- Según la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (OIReScon), el importe económico que alcanzaron las licitaciones en 2022 superó los 100.000 millones de euros, y el volumen de expedientes se situó por encima de los 180.000.
- “Las empresas deben perder el miedo a participar en estos procesos”, comenta Lara Campanario, abogada y socia fundadora de DAUSS Abogados, insistiendo en que “descartar al sector público como posible cliente cierra la puerta a una relación laboral a largo plazo y al crecimiento reputacional”.
Las cifras que mueve la contratación pública en España demuestran que las administraciones representan una estupenda oportunidad de negocio. Según los datos analizados por la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (OIReScon), el importe económico que alcanzaron las licitaciones en 2022 superó los 100.000 millones de euros, y el volumen de expedientes se situó por encima de los 180.000.
“Muchas PYMES se dejan llevar por la falsa creencia de que a los concursos públicos solo acuden grandes empresas con un volumen de facturación muy elevado”, comenta Lara Campanario, abogada y socia fundadora de DAUSS Abogados. Sin embargo, la experta insiste en que “descartar al sector público como posible cliente basándose en mitos, sin ni siquiera considerarlo como opción, cierra la puerta a una relación laboral a largo plazo y al crecimiento reputacional”.
Aunque hoy en día las licitaciones públicas no están exentas de desafíos, Campanario no duda en afirmar que, “tanto compañías nacionales como internacionales deben perder el miedo a participar en estos procesos, y si albergan dudas sobre cómo ofrecer sus servicios a los tres niveles de la administración -estatal, autonómica y local-, no tienen más que buscar asesoramiento profesional”.
Un proceso transparente
“Es cierto que los pliegos de condiciones administrativos y técnicos no siempre se expresan con un lenguaje entendible cuando se aplica por primera vez, pudiendo resultar confusos, sobre todo, para las empresas foráneas”. Como medidas de apoyo, se han puesto en marcha programas de asesoramiento y financiación, además de simplificar los procedimientos.
El sector público está haciendo “un gran esfuerzo para maximizar la transparencia y proteger la confidencialidad”, revela Campanario. Aunque la burocracia no siempre es todo lo ágil que cabría esperar, la portavoz de DAUSS admite que “las plataformas para la gestión digital de las solicitudes han acortado mucho los tiempos y los desplazamientos para resolver los trámites, algo fundamental cuando el licitador no vive en territorio español”.
Documentación al día
Otro de los bloqueos clásicos a la hora de acudir a este mercado está relacionado con la ingente cantidad de papeleo que deben reunir los licitantes. Certificados, seguros, avales, escrituras… “Demostrar que se cumplen los requisitos no puede descorazonar a las empresas que nunca han operado en nuestro país”, asegura Campanario. En este sentido, existe una amplia brecha entre los requisitos para licitar que es necesario acreditar si la empresa pertenece a la Unión Europea frente a las que no.
Si bien el camino hasta la adjudicación no es sencillo, la recompensa merece la pena. “Un contrato con la administración es garantía de credibilidad”, opina la letrada, añadiendo que las empresas que entran en este circuito son vistas como un ejemplo de solvencia y fiabilidad. Además, concluye que “tener éxito desde el primer momento dentro del ámbito público puede devenir en una prórroga del contrato, lo que es una excelente noticia para cualquier negocio”.
