Barcelona, 15 ene. (EFE).- La desaparición de los pisos turísticos en Barcelona pondrá en peligro una contribución de más de 1.900 millones al PIB de la ciudad y más de 40.000 puestos de trabajo, según un informe elaborado por PwC, que desvincula la subida de los alquileres de las viviendas turísticas.
La desaparición de los pisos turísticos en Barcelona pondrá en peligro una contribución de más de 1.900 millones al PIB de la ciudad y más de 40.000 puestos de trabajo, según un informe elaborado por PwC, que desvincula la subida de los alquileres de las viviendas turísticas.
Así se destaca en este informe dado a conocer este miércoles en plena polémica por el anuncio del Ayuntamiento de Barcelona de eliminar todas las viviendas de uso turístico a finales de 2028.
La socia de PwC Anna Merino ha presentado el informe "Impacto de la eliminación de las viviendas de uso turístico en Barcelona", que apunta que la suma del impacto directo, indirecto e inducido de los apartamentos turísticos contribuyeron con 1.928 millones de euros a la ciudad en 2023, lo que supuso el 1,9 % de su PIB y el 14,5 % de su PIB turístico.
El informe afirma que por cada euro que se genera directamente a través de las viviendas de uso turístico se gestan 3,5 euros en el conjunto de la economía.
Asimismo, Merino ha alertado de que la medida impactará negativamente en sectores como la restauración, el comercio, el ocio y la cultura de la ciudad.
En concreto, el informe dice que la contribución indirecta e inducida de los pisos turísticos en la restauración es de 331 millones; en el comercio al por menor, de 181 millones; y de 134 millones en el ocio y la cultura.
Los pisos turísticos no afectan al precio del alquiler
PwC también ha desvinculado la subida de los alquileres de la existencia de viviendas turísticas, ya que mientras que el precio del arrendamiento por metro cuadrado se ha incrementado en un 72 % en los últimos diez años, según datos del portal Idealista, el número de pisos turísticos solo ha aumentado un 2,2 %, debido a las regulaciones existentes desde 2014, que han limitado las nuevas licencias y ha permitido cerrar unos 6.000 pisos turísticos ilegales.
Merino ha puesto como ejemplo que la subida de precios en los distritos donde más se ha encarecido la vivienda entre 2014 y 2023, como el Eixample o Sant Martí, es donde el número de pisos turísticos se ha mantenido estable o ha disminuido.
Merino ha explicado que el aumento del precio de la vivienda viene propiciado por el estancamiento de la oferta en los últimos años, en los que además ha crecido la demanda, y por la falta de políticas públicas de promoción de vivienda.
Ha puesto el ejemplo de Nueva York, que ha llevado a cabo una regulación similar a la que se quiere aplicar en Barcelona y no ha servido para bajar los precios de los alquileres de la ciudad.
Además, el informe recuerda que los pisos turísticos solo representan el 1,2 % del parque total de vivienda en Barcelona, con unos 10.000, según datos municipales, lo que considera que no tiene peso para influir significativamente en los precios.
Merino ha asegurado que una consulta entre los propietarios de pisos turísticos puso de manifiesto que la mayoría de ellos no los pondría en alquiler definitivo, sino que apostaría por otras modalidades o incluso por venderlos.
Asimismo, el informe asegura que la desaparición de los pisos turísticos pondría en riesgo que Barcelona siga siendo un referente europeo en la celebración de ferias, congresos y otros acontecimientos de la ciudad, ya que representan casi el 40 % de las plazas de alojamiento turístico, con una estancia media de cuatro noches por cliente.
Esto también supondría la subida del precio del alojamiento turístico y problemas para encontrar hospedaje para los visitantes.
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