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Barcelona, 14 oct (EFE).- Un hombre de Girona acusado de violar a su expareja podría ser de los primeros en beneficiarse de la ley del "solo sí es sí", que elimina el delito de abuso pero rebaja las penas mínimas por agresión sexual, si prospera el acuerdo que está pactando con la Fiscalía y la acusación para rebajar su condena.

El presunto violador iba a ser juzgado el pasado lunes en la Audiencia de Girona, pero el tribunal suspendió el juicio a petición de su defensa -sin que la Fiscalía ni la acusación particular se opusieran- a la espera de que el próximo 7 de octubre entre en vigor la ley de garantía integral de la libertad sexual, que puede resultarle más beneficiosa.

La conocida como ley del "solo sí es sí" impulsada por el Gobierno elimina del Código Penal el delito de abuso sexual pero rebaja la pena mínima por agresión sexual, que pasa de 6 a 4 años de cárcel en los casos en que haya penetración.

La Fiscalía pide 12 años de cárcel para el presunto violador por la agresión sexual de su expareja y uno más por maltrato, pero el acusado tiene la intención de pactar con las acusaciones una rebaja de condena que implique la mínima pena por agresión sexual -cuatro años con la nueva ley-, a cambio de reconocer los hechos y pagar las indemnizaciones correspondientes.

De hecho, ya ha consignado en el juzgado los 10.245 euros por lesiones y daños morales causados a la mujer, según fuentes de la acusación particular, que se ha abierto al acuerdo para, entre otros motivos, evitarle la doble victimización que supondría volver a revivir los hechos en el juicio.

La Audiencia de Girona ha vuelto a señalar la vista de este caso de presunta violación para el próximo 20 de octubre, sesión en la que podría formalizarse el acuerdo de conformidad entre la defensa y las acusaciones.

Aun en el caso de que no haya finalmente pacto, el acusado podría beneficiarse de la nueva ley, si el tribunal estima procedente imponer las penas mínimas de la nueva horquilla por el delito de agresión sexual, aplicándole en su caso una atenuante por haber indemnizado a la víctima.

La supuesta violación ocurrió en enero de 2018, cuando, según la Fiscalía, en el marco de una discusión con su expareja en Blanes (Girona), el procesado la agarró por el brazo y la tiró al suelo, tras lo que presuntamente la penetró contra su voluntad, al tiempo que la insultaba. 




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