Valladolid, 8 feb (EFE).- La Audiencia de Valladolid ha condenado a un hombre a una pena de 13 años de cárcel por agredir sexualmente a una niña en repetidas ocasiones desde que la víctima tenía diez años y hasta los diecisiete, unos hechos que además el condenado grababa con varios teléfonos móviles.
El hombre, de 63 años y que se encuentra en prisión provisional, mantenía una relación de amistad, por parentesco de su mujer -ya fallecida-, con la familia de la víctima.
Según la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, el ya condenado acudía con mucha frecuencia a la casa de la abuela de la menor y aprovechaba el momento en que la víctima se iba a una habitación para seguirla y agredirla sexualmente.
Debido a esta relación de confianza, el hombre consiguió mantener estas agresiones con la víctima, a quien le decía que no contará nada a sus padres. Cuando la niña cumplió los catorce años empezó a agredirla en su propia casa.
En muchas ocasiones, el condenado grababa las agresiones y en otras le daba su teléfono móvil a la menor para que se grabase, unas imágenes que guardaba en varios discos duros, en los que también tenía otras imágenes de pornografía infantil.
La víctima, al no poder soportar más la situación que sufría, contó a la madre de una amiga lo que ocurría y finalmente habló con sus padres, algo no había hecho por el miedo que tenía y que le había trasladado el agresor.
El hombre ha sido condenado a doce años de prisión por un delito continuado de agresión sexual y otro por delitos de posesión y elaboración de pornografía infantil .
Además, se le inhabilita para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores por un tiempo total de 22 años y se le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 500 metros así como comunicarse con ella durante 13 años.
También tendrá que indemnizarla con 10.000 euros.
No hay comentarios.