Pamplona, 28 nov (EFE).- La Sección Primera de la Audiencia de Navarra ha condenado a dos años de prisión a un hombre que abusó sexualmente de una mujer mientras dormía en una vivienda de Pamplona.
En la sentencia, que ha sido dictada de conformidad tras un acuerdo entre la fiscalía y la defensa, se ha estimado en la conducta del procesado, vecino de Madrid, de 46 años, la concurrencia de la eximente incompleta de trastorno mental.
El encausado no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 300 metros durante 2 años, y tendrá que cumplir una medida de libertad vigilada durante 5 años.
En concepto de responsabilidad civil, el inculpado indemnizará a la denunciante con 5.000 euros por el daño moral causado, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
El acusado llegó el 22 de septiembre de 2018 a Pamplona, sonde se encontró con una amiga y conoció, entre otras personas, a la víctima.
Estuvieron todos juntos pasando el día de fiesta. Consumieron alcohol y sustancias estupefacientes, hasta que se marcharon a descansar a una vivienda de la capital navarra.
Allí, el encausado y la denunciante entraron a dormir a la misma habitación, en un colchón colocado en el suelo.
La sentencia considera probado que, en un determinado momento, el hombre, sin el consentimiento de la mujer y sin necesidad de usar fuerza o violencia alguna, le desabrochó y le bajó el pantalón, y le realizó tocamientos. Ella se despertó, se levantó y abandonó la habitación.
El 24 de septiembre acudió al Servicio de Ginecología de un centro hospitalario, en donde se le apreció una “excoriación milimétrica sin sangrado a altura de la vulva entre el labio pequeño y el labio grande”, que le generó una incapacidad laboral durante tres días.
A consecuencia de los hechos, la víctima ha sufrido estrés postraumático. Estos hechos han generado en ella un “impacto importante” sobre su psiquismo, comportamiento y personalidad.
En el momento de los hechos, según recoge la resolución judicial, el condenado tenía sus facultades intelectivas y volitivas “gravemente afectadas” por el consumo de alcohol y drogas, lo que, unido a su discapacidad física, “le generó un estado de disociación”.
Con anterioridad al juicio, celebrado el 5 de septiembre, el acusado ya había consignado 3.000 euros para abonar la responsabilidad civil. Los otros 2.000 euros se comprometió a aportarlos en plazos una vez declarada firme la sentencia.
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