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Durante los años del “boom inmobiliario” para acceder a una hipoteca, entre otros requisitos, se solicitaba un aval. Por norma general, los padres avalaron a sus hijos para que estos pudieran acceder a su sueño de adquirir una vivienda.

El problema lo estamos encontrando ahora, cuando muchos de esos propietarios no pueden hacer frente al pago de la hipoteca. Los bancos ejecutan los avales y muchos avalistas se ven despojados de sus bienes por el impago de esos préstamos.

¿Qué tipos de aval existen?

Normalmente, nos encontramos con dos tipos de aval en los préstamos hipotecarios: Aval personal o material.

  • El aval personal, es aquel en el que se fija como avalista a una persona y responderá con todo su patrimonio, es decir, ahorros, viviendas, vehículos, etcétera.
  • Por otro parte, el aval material es aquel en el que se define como garantía una vivienda u otra propiedad. En caso de impago del préstamo hipotecario por el deudor, el banco solo podría utilizar ese bien material como pago.

¿Cómo quitar un avalista de la hipoteca?

Pese a que todavía nos seguimos encontrando con préstamos hipotecarios con avalistas, ahora no es tan habitual como hace unos años, cuando gran parte de las hipotecas se concedían con aval. Por ello, una de las frases más escuchadas era y es “en cuanto pueda quito a mis padres de la hipoteca”. Ante esta afirmación, desde reclamador.es queremos explicar si es posible o no quitar el avalista de una hipoteca.

Para quitar el aval de un préstamo hipotecario se debe negociar con la entidad bancaria y que esta acepte quitar esa garantía de pago. Es habitual que la respuesta del banco sea negativa. La entidad considera que quitando el avalista de una hipoteca están asumiendo un mayor riesgo en la operación.

Si la negociación con el banco es infructuosa, el consumidor puede intentar optar por lasubrogación de la hipoteca. El hipotecado podrá negociar quitar el avalista de la hipoteca y otras cláusulas como el suelo, pero en esta opción, también deberá ser el banco quien acepte la operación.

Otra opción sería negociar la sustitución por otro aval, manteniendo así las garantías de cobro para el banco.

Tanto para esta última opción, como si el banco aceptara quitar el avalista de una hipoteca, es posible que el banco cobre una nueva comisión de estudio de la operación, así como otras por novación del préstamo.




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