- Asufin, Adabankia, Fundación Hay Derecho, impulsados por Fernando Zunzunegui y profesor universitario de Derecho del Mercado Financiero, crean un Decálogo de Buenas Prácticas Bancaria donde reclaman esta práctica y que se fomente la banca de proximidad, entre otras cuestiones
- Este Decálogo de Cambio de Conducta Bancaria busca un pacto de la banca con los consumidores donde los intereses de éstos estén por encima del negocio financiero. Ahora por desgracia los fallos del Banco de España no se cumplen la mayor parte de ellos.
- En opinión de Zunzunegui: "la banca sigue realizando comportamientos con falta indudable de ética: vimos la manipulación de Libor bancario ; de los propios mercados de divisas, del mercado de oro o la propia venta tras la crisis de Lehman Brothers de productos complejos híbridos. Parece como si nada hubiera cambiado”.
Las asociaciones de consumidores bancarios Asufin y Adabankia, la `Fundación ¿Hay Derecho?´, y los profesores universitarios Fernando Zunzunegui -promotor de la iniciativa Doctor en Derecho. Profesor de Derecho del Mercado Financiero en la Universidad Carlos III de Madrid y abogado. - y Joan Roman Sanchís y Gustavo Matías Clavero han unido sus fuerzas para impulsar un Decálogo para el Cambio de Cultura Bancaria.
En él se incluyen propuestas de gran calado que ya están aplicándose en otros países como Reino Unido y, en especial, Holanda, donde los profesionales están obligados a jurar defender los intereses del cliente, siendo su incumplimiento causa de despido. Los promotores invitan a unirse a las plataformas de consumidores, los partidos políticos y las entidades financieras.
El proyecto de Decálogo para el Cambio de la Cultura Bancaria forma parte de un proyecto más amplio que incluirá, entre otras iniciativas, la celebración de una Jornada el próximo mes de febrero de 2016 donde consumidores, expertos, organismos públicos y representantes de las entidades financieras reflexionarán sobre este objetivo primordial para los consumidores. En España un 84 por cien de los españoles desconfían de la banca. Para los firmantes de este Decálogo es fundamental un cambio de cultura que va unido al cambio de profesionales que hay en la actualidad para que la ética esté en el centro del negocio.
Sería lo suyo que los bancos hicieran suyo este Código
Iniciativa que pretende cambiar la actual cultura bancaria más cercana al escándalo que a servir al cliente, es éste Decálogo de buenas prácticas bancarias que suscriben diferentes destacadas asociaciones de la sociedad civil y prestigiosos expertos en derecho financiero. En este momento se han adherido al mismo el Instituto de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento Iudescoop de la Universitat de Valencia. Asociación General de Consumidores (Asgeco) Unión Nacional de Cooperativas Consumidores y Usuarios de España (Unccue). Asociación de Afectados por el Peri Tiziano Dulcinea. (Apetidu) y expertos como Fernando Gomá. Notario y patrono de la ‘Fundación ¿Hay derecho?’. Elisa de la Nuez. Abogada del Estado y Secretaria General de la ‘Fundación ¿Hay derecho?’. Pau Montserrat. Economista especializado en productos financieros. Dirige el portal iAhorro. Andreu Missé. Periodista especializado en Economía. Director de la Revista Alternativas Económicas y Eugenio Ribón, Presidente de la Sección de Consumo del Ilmo. Colegio de Abogados de Madrid. “Estamos esperanzados con la reunión que mantendremos en los próximos días con la AEB, sería lo suyo que los bancos hicieran suyo este Código”, resalta Fernando Zunzunegui.
Para Zunzunegui, jurista estudioso de la regulación financiera en los últimos treinta años, este tipo de recomendaciones, en países donde hay tanta desconfianza en la banca como España e Irlanda con porcentajes superiores al 80 por ciento en esta cuestión “deberían tomarse en consideración para que esa confianza perdida volviera por parte de los clientes”; apunta. A su juicio, todo lo que se está haciendo en materia de regulación financiera desde Lehman Brothers no es bueno “realmente hasta el momento no ha habido un cambio de estrategia en esta materia, como sí lo hubo en 1929 con la Gran Depresión donde sí se alteró dicha regulación financiera, al separarse por ejemplo la banca comercial de la de inversión”, comenta nuestro interlocutor. A su juicio se ha impulsado la legislación anterior a la crisis del 2008 con poco éxito. “Además del paquete normativo hay que dar un paso más; como el que viene reflejado en este Decálogo para el Cambio de la Cultura Bancaria que se ha hecho público recientemente”, señala. Para expertos que el propio jurista ha consultado la industria bancaria en la actualidad se mueve en comportamientos deshonesto
El decálogo insta a los grupos políticos a que se incluya en los colegios, institutos y Universidad la educación financiera, como reza el último punto. Adicionalmente, se propone también que la oferta de productos complejos o de alto riesgo cuente con un asesor independiente para evitar que las personas se vayan del banco sin saber qué han adquirido. “. En este escenario, lo que toca es un cambio de cultura bancaria donde se coloque la ética en el centro del negocio para atender al cliente de forma conveniente. “Preocupa el modelo de concentración bancaria en nuestro país, con pocos modelos de negocios y donde la clientela no se la atiende como debiera, es una banca con objetivos muy cortoplacistas”, advierte. Zunzunegui. Como el resto de firmantes del decálogo son partidarios de reforzar la cultura financiera de los propios clientes, ya incluso en la etapa formativa de institutos y colegios “esta educación financiera que ahora está en manos de la AEB, debería estar bajo las directrices de los reguladores para que fuera lo más objetiva y completa posible, sin estar controlada por la actual industria bancaria”, recuerda.
