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¿Es posible explicar una sentencia de 80 páginas en un vídeo de 60 segundos? ¿Se puede triunfar en Tik Tok hablando de leyes? La respuesta es sí, a juzgar por el éxito que tienen las cuentas de algunos juristas en las principales redes sociales. Son los nuevos legal influencers, que han convertido Linkedin, Twitter, YouTube, Instagram y hasta Tik Tok en las mejores herramientas para acercar la justicia a la ciudadanía.

A priori Tik Tok, la red que ha popularizado los microbailes, e Instagram, la de los influencers de moda, no parecen los entornos más adecuados para el contenido legal. Y sin embargo, el abogado Andrés Millán, más conocido como @lawtips, tiene, nada más y nada menos, que 942.500 seguidores y 33 millones de me gusta en Tik Tok y 309.000 seguidores en Instagram. Empezó a subir contenido porque “estar en redes sociales es la clave para llegar a la máxima cantidad de personas en menos tiempo; y el derecho son las reglas del juego que todos jugamos, por lo que viene muy bien conocerlas”. Lo que quería era “demostrar que el derecho no es aburrido y que si se explica de una manera sencilla todo el mundo lo puede entender”. Y parece que lo ha conseguido; en vídeos de 60 segundos, que difunde tanto en Tik Tok como en Instagram, explica, de una manera dinámica y fácil de entender, leyes, sentencias y novedades legales.

Millán afirma que las redes sociales le encantan porque le dan “la libertad de poder subir el contenido que me gusta cuando quiero, ver el feedback inmediatamente y aprender sobre muchos temas, porque para hacer cada video tengo que documentarme y buscar información”.

Pero él no es el único abogado que emplea esta red. Xavier Abat (@xavi_abat) empezó en Tik Tok de casualidad porque se lo recomendó un cliente. Actualmente acumula 592.300 seguidores y 7.3 millones de me gusta, además de 55.100 seguidores en Instagram. “Siempre he dicho que las leyes tendrían que ser más comprensibles para todos. Los juristas hacen leyes para ellos, no para la población, y la mayoría de la gente no entiende esos tecnicismos”.

Tiene claro cuál es su papel en Internet y parece que le está funcionando: “Hemos de comprender que si la gente no entiende sus derechos y sus obligaciones es muy difícil que se identifique con los abogados, con la legislación. Sin duda, lo que busco es acercar el derecho a la gente; cuando sale una sentencia de 80 páginas yo cojo y la explico en 60 segundos, para que así puedan entender qué es lo que dice y en qué les puede afectar”, comenta.

Además, coinciden en que, aunque este no fuera su principal objetivo, sin duda, su popularidad en redes va acompañada de un aumento del número de personas que les contactan para realizar una consulta o solicitar sus servicios.

Si en Tik Tok e Instagram los videos han de ser pocos segundos , YouTube, la red social de vídeos por excelencia, permite contenidos más largos y se presta bien la difusión de contenidos legales, como nos cuenta Donna Alcalá, abogada que publicó su primer vídeo en Youtube en 2013 y actualmente cuenta con 117.000 suscriptores. Ella tenía claro que quería emplear esta red social para “humanizar a la Abogacía”, mostrando una imagen “cercana, natural, sincera, imperfecta y moderna” a través de su propia experiencia en el sector legal. Y es que sus vídeos son “historias de éxitos y fracasos; vídeos de superación y motivación, pero también, vídeos de derecho de los negocios” en los que da consejos para realizar cierto tipo de operaciones.

YouTube puede ser de gran ayuda a la hora de promocionarse, como cuenta Vicente Marín, abogado que comenzó a subir vídeos en los inicios de la plataforma y cuyo canal Parainmigrantes.info se ha convertido en la cuenta con contenido sobre inmigración con más repercusión -239.000 suscriptores-. “Mostrándote delante de la cámara puedes captar la confianza de los posibles suscriptores del canal y, por lo tanto, potenciales clientes. Captar clientes fue mi objetivo inicial. Pero al final en materia de inmigración, empiezas a contar cosas, a dar consejos… y llega un momento en el que la gente te empieza a dar las gracias y a decirte que le has ayudado. Y eso es lo más gratificante”.

En Twitter, la red informativa por excelencia, también encontramos destacados ‘tuiteros’ legales, que hacen una importante labor divulgativa, como el abogado José María de Pablo, que cuenta con más de 89.300 seguidores (@chemadepablo). “Hasta ahora el contacto que tenía la mayoría de la gente con el derecho era a través de las noticias que salían en la prensa, que muchas veces no explican bien o que es una resolución judicial, una sentencia… Entonces decidí crear mi cuenta para divulgar el derecho penal y ayudar a que la gente no tuviera una visión equivocada de lo que es la justicia”, afirma. En su cuenta podemos encontrar análisis de sentencias mediáticas como el caso de Juana Rivas, pero también anécdotas suyas en los juzgados.

Esta plataforma encontramos también a otros juristas que se mueven cual pez en el agua. Como la fiscal Escarlata Gutiérrez (@escar_gm), toda una influencer con 48.600 seguidores. Muy activa a diario, escribe hilos propios comentando sentencias e interacciona con otros usuarios para generar debate. “Lo que más me gusta es poder llegar a los ciudadanos y que estos lleguen a conocer más del ministerio fiscal”, cuenta.

O la jueza Natalia Velilla, con 36.800 seguidores (@natalia_velilla), en cuya cuenta podemos encontrar hilos sobre la separación de poderes o sobre la patria potestad, entre otros. “Tengo esa necesidad imperiosa de comunicar y a través de Twitter he encontrado una buena manera de explicar determinados aspectos del mundo judicial y de la justicia”, relata.

Y naturalmente en Linkedin, la red profesional, abundan también los juristas con espíritu divulgador. “Las redes sociales son una gran oportunidad para divulgar derecho y para humanizar a los abogados. Me gusta escribir sobre el fracaso, que la gente pueda ver que no es todo tan maravilloso como parece, que somos personas normales”, afirma Bárbara Román, abogada con más de 3.000 seguidores en LinkedIn, plataforma que considera que es “el altavoz a través del cual los abogados pueden difundir sobre el derecho y sobre su marca personal”.

También encontramos a la abogada Susana González Ruisánchez, que tiene  casi 9.000 seguidores en esta plataforma y que opina que “las redes sociales llevan muchos años siendo un buen canal de información, sobre todo para contrastar opinión” y, LinkedIn en concreto, le ayuda a “mantener contacto con profesionales de mi especialización y de clientes y potenciales clientes” gracias a su “intervención en debates, foros y eventos”. La abogada, que es autora del ebook “LinkedIn para abogados”, considera que la presencia de los profesionales del derecho en esta plataforma es “muy importante” y anima a otros abogados y abogadas a que se abran una cuenta.

Y hay incluso quien se sirve del humor como herramienta de comunicación. Es lo que hace @juristaenloquecido_oficial, una cuenta de memes en Instagram que acumula ya 157.000 seguidores. Tras su éxito se encuentran Abel Gende y Adrián Fernández, dos abogados que se conocieron en la carrera y que decidieron crear un espacio para compartir situaciones graciosas que vivían estudiando derecho. “Hemos creado una comunidad en la que la gente se identifica con las experiencias que van pasando en el día a día de un estudiante”, cuenta Fernández.

Y es que hoy en día las redes sociales son herramientas muy poderosas, de una enorme utilidad y con las que, como comenta la fiscal Escarlata Gutiérrez, se puede conseguir “acercar el derecho a los ciudadanos”.




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