Juan Gonzalo Ospina Serrano
- ”Por desgracia, los planes de Estudio de Derecho siguen teniendo carencia en este tipo de temas y la propia Prueba de Acceso a la Abogacía que exige un master que no es barato y un examen son más barreras que incentivos a saltar por el joven letrado.!
- “Todas las personas que nos dedicamos al derecho penal sabemos que quien investiga es la policía, el juez hace de árbitro y el fiscal informa de las pruebas. El procedimiento, en definitiva es ineficiente”
El pasado martes intervenía en un debate sobre Justicia y Politización en el Club Siglo XXI del que dimos cuenta a nuestros lectores; uno de los referentes de diálogo del país con ilustres juristas “creo que dejamos claro que la abogacía joven apuesta por un cambio constructivo fortaleciendo su papel de protagonista en la sociedad civil.
Se pueden cambiar cosas desde el ejercicio profesional y el contacto de la realidad”, señala Juan Gonzalo Ospina, presidente de AJA Madrid. Para este joven jurista, ahora embarcado en impulsar su propio bufete profesional penalista “los jóvenes abogados no tienen el reconocimiento que merecen en la sociedad por el resto de actores jurídicos. A la abogacía joven no se le ha escuchado, ha estado en silencio mucho tiempo.
Ahora diferentes Agrupaciones de Abogados jóvenes en distintos puntos de España levantan la voz. “Tenemos que defender la igualdad para todos, los derechos fundamentales que recoge nuestra Constitución, libertad real y una justicia independiente y eficaz”, apunta.
Para Ospina se está produciendo un cambio y los jóvenes abogados buscan su sitio en el sector legal. “Hemos reivindicado nuestras propuestas a la propia Comunidad de Madrid y este martes nos reunimos con Rafael Catalá, Ministro en Funciones de Justicia” subraya el presidente de Aja Madrid. En octubre intentará revalidar la confianza de los jóvenes juristas porque se convocan elecciones por otros tres años a esta Agrupación.
Hemos logrado mejorar la participación de la abogacía joven madrileña
“Es triste que una profesión liberal como es la abogacía tenga tanto índice de desempleo en la gente joven. No siempre es sencillo incorporarte a la profesión. En mi caso, decidí tras acabar mis estudios aprender el oficio de un despacho de prestigio para desde hace unos meses poner en marcha mi proyecto profesional de bufete”, es la reflexión de Juango Ospina como le conocen en el sector cuando arrancamos esta entrevista.
“Nuestra relación es institucional con el ICAM, trabajamos las dos entidades por y para la abogacía, siempre sumando en un proyecto común que es mejorar la justicia y el día a día de la profesión”, comenta nuestro interlocutor. Desde su punto de vista hay mucho por hacer aún “hay que ser autocrítico con nuestra gestión. Juntos y unidos podremos sumar más por la abogacía madrileña y la española”, resalta.
Ospina hace balance de su gestión sabiendo que en octubre hay elecciones a la propia Agrupación en la que ya ha confirmado que volverá a presentarse con su equipo de trabajo. “Creo que hemos logrado mejorar la participación de la abogacía joven madrileña en estos tres años. Hemos desarrollado actividades formativas de calidad; al mismo tiempo fomentar jornadas de crítica constructiva para analizar cuestiones como la debilidad del Turno de Oficio o la vigencia de la Ley de Tasas.
Por último, hay otras actividades para fomentar la participación de nuestra gente; eventos de networking para buscar oportunidades de negocios entre los compañeros”, aclara. Nuestro interlocutor es consciente que quedan muchas cosas por hacer, sobre todo de la búsqueda de ayudas para la reinserción laboral de los jóvenes y que puedan tener un sitio de trabajo para reunirse con sus clientes. “Hay que seguir trabajando por los 6000 abogados jóvenes ejercientes y 15.000 abogados jóvenes no ejercientes. Y en eso estamos intentando que colaboren y se impliquen en nuestro proyecto.”
Problemas de incorporación al mundo laboral
En un abogado joven, de los 55.000 que hay en España, todos recuerdan, algunos con cariño otros no tanto, su incorporación a esta profesión tan apasionante como es la de abogado. “En AJA Madrid creamos la Comisión Ayuda a tu Primer juicio, en la que se atienden a compañeros que vienen pidiendo consulta sobre su salto laboral y en cómo preparar ese primer encuentro con la justicia. Lo hemos hecho de forma altruista y la verdad estamos satisfechos de cómo está funcionando la misma”, resalta.