Difusión en redes sociales
El decálogo ya se está difundiendo en redes sociales con el hashtag #CambioCulturaBancaria. Tras la publicación del decálogo, y su posterior difusión en redes sociales, el presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), José María Roldán, advertía recientemente en un encuentro con el sector bancario que “en la cultura bancaria radica el éxito o el fracaso de cada una de las entidades financieras” y que se está poniendo en riesgo la propia supervivencia a medio plazo del propio sector. “Esto es un negocio basado en la confianza, si no, no funciona”, ha añadido. En opinión de nuestro entrevistado, la banca sigue realizando comportamientos con falta indudable de ética “vimos la manipulación de Libor bancario; de los propios mercados de divisas, del mercado de oro o la propia venta tras la crisis de Lehman Brothers de productos complejos híbridos. Parece como si nada hubiera cambiado, y los bancos de inversión, algunos españoles entre ellos mantienen este tipo de comportamientos cuestionables”, subraya
Juramento hipocrático para no dañar al cliente
En este decálogo se habla de instaurar un juramento hipocrático similar al que los profesionales médicos hacen cuando inician su carrera profesional: “Es tan noticiable como necesario en estos momentos. Si los médicos se comprometen a no dañar la salud de sus pacientes, los encargados del patrimonio de sus clientes, que trabajan con dinero ajeno, deberían tener como principio esencial defender sus intereses sin dañarles”. Esto no se hace, y observamos como la banca desde 1990 y en España desde el 2002 cuando se comercializan preferentes, swaps u otros productos, trasladan riesgos al cliente, en muchos casos sin informarles”, apunta. Al final lo que se consigue es dañar la salud financiera de los citados clientes. “La idea sería que el empleado de banca, por haber suscrito ese juramento hipocrático que aparece unido a su contrato de trabajo, pudiera abstenerse de realizar operaciones con tanto riesgo para terceros. Sería un paso determinante si lo logramos”.
Mejorar servicio de reclamaciones de entidades financieras
Otro de los asuntos que esgrime este Decálogo es impulsar servicios de atención a las reclamaciones competentes y solventes, mejor de los que ahora que no consideran las resoluciones a favor de los clientes en un 80 por cien que se logran ante la CNMV o el Banco de España. “El propio Rodrigo Rato, siendo Ministro de Economía habló de crear unos Comisionados externos en la Ley Financiera que defendieran al cliente bancario. Se aprobó la ley y su Reglamento, pero quedó pendiente la designación por parte de Banco de España, dirección general de seguros y CNMV de las personas que fueran a ser Comisionados “, señala nuestro interlocutor. Una figura que en la administración Obama iba a configurar un Consejo de Protección del Consumidor financiero pese a la oposición de la industria bancaria y que ha mostrado su eficiencia en este tiempo que lleva funcionando. “Es posible que este Comisionado en España hubiera parado la comercialización masiva de preferentes” señala.
Al final de lo que se trata es de buscar un pacto de la banca con los consumidores donde se asuma que siempre que “Banco de España, CMNV y los servicios de reclamaciones de estas entidades fallen a favor del cliente, los bancos lo cumplan. En entidades bancarias controladas por la administración, como es el caso de Bankia, debería ser de obligado cumplimiento”, destaca Zunzunegui. De lo que se trataría, en definitiva, es de ir a un servicio ajeno, similar al Comisionado que creo Rato pero que no se puso en marcha desde el 2003. “Creo que podría funcionar mejor que el servicio que los propios reguladores tienen en esta materia. El problema está en que las entidades financieras no atienden esas reclamaciones que vienen con el sello del Banco de España y la CNMV. Es muy grave, no reconocen su autoridad. A lo largo de estos años han perdido el respeto a esta institución y sus deliberaciones”, denuncia.