Uno de los pasos más importantes para vender una casa es definir su precio de salida, es decir, aquel al que será publicada la vivienda por primera vez tanto en los portales inmobiliarios como en los anuncios a pie de calle. Y aunque en la actualidad existen múltiples formas de hacer tasaciones gratuitas, tanto online como presenciales, de todas ellas se obtiene un rango de precios, es decir, un valor mínimo y otro máximo al que podría venderse la vivienda. Pero ¿cómo puede un propietario elegir un solo precio entre dicho rango para publicar su vivienda por primera vez? De manera general, se podría elegir el precio que se encuentra justo en medio, pero existen algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar la rentabilidad de la venta. Desde el comparador financiero e inmobiliario HelpMyCash.com explican cuáles son.
Empezar por un precio ligeramente elevado para probar el mercado
La estrategia que suelen utilizar los agentes inmobiliarios consiste en elegir un precio ligeramente superior al valor medio estimado por las tasaciones. Por ejemplo, si luego de hacer muchas valoraciones de la vivienda se llega a la conclusión de que su precio de mercado oscila entre los 150.000 y los 200.000 euros, lo lógico sería elegir un precio de salida de 175.000 euros. Sin embargo, “es habitual que se elija un precio un poco más alto para ver cómo responden los compradores”, sostienen desde HelpMyCash.
Continuando con el ejemplo, podría publicarse la vivienda a 190.000 euros. Posteriormente, debería evaluarse si se reciben visitas o solicitudes de información. Si no se reciben, esto significa que el precio es muy alto en comparación con lo que los compradores están dispuestos a pagar y, por tanto, el vendedor se verá obligado a bajar el precio gradualmente hasta despertar el interés de los compradores. Por el contrario, si se reciben algunas visitas o solicitudes de información, se puede conservar el precio porque existen probabilidades de vender a ese valor. De este modo, “el vendedor podría obtener una rentabilidad superior a la que hubiera obtenido si publicaba su vivienda a 175.000 euros desde el principio”, explican desde el comparador.
Empezar por un precio más bajo y subirlo de forma gradual
Otra estrategia que suele utilizarse es elegir un precio de salida competitivo, es decir, cercano a los valores medios o bajos del rango de precios que se obtiene luego de hacer una o varias valoraciones de la vivienda. Continuando con el ejemplo anterior, podría publicarse el inmueble a 175.000 euros. Si de este modo se reciben muchas visitas o muchas solicitudes de información, el propietario puede probar con subir ligeramente el precio y analizar si los compradores continúan interesados en la vivienda. “El precio de mercado, en última instancia, es aquel que los compradores estén dispuestos a pagar por la propiedad. Al analizar el valor de la vivienda de este modo, los propietarios pueden elegir un precio más acertado y obtener una mejor rentabilidad”, señalan los expertos.
Ajustar el precio si se quiere vender rápido
Ahora bien, todas las estrategias expuestas anteriormente pueden ser útiles si se quiere vender en condiciones normales, es decir, sin prisa, entre otras cosas. Si el propietario tiene urgencia por vender, lo mejor es elegir un precio de salida ajustado. “Probar el mercado es interesante si se quiere aumentar la rentabilidad de la venta. Pero también puede generar cierta demora en cerrar la operación. Por eso, si un propietario tiene mucha prisa por vender, lo mejor es ajustar el precio desde el principio”, afirman desde HelpMyCash.
Elegir el precio de una vivienda es una tarea compleja. “La mejor manera de hacerlo es consultando a un experto inmobiliario”, concluyen desde el comparador. “Sin embargo, conocer estas estrategias puede ayudar a los propietarios a tener una conversación más honesta y transparente con su agente en el momento de elegir el precio de la propiedad”, añaden.
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