Pamplona, 29 abr (EFE).- El Colegio de Médicos ha reunido a expertos para avanzar en prevención y protección, quienes, ante el aumento de agresiones en el ámbito sanitario, han aconsejado "denunciar siempre, conocer los protocolos y las herramientas de protección existentes, formarse para prevenir agresiones y recurrir a la figura del interlocutor sanitario".
Estas son algunas de las recomendaciones expuestas en una mesa redonda sobre 'Agresiones: detección, prevención y protección', que contó con la participación de la jefa del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del SNS-O Belén Asenjo, la psicóloga Matilde Lahera, la jueza Inés Hualde, el secretario del Colegio de Médicos Julio Duart y el comisario de Seguridad Ciudadana de la Policía Foral, Carlos Yárnoz.
Según los datos aportados por el colegio en un comunicado, en 2023, 164 facultativos comunicaron al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Servicio Navarro de Salud alguna agresión.
Entre los factores desencadenantes, según Belén Asenjo, figuran el descontento con la atención médica recibida, la denegación, la espera, la discrepancia con los informes o pruebas adicionales solicitadas, así como la falta de cumplimiento de las expectativas.
Eso, apuntó, exige "un entrenamiento en habilidades psicosociales que reconduzcan la queja y detecten precozmente la fase de agresividad en la que retirarse, además de disponer de salidas accesibles y herramientas de ayuda (botón o pulsera)".
A pesar de que las agresiones a médicos han aumentado las denuncias siguen siendo bajas ya que, según Julio Duart, tan solo el 40% de las agresiones comunicadas a los colegios de médicos se denuncian.
Al respecto destacó como avances importantes en la protección de los facultativos la modificación del código penal por la que se consideran actos de atentado los cometidos contra funcionarios sanitarios en ejercicio de funciones propias de su cargo, o con ocasión de ellas, y la creación de la figura del interlocutor sanitario en la Policía Foral.
Al respecto, la magistrada Inés Hualde constató que a los juzgados de lo penal llegan pocas demandas de agresiones a sanitarios y Animó a denunciar cualquier tipo de agresión, a solicitar la celebración de juicios rápidos en el Juzgado de Instrucción o pedir que la declaración testifical como víctima del delito se realice de forma telemática, desde su domicilio o lugar de trabajo.
También existe la posibilidad de declarar con protección y en una sala aparte para evitar la confrontación visual con la persona acusada. Apunto, asimismo que las órdenes de protección y medidas cautelares son aplicables.
Por su parte, la psicólogo Matilde Lahera explicó que tras una agresión siempre hay una afectación en el profesional que la sufre y que se manifiesta con tristeza, rabia, impotencia, soledad o ansiedad.
También refieren tener miedo “por eso, a veces, no se denuncia. En ocasiones, agresor y víctima viven en el mismo pueblo”. Otra razón es que el "90% de las agresiones son verbales". En 2023 hubo 12 agresiones físicas de las 164 notificadas, la mayoría en urgencias, Atención Primaria y Psiquiatría.
El comisario Carlos Yárnoz aludió a la figura del interlocutor policial sanitario que es poco conocida entre los profesionales sanitarios y explicó que su función es establecer cauces de comunicación con los centros sanitarios para prevenir incidentes y agresiones externas.
Instó a los profesionales sanitarios a no “aguantar” ninguna agresión y a que “en el momento en el que tengan cualquier problema o duda, llamen al interlocutor para hablar de estrategias de prevención”.
Entre las medidas adoptadas, destacó que solo una persona de las 164 que el año pasado recibieron una carta de rechazo repitió la agresión.
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