Sí. Se trata de una situación difícil de detectar y, quizá, también de probar, pero ello no debe ser impedimento para proteger los derechos de los seres queridos que viven en una residencia de la tercera edad.
Periódicamente, los medios de comunicación se hacen eco de casos de maltratos en residencias geriátricas, como, por ejemplo, ha sido el caso de nuestra clienta, Mercedes, quien recurrió a nuestros abogados expertos en negligencias médicas tras enterarse que su madre se encontraba en urgencias tras sufrir una caída en la residencia donde vivía. Una vez su madre recibió el alta, y tras solicitar la historia clínica para conocer qué había sucedido, pudo reparar en que a su madre, con escasa movilidad y dependiente para muchas actividades cotidianas, no se le había proporcionado las medidas adecuadas para su traslado desde la cama, sufriendo una fractura de fémur que tardó cuatro días en detectarsepor los médicos de la residencia.
El primer consejo ante cualquier indicio de esta situación en ponerse en contacto con la dirección del centro residencial y poner en su conocimiento las sospechas percibidas para que el centro geriátrico pueda tomar las medidas oportunas. Lo ideal es comunicarlo por escrito, para dejar constancia de lo ocurrido en caso de persistir.
En el caso de que la situación continúe o, incluso, empeore, en reclamador.es recomendamos consultar la situación con un abogado especialista, pues, como explicábamos en el post “Negligencias en residencias de la tercera edad”, el maltrato en residencias de mayores es reclamable.
Determinar el nexo entre la mala praxis de la residencia y las lesiones
Caídas en traslados, falta de seguimiento médico, no tener medidas de seguridad en la cama o silla de ruedas, son algunos de los ejemplos que pueden conllevar lesiones para nuestros mayores.
Es fundamental poder determinar el nexo causal entre las lesiones que presenta el paciente y una mala praxis por parte de la residencia geriátrica. Todo ello para determinar que una reclamación por supuestos malos tratos a ancianos en residencias de la tercera edad se considere reclamable. En otras palabras, es necesario demostrar que, por ejemplo, los hematomas o rotura de algunos huesos son consecuencia del maltrato o la actitud poco diligente de los empleados de la residencia.
Por todo lo anterior, es importante contar el historial médico completo del residente, donde se recogen todas las dolencias del paciente y se pueda analizar, conjuntamente entre perito médico y abogado experto en negligencias médicas, que esas lesiones no se han producido por una situación fortuita o propia de sus patologías, sino por una posible mala praxis del centro de la tercera edad.
Análisis de la documentación por un perito médico
Como decíamos, en este tipo de situaciones es fundamental la documentación médica. No obstante, esa documentación debe ser analizada por un perito médico experto. Es esta figura quien determina la viabilidad de la reclamación. El perito analiza el historial clínico e informes médicos disponibles y determina si es posible que haya existido una mala praxis por parte del centro geriátrico.
Es fundamental conocer las patologías previas del residente ya que, las mismas, determinan qué tipo de tratamiento médico debe seguirse en su caso. Por ejemplo, una anciano que no tiene movilidad o fuerza en ninguna de las extremidades no podrá ser trasladado en una grúa de bipedestación, ya que será necesario que el residente pueda hacer uso de su fuerza en los brazos para agarrarse, pudiéndose producir lesiones importantes.
La comunicación perito médico-abogado debe ser muy estrecha para el correcto devenir de la reclamación, pues el segundo será quien tome la decisión de la viabilidad del caso en función del análisis del perito y definirá las líneas de acción a seguir a partir de ese momento.
La reclamación extrajudicial a la propia residencia
Ante este tipo de situaciones, en reclamador.es siempre intentamos agotar la vía extrajudicial, pues el proceso es mucho más rápido y menos costoso, todo ello en aras de conseguir indemnizar los daños ocasionados. Sin embargo, la parte contraria no siempre acepta o su propuesta es muy inferior a la solicitada. En estos casos, el siguiente paso es la vía judicial.
La vía judicial
Llegados a este punto es cuando cobra más fuerza el informe médico pericial y la documentación o pruebas que se puedan obtener. Pues el perito especialista analiza todo el caso en su conjunto y emite un informe que, posteriormente, el juez tomará en consideración para dictar la sentencia.
Como decíamos, si el caso de maltratos o cualquier otra negligencia en residencias de la tercera edad no se resuelve en la vía judicial, los plazos para la resolución del caso dependerá de los plazos de la Justicia.
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