinámicas necesitan nuevos perfiles profesionales y mano de obra cualificada que en este momento es más escasa a tenor de los datos de nuestro estudio. Los costes laborales se consideran además factores limitantes”, apunta Alejandro Martínez Borrell.
Por otro lado, los empresarios han reducido sus expectativas de aumentar exportaciones en un 50% respecto a la media de 2018, situándose en un 18%: un descenso superior a la media de la zona euro. Esa bajada de las expectativas de las exportaciones de la UE contrasta además con la media mundial que se mantiene estable y sin cambios con respecto al segundo semestre del año anterior.
“En contraste con su elevado pesimismo hacia la economía española, las perspectivas de los empresarios respecto a sus negocios en los próximos 12 meses mantienen una notable solidez. El presente semestre será clave para despejar la incertidumbre política y ver si el grado de optimismo de nuestros empresarios se alinea o no con las perspectivas todavía positivas que están ofreciendo tanto el Banco de España, como Bruselas o el FMI y que en los últimos meses han pronosticado un crecimiento medio de nuestra economía entre el 2,4% y el 2,2%. Unas previsiones que, sin embargo, podrían verse afectadas gradualmente por un entorno de mayor incertidumbre global”, concluye finalmente Alejandro Martínez Borrell, presidente de Grant Thornton.