Madrid, 27 nov (EFECOM).- El alquiler de temporada y el alquiler de habitaciones para sortear la Ley de Vivienda pueden haberle restado al alquiler tradicional más de un 25 % de su oferta, según calcula la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), que alerta de que una menor oferta conlleva un encarecimiento de los precios.
En este sentido, su director general, José Ramón Zurdo, subraya que la realidad está demostrando como un mercado intervenido desplaza inversiones, no solo de un tipo de arrendamientos a otros tipos menos intervenidos, sino también de unos lugares a otros menos intervenidos.
A este respecto considera que el alquiler tradicional de la vivienda está originando una desconfianza e inseguridad entre los arrendadores, tanto particulares, como institucionales, que ven como se les ponen límites a sus inversiones y optan por otro tipo de alquileres o bien por la compraventa.
Por ello, el aumento de los alquileres de temporada se está produciendo porque al estar menos intervenidos, los arrendadores pueden fijar libremente las rentas de sus alquileres, no existen prorrogas obligatorias, las actualizaciones de rentas, si las hubiere, son libres, pueden recuperar antes la posesión de las viviendas alquiladas y no existen zonas tensionadas.
Zurdo insiste en que el verdadero problema del alquiler no está en la demanda sino en la oferta y sostiene que con las últimas medidas adoptadas por el Gobierno se ha penalizado a los que puede hacer aumentar la disponibilidad de viviendas, que son los arrendadores.
Además, insiste en que puede tener consecuencias muy importantes para los arrendadores cuando suscriben alquileres de temporada sin que la temporalidad de los inquilinos obedezca a una causa concreta y cierta.
Y es que en los alquileres de temporada, la residencia temporal de los arrendatarios tiene que responder a una causa concreta y cierta que debe reflejarse en los contratos, ya sean los motivos de la temporalidad de tipo laboral, por estudios, vacacionales, médicos, etc.
En este contexto, alerta de la ilegalidad de muchos arrendamientos que se están firmando con el único objetivo de no quedar expuestos a la Ley de Vivienda.
Con motivo de los seis meses de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, un estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa subraya que tanto propietarios como inquilinos la valoran negativamente.
El 25 % cree que alquilar una vivienda como inquilino resultará más sencillo, mientras que el 36 % vaticina que la norma pondrá más difícil este objetivo. Preguntados por cómo afectará la norma a los alquileres para los propietarios de la vivienda, el porcentaje de los que creen que complicará las cosas asciende al 40 %.
Mientras que los perfiles senior tienen más expectativas negativas respecto al alquiler, en el mercado de compraventa los más negativos son los jóvenes.
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