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Las Rozas (Madrid), 27 jun (EFE).- La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) mantiene "la misma posición" que el Club Atlético Osasuna contra la posible expulsión de éste de la próxima Liga Conferencia como sanción por amaño de partidos en el año 2013 tras la propuesta en ese sentido de inspectores de la UEFA, afirmó su secretario general, Andreu Camps.

Señaló, asimismo, que es "incierto" que su presidente, Luis Rubiales, defendiese al Barcelona en el 'caso Negreira', en el que la RFEF se personó como "acusación particular".

"El elemento clave que quiere transmitir la federación es, como ha dicho el presidente Rubiales, que nuestra posición es la misma que la del Club Atlético Osasuna. Nuestra línea de actuación es la misma que la del club", dejó claro Andréu Camps.

En una larga comparecencia en la Ciudad del Fútbol, el secretario general detalló con fechas cada paso dado, aseguró que se ha puesto "el foco" sobre la RFEF para crear "una cortina de humo" y explicó que han "respondido a las preguntas de los inspectores del comité disciplinario de UEFA" con "exactamente la misma" posición que Osasuna. "Es nuestra obligación y convencimiento", aseveró.

"En los últimos días hubo una serie de comunicados de Osasuna que nos sorprendieron y entristecieron. Entendemos que personas vinculadas con el club, que no el club, por las razones que sean, que desconocemos pero intuimos, han tenido un interés especial en poner el foco de esta problemática en la federación y su presidente, desviando de forma clara e intencionada el foco real y creando una cortina de humo para desviar la atención de medios y aficionados", denunció.

Camps aseguró que en los comunicados de Osasuna se lanzaron "una serie de insinuaciones hacia la federación y su presidente que eran una infamia inventada por aquellos que aconsejan o dictan cómo proceder". Mostró la sorpresa de la RFEF, defendió que no tiene "nada que ver" con los pasos dados por la UEFA y aclaró que Rubiales no se posicionó nunca en público en favor del Barcelona en el 'caso Negreira'.

"La federación está sorprendida de que quieran implicarla ante un problema del club con UEFA. El objetivo es tapar la verdad de lo sucedido. Sorprende que todo el discurso se base en que el presidente de la federación no salió a defender al club y en cambio no dicen nada de otras personas responsables de instituciones que no han dicho ni una palabra de quien acusó y tejió la estrategia para que Osasuna fuese castigado", afirmó.

Camps, además, aludió a la actuación de LaLiga, que fue el organismo que, aseguró, denunció "estos hechos a diversas instancias".

"LaLiga solicita al CSD una auditoria complementaria del club. El CSD la hace y LaLiga remite al club el resultado el 18 de febrero de 2015. En ese momento los dirigentes y responsables de Osasuna presentan en el juzgado de guardia una denuncia por desvío de 2,4 millones de euros de las cuentas del club. Días después LaLiga presenta una querella contra el expresidente y varios directivos del club", relató.

"Existe una querella por apropiación indebida y corrupción deportiva. El juez dicta un auto el 11 de enero de 2016 decidiendo no imputar a Osasuna por corrupción deportiva al entender que no hay responsabilidad penal por parte del club y LaLiga recurre ese auto. Lo hace con dos recursos diferentes al entender que existían delitos de corrupción deportiva y que el club era responsable", añadió.

Camps recordó que "el juez resuelve diciendo a LaLiga que su recurso no tiene razón de ser y mantiene el criterio de que Osasuna no debería ser imputado penalmente. Hubo un recurso con dos instancias de LaLiga al auto del juez. La Audiencia Provincial de manera definitiva en su resolución cierra el tema, sin posibilidad de imputar al club por esos hechos. Los directivos son los únicos responsables de los delitos que se estaban investigando".

En esa sucesión de acontecimientos, dijo, la RFEF "no actuó ni se personó en primera ni segunda instancia" y tuvo conocimiento de que "LaLiga envió escritos a la FIFA y UEFA, a sus máximos responsables de integridad, denunciando estos hechos el 9 de marzo de 2015. Por lo que UEFA y FIFA tenían conocimiento".

Lamentó que en ese escrito, LaLiga calificase de "deplorable que la federación no hubiese denunciado a club y directivos". Y defendió que a la RFEF se le instó, según el artículo 41 del código disciplinario de UEFA, a mantener "máxima confidencialidad" en un procedimiento "en vía disciplinaria".

Sobre el 'caso Negreira', Camps aclaró que Rubiales nunca defendió al Barcelona: "Defendió a los árbitros, no a ningún club. Estaba convencido de que los árbitros no habían recibido ningún tipo de compensación o participado en una infracción penal. La RFEF está personada como acusación particular en el 'caso Negreira' cuando en lo de Osasuna ni se personó ni acusó a nadie".

Por último, Camps afirmó que la RFEF ha emitido y concedido la licencia para competir en un torneo UEFA a Osasuna tras analizar la situación. 




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