En principio, todo apunta a que el precio de la vivienda continuará a la baja durante el año que viene. Es probable, por lo tanto, que muchos ciudadanos se planteen aprovecharlo para adquirir un inmueble, ya sea para residir o como inversión. Ahora bien, en la mayoría de los casos, para cubrir el coste de la compra necesitarán financiación, así que lo lógico es hacerse las siguientes preguntas: ¿cómo serán las hipotecas en 2021?, ¿será más fácil o más difícil conseguir una? y ¿serán más baratas o más caras? Para resolver estas cuestiones, desde el comparador financiero HelpMyCash.com han analizado la evolución del mercado hipotecario y de la economía española y han elaborado sus previsiones para el próximo curso bancario.
La banca será exigente
Según los analistas de este comparador, los requisitos para acceder a una hipoteca en 2021 serán igual de estrictos o más que los que hay actualmente. La razón es clara: debido a la crisis económica generada por la pandemia de la covid-19, la situación financiera de muchos hogares empeorará, lo que hará aumentar el riesgo de impago. Y para minimizar ese riesgo, los bancos serán especialmente exigentes a la hora de analizar y aprobar las solicitudes de financiación.
Lo más probable, por lo tanto, es que los clientes con un perfil más delicado (personas con muy pocos ahorros, con deudas o con una cierta inestabilidad laboral) no puedan acceder a un préstamo hipotecario. En ese sentido, también será más complicado conseguir una financiación de más del 80% de la compra de la vivienda, aunque los solicitantes con una mejor situación económica (personas con ingresos elevados, funcionarios…) aún podrían obtener más de ese porcentaje si negocian con la entidad bancaria o contratan a un intermediario financiero.
Subida de precios durante el primer trimestre
En cuanto al precio, teniendo en cuenta que los bancos suelen encarecer sus hipotecas durante los primeros meses del año, es probable que en el primer trimestre de 2021 también suban los tipos de interés. Según HelpMyCash.com, esta es la política comercial que han seguido las entidades durante los últimos años, por lo que todo apunta a que la mantendrán para el que viene.
Una vez superado ese primer trimestre, es poco probable que los bancos rebajen los diferenciales de sus hipotecas variables (la parte que se suma al euríbor para calcular el interés). Y es que el euríbor, según la mayoría de las previsiones, aún cotizará en valores negativos durante todo 2021, así que lo lógico es que la banca mantenga o incluso suba los diferenciales para mantener la rentabilidad de estos productos. De todos modos, como el euríbor seguirá muy bajo, estos préstamos seguirán siendo baratos.
Respecto a las hipotecas fijas, seguramente la banca continuará incentivando su contratación, puesto que les reportan mayores ingresos que las variables. Habrá, sin embargo, menos competidores por las fusiones entre CaixaBank y Bankia y entre Unicaja y Liberbank. En consecuencia, habrá que ver si la banca online, que ha sido una de las grandes dinamizadoras de este mercado, es capaz de plantear ofertas agresivas para empujar a otras entidades a rebajar sus tipos fijos.
Más allá de los tipos de interés, desde HelpMyCash.com afirman que los bancos también podrían encarecer otros gastos de sus hipotecas para hacerlas más rentables. Es probable, por lo tanto, que pidan contratar más productos para acceder a sus préstamos hipotecarios (como seguros o planes de pensiones) o que incluyan más comisiones por novación, subrogación o amortización anticipada.
Se seguirán ofreciendo subrogaciones
Precisamente por esa necesidad de obtener una mayor rentabilidad, los analistas del comparador consideran que los bancos seguirán interesados en prestar dinero para la compra de viviendas. Y como la demanda, seguramente, no será suficiente por culpa de la crisis económica, es muy probable que mantengan activo el mercado de las subrogaciones de acreedor, en el que se ofrecen a asumir hipotecas vigentes de otros bancos a cambio de mejorar sus condiciones.
Esta vía de ingresos, de hecho, ha sido muy importante para la banca durante el año que dejamos atrás, especialmente cuando la demanda de hipotecas cayó por el confinamiento entre marzo y junio. Así, los que tengan un préstamo hipotecario con unas condiciones peores que las del mercado actual aún tendrán acceso a muchas ofertas para abaratarlo mediante un cambio de entidad.
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