Por desgracia, los planes de Estudio de Derecho siguen teniendo carencia en este tipo de temas y la propia Prueba de Acceso a la Abogacía que exige un master que no es barato y un examen son más barreras que incentivos a saltar por el joven letrado. “Si no hay una reforma profunda de la educación universitaria en este país, seguiremos peleados con las altas cifras de desempleo. La Universidad no está en contacto con la realidad de la abogacía, Hay que hablarles de marketing, comunicación y liderazgo, también que no se enseñan en la carrera en estos momentos”.
Desde su punto de vista, ser abogado joven es “tener una mente inquieta por la que no te cierras ninguna puerta. En esta profesión hay que estudiar mucho; los cambios legislativos están ahí y el cliente debe saber que le vas a resolver su problema. También hay que bucear en las publicaciones jurídicas o blogs del sector destacados”, recuerda.
A su juicio, hablamos de una actividad muy en contacto con la realidad social “gracias a un blog o una cuenta en redes sociales puedes dar tu opinión sobre la situación y los problemas jurídicos de este país”, indica. De hecho, a nivel laboral ya no es solo contar con un buen currículum y ser un experto enderecho sino también ahora se valora las dotes de comunicación del abogado y lo que los expertos llaman marca personal.
“Creo que en este momento lo que se busca es la especialización a nivel legal. Lo ideal es que lo tengas claro. En mi caso, la práctica en una gran estructura legal me llegó al mundo penal. Ir a juicios es una práctica que recomiendo. Se puede ir de 9 a 14 hora en cualquier sala y ver cómo funciona este tipo de actividades”, apunta.
Ser emprendedores jurídicos, un valor importante
Para Juango es fundamental que el joven abogado si está bien formado, tenga la capacidad de aprovechar las posibilidades que le van llegando. “Montar tu despacho es una de ellas y no debe tener miedo a la hora de poner en marcha tu boutique legal. Lo más importante de este reto es el cliente. El abogado debe dejar de pensar de criterios estrictamente jurídicos y darles soluciones a los problemas de los clientes”, señala.
En este sentido, es fundamental la confianza que se logre en esta relación profesional y que el cliente vea que tiene un asesor de primera en este tipo de asuntos. “Con una gran formación podemos darle una solución a los problemas de los clientes. Cada cliente tiene que ser un cliente más.
Y desde ahí hay que tratarle realmente. Desde esta perspectiva el despacho puede salir adelante”; indica. En el ámbito penal es consciente que la privación de libertad es un valor muy a tener en cuenta: ”Es satisfactorio luchar contra las injusticias del sistema que prologan la prisión preventiva para personas que no han hecho nada. Mientras no se reforme nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal tendremos este tipo de situaciones, “comenta.
Para este joven jurista, “el derecho penal se basa en la reconstrucción de los hechos. Si tenemos limitado el acceso a la prueba y su solicitud para esa reconstrucción, cómo no es posible que haya inocentes en la cárcel. No se puede limitar el acceso a la prueba. Esa es la piedra angular de que existen inocentes en prisión”, subraya.
Esa reforma de la LECrim es urgente para Ospina “hay un debate abierto sobre si debería investigar el juez o el fiscal. Si nuestros jueces instructores realmente investigaran sería una garantía para el procedimiento penal. Todas las personas que nos dedicamos al derecho penal sabemos que quien investiga es la policía, el juez hace de árbitro y el fiscal informa de las pruebas. El procedimiento, en definitiva, es ineficiente”.
También las noticias últimas dejan un halo de escepticismo al ciudadano sobre la justicia: Jordi Pujol declara en la Audiencia Nacional y regresa a su domicilio sin medidas cautelares de ningún tipo y los titiriteros de Carmona han estado varios días en prisión incondicional: ”Nadie lo entiende. Otro de los problemas que hay en nuestro país es la inseguridad jurídica en la que vivimos, producto de la LECrim que no ofrece garantías procesales reales al justiciable, como ya comenté. La prisión preventiva no se puede generalizar porque está acotada a casos concretos ni puede ser una pena anticipada”, remarca. Solucionar este tipo de situaciones pasa porque juez y fiscal no hagan las mismas funciones dentro del proceso penal.