¿Has escuchado en alguna ocasión hablar sobre la hipoteca creciente y no sabes en qué consiste? Para que tengas toda la información necesaria sobre este tipo de préstamos hipotecarios, en este post vamos a explicarte qué es una hipoteca creciente, si son o no abusivas y si es posible realizar una novación en una hipoteca creciente.
¿Qué es una hipoteca creciente?
La primera y más importante de las cuestiones es entender qué es o en qué consiste una hipoteca creciente.
De manera muy sencilla, podemos definir este tipo de préstamos como aquellos en los que el hipotecado paga menos en las primeras cuotas de la hipoteca y según pasan los meses o años (según lo establecido con el banco por contrato) dichas cuotas van aumentando en función del porcentaje firmado con la entidad bancaria. Es decir, en una hipoteca creciente, las cuotas de la hipoteca crecen según pasa el tiempo.
Se trata de hipotecas que actualmente son difíciles de encontrar en el mercado, pero que sí tuvieron mucha fama en épocas de crisis económicas, como la del 2008.
¿Son abusivas las hipotecas crecientes?
Tal y como ocurre con otras cláusulas abusivas en cualquier tipo de hipoteca, el sistema de cuota creciente no es abusivo en sí. La abusividad la encontraríamos en la inclusión de dicho sistema en un préstamo hipotecario sin cumplir con las obligaciones de transparencia. Es decir, que el banco te comercializara el producto sin la debida información ni explicación relativa a las consecuencias de la firma de estos préstamos. Por este motivo, en los últimos años hemos conocido diversas sentencias que condenan a los bancos que firmaron estos préstamos crecientes, también conocidos como “hipotecas montaña” o “hipotecas de progresión geométrica”.
En cuanto a las hipotecas crecientes, el principal problema se ha dado en aquellas a tipo variable, pues en las hipotecas fijas crecientes, el hipotecado ha podido conocer en todo momento la cuota a pagar. No así en las variables de esta modalidad.
Tanto es así, que aquellas personas con una hipoteca creciente variable, en muchos casos desconocían -o desconocen- el importe final a pagar del préstamo ni pueden comparar cuál será el coste total de su hipoteca y comparar dicha cifra, por ejemplo, con hipotecas “habituales”, es decir, aquellas que se guían por el sistema de amortización francés.
Realizar una novación de la hipoteca creciente
Para los casos en los que te informaron correctamente pero crees que la hipoteca creciente no es la mejor opción para ti, una de las opciones que tienen los hipotecados con este tipo de préstamos es realizar una novación. En otras palabras, renegociar un cambio que te permita pasar de este préstamo a otro más conveniente para ti, como uno de tipo variable con un sistema de amortización francés, o bien, una hipoteca a tipo fijo.
Para todos estos cambios, es fundamental estar asesorado. Al llegar a acuerdos con el banco y firmar nuevas condiciones, se pueden incluir cláusulas de difícil compresión que dificulten una posible reclamación posterior de nuestros derechos. Por ello, como aconsejamos en reclamaciones que sí tramitamos en reclamador.es, como son las reclamaciones de cláusula suelo o tarjetas de crédito revolving, antes de dar ningún paso y firmar acuerdos con el banco, hay que pedir asesoramiento y conocer muy bien qué suponen estos cambios.