Desde el pasado 1 de enero de 2021 el brexit es una realidad por la cual el Reino Unido ha dejado de pertenecer a la Unión Europea. Como consumidores lo vamos a notar en materias como por ejemplo compras, telefonía o viajes puesto que ya no se nos aplicará la normativa comunitaria europea de protección de derechos al consumidor. Cada uno de estos puntos (compras, telefonía o viajes) nos puede afectar de manera diferente.
- Telefonía: El roaming ya no va a ser gratuito, por lo que el consumidor tendrá que preguntar a su compañía de teléfono cuales serán las tarifas aplicables si realizamos o recibimos llamadas desde el Reino Unido para evitar sorpresas en la factura.
- Compras: No tendremos los dos años de garantía, y tampoco los 14 días de desistimiento de las compras online, y habrá que estar a la normativa vigente inglesa. Además, en las compras online el producto se puede encarecer porque habrá que pagar aranceles y tasas de importación. También se puede retrasar la entrega puesto que habrá controles aduaneros. Si el establecimiento tiene sede en España si podrá aplicar la normativa comunitaria europea.
- Viajes: Ya no se podrá viajar únicamente con el DNI y habrá que llevar el pasaporte. Si hay que hacer una reclamación a la compañía aérea, habrá que ver si es inglesa o europea para ver que normativa aplicar.
Todas estas cuestiones dificultan la reclamación a los consumidores puesto que no podrán acudir para su resolución a lugares como el Centro Europeo del Consumidor o las plataformas ODR de resolución de conflictos online. Si vamos a poner una demanda judicial habrá que estar a la cuantía, puesto que no se podrán admitir cuantías de pequeños importes.
