Imagínate llevar a casa tu nuevo colchón y cuando estás preparado para usarlo notas que hay un resorte saliendo por la superficie ¿qué puedes hacer? La garantía del producto es justamente lo que te protege de estas situaciones que escapan de tus manos.

Pero, por supuesto, esto dependerá del problema que haya y su origen. Por eso, es importante informarse sobre la garantía de los colchones para aprovecharla como es debido.

La Garantía Legal De Los Colchones

Como muchos productos del mercado, los colchones deben presentar una garantía que proteja al usuario. Es decir, es una promesa o compromiso que adquiere el vendedor con el comprador, de que la mercancía cumple con su normal funcionamiento.

En el caso de los colchones sucede igual, cada marca ofrece cierta garantía para la tranquilidad del usuario. Si bien hay unas normativas generales a seguir, es habitual encontrar ciertas diferencias entre una marca y otra.

Pero, lo común es que esta garantía solo respalde detalles de fabricación. Lo que quiere decir que si hay daños o desperfectos ocasionados por un uso indebido por parte del usuario, no aplica. De igual manera, si se trata de un deterioro natural presentado por el envejecimiento del material del colchón, tampoco se puede reclamar la garantía.

En los sitios web de las marcas de los productos del descanso, se suele presentar una guía informativa detallada sobre la garantía, su aplicación y otros datos.

Por ejemplo, cómo la tolerancia respecto a la diferencia que puede haber entre la altura ofrecida en un colchón en la plataforma y la presentada por el modelo en la realidad, tal y como establece la normativa Europea UNE/ EN 1334.

¿Qué Garantía Tienen Los Colchones?

Como se ha indicado, los colchones tienen una garantía que aplica solo en caso de que haya defectos físicos a causa del proceso de fabricación. Por ello, los problemas estructurales son parte de los elementos que entran en validez.

Si el usuario posterior a su compra, no cumple con las recomendaciones de uso y debido a ello el colchón se deteriora, no se podrá reclamar la garantía. Así mismo, estas no suelen tolerar que se hayan efectuado reparaciones por terceros.

De igual manera, hay un porcentaje de tolerancia ante el hundimiento del colchón, ya que es algo natural. Siempre que no alcance un alto porcentaje que no tenga relación con el proceso normal que atraviesa el material con el uso.

Pero, ¿de cuánto es la garantía de los colchones? Como se ha mencionado anteriormente, esto varía de una marca a otra, pero lo habitual es que los productos para adultos tengan entre 10 y 15 años. Mientras que la garantía en un colchón de cuna puede variar usualmente entre 2 a 3 años.

¿Cómo Reclamar La Garantía De Un Colchón?

Cada marca tiene sus particularidades, así que no dejes de consultar a través del medio de contacto disponible, cuáles son las condiciones para exigir la garantía del colchón. Sin embargo, hay unas líneas generales a seguir para disfrutar de este beneficio, por ejemplo debes comunicarte de inmediato con la tienda.

Es necesario tener la factura original de la compra y que el colchón que va a ser devuelto se presente en condiciones iguales a las que fue entregado. De esa manera, los encargados procederán a evaluar el producto y definir si se realizará la reparación de la zona dañada o cómo procederán.

Esto se debe a que usualmente las marcas ofrecen un servicio de reparación sin cargos adicionales. Pero, esto estará sujeto a cambios según la opinión del profesional, e incluso en algunas tiendas optan por hacer un cambio de colchón de ser necesario.

Por ejemplo, en Emma ofrecen reparación, cambio o devolución del colchón en cualquier momento de sus 10 años de garantía. Y para reclamar debes tener la factura de la compra y fotos de las zonas dañadas para efectuar la solicitud por el mismo medio en que realizaste tu pedido.

Conclusión

Tener un colchón con garantía es uno de los mayores beneficios que se pueden obtener. Ya que, en caso de que haya desperfectos de fábrica que afecten la calidad y uso del producto, se podrá optar por la reparación, sustitución o devolución del mismo, según sea el caso.

Lo recomendable es primero indagar sobre las condiciones de la garantía ofrecida por la marca. Pero, independientemente de ello, recuerda guardar siempre la factura y cumplir con las indicaciones de uso y mantenimiento para no perder el beneficio.