Madrid, 22 ene (EFE).- El conductor que mató a una mujer y a su hija de 12 años en un accidente que provocó en Móstoles (Madrid) el 1 de diciembre de 2022 cuando conducía de forma temeraria ebrio y drogado será condenado a cuatro años de prisión tras reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo con la Fiscalía.
La Audiencia Provincial de Madrid ha finalizado este lunes el juicio contra A.P. por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas en concurso con dos de homicidio por imprudencia grave y lesiones a otra hija, de 9 años.
La Fiscalía y la defensa han alcanzado un acuerdo después de que acusado haya admitido los hechos y ha mostrado su arrepentimiento en la vista de conformidad.
La abogada de la defensa ha explicado que, además de la rebaja de condena, se ha pactado la retirada del carnet de conducir durante siete años, y una reducción de la indemnización por responsabilidad civil que pedía la Fiscalía de 587.344 a 466.000 euros.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público el acusado circulaba de modo temerario sobre las diez menos veinte de la noche de la fecha referida por la avenida de Extremadura de Móstoles al volante de su vehículo después de haber ingerido bebidas alcohólicas y drogas.
Añade que lo hacía a velocidad superior a la permitida en vía urbana cometiendo infracciones de tráfico como no abandonar la rotonda por la salida reglamentaria sino girando directamente a la izquierda en sentido contrario a la circulación con grave peligro de colisionar con varios vehículos que circulaban por la misma.
Durante el trayecto y circulando a más de 130 kilómetros por hora chocó contra otro turismo conducido por M.C.M., que viajaba con sus dos hijas y que trataba de salir de un estacionamiento para incorporarse a la carretera.
A consecuencia del impacto fallecieron la mujer y su hija de 12 años mientras que la menor de 9 sobrevivió aunque padeció lesiones.
Relata que tras el impacto A.P.A. permaneció en el lugar de los hechos hasta la llegada de los servicios de emergencia y de los agentes de la Policía Local que le practicaron las pruebas de alcoholemia y toxicológica.
Los agentes apreciaron en el acusado síntomas de ingesta de bebidas alcohólicas y drogas como movimientos lentos y pérdida del equilibrio sin parar de hablar ni poder determinar la hora que era.
El acusado, que desde hace un año está en prisión provisional, se encuentra en tratamiento por adicción a estupefacientes y su letrada pedirá el tercer grado para que pueda cumplir la condena en un centro de rehabilitación en régimen de semilibertad.
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