• Hasta ahora, se podía definir con carácter general al ordenamiento jurídico como el conjunto de normas de un territorio determinado, en un tiempo concreto. Y el Principio de Territorialidad como aquel que determina que para cada territorio diferente se apliquen sus propias normas.

 

Así se ha definido en la mayor parte de legislaciones, y se aplica en la actualidad a prácticamente todos los Estados del mundo. Pero ¿Es posible que esta definición pueda cambiar con la llegada del ciberespacio?

Disciplinas como el Derecho Penal, el Derecho Tributario, o el Derecho Mercantil se aplican en un país u otro en función de este concepto, pero ¿Podríamos definir el ciberespacio un territorio más?¿Un “país virtual” delimitado por las fronteras del mundo cibernético?

El Principio de Territorialidad provoca que todo ciudadano sepa que cuando viaja a un país y pisa su suelo, se somete a las leyes de ese país. Pero en estos momentos en el Ciberespacio el ciudadano no tiene la seguridad de saber a qué normas se está sometiendo.

Internet es un “territorio” que carece de espacio físico, lo que provoca que la disciplina del Derecho vea como uno de sus pilares básicos, el de la territorialidad, se vea amenazado por esta nueva realidad.

Es decir, al ciberespacio no se le pueden aplicar los criterios tradicionales para clasificarlo dentro de un espacio concreto, y por este motivo no es posible determinar de igual manera que si se tratase de un territorio físico, qué normas han de aplicarse y cómo se deben administrar.

Por este motivo, no es sencillo determinar sin delimitar las fronteras del ciberespacio si lo que en un territorio se considera delito, en el ciberespacio se convierte en un ciberdelito.

Evidentemente bajo el marco de un intenso debate acerca del principio de territorialidad y el principio de soberanía, y la controversia acerca de la “plurilocalización” de las conductas cometidas en el mundo virtual, existen corrientes que abogan por poner al mismo nivel delitos y ciberdelitos, y aplicar las sanciones del mundo físico a las conductas cometidas en el ciberespacio, pero no se trata de un debate cerrado.

La solución seguramente se produzca cuando verdaderamente se apueste desde el mundo físico por la creación de una ordenación para este mundo virtual, y la protección de los bienes virtuales frente a los ciberdelitos se realice con un enfoque diferente al actual, que reconozca estas realidades. 

Guillermo Cernuda,
Abogado en ciberderecho.com, donde contamos en detalle cada una de las ciberconductas problemáticas que se dan en internet. www.ciberderecho.com
@derechociber