El sector legal se encuentra en un momento de continua evolución y transformación, en el que muchos paradigmas han cambiado, así como el perfil de abogado, que además de ser un técnico excelente debe incorporar la gestión y el desarrollo de negocio a la profesión. Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing de ESADE Law School, en el marco de celebración del foro ‘¿Cómo va a ser la abogacía del futuro?’, organizado por ESADE, en colaboración con la Fundación Wolters Kluwer, ha hecho hincapié en que “la manera de prestar servicios en el sector legal y su modelo jurídico han cambiado, motivados no solo por la irrupción de las nuevas tecnologías y la sociedad de la información, sino también por las nuevas necesidades de los clientes”.
En este contexto, Navarro ha aludido a la relevancia de encontrar el valor diferencial en las firmas. Según un estudio reciente de la ACC (Association of Corporate Counsels) el valor se define como eficiencia en el coste, eficacia en la asignación de recursos y predictibilidad, dando por supuesta la capacidad técnica. Según Navarro, “la búsqueda de efectividad ha dado gran relevancia a la tecnología, para mejorar los procesos y mejorar el servicio al cliente”. Asimismo, “esta búsqueda de efectividad ha generado también nuevas profesiones como el Legal Project Management, una metodología de trabajo que permite gestionar el conocimiento que ya se posee de manera efectiva o el ingeniero de procesos legales” ha concluido Navarro.
Inclusión tecnológica en el sector legal
Luis de Carlos, socio director de Uría Menéndez, ha destacado que “desde Uría hemos diseñado un plan estratégico de sistemas con el que pretendemos dar respuesta a los desafíos digitales, basado en la movilidad y la conectividad, la seguridad informática y la inteligencia artificial”. Por su parte, Fernando Vives, presidente ejecutivo y socio director de Garrigues, ha asegurado que “la tecnología solo nos sirve si somos capaces de ganar eficiencia y si ésta nos permite ser más competitivos y prestar mejores servicios a nuestros clientes”. Según, Jorge Badía, socio director de Cuatrecasas, “la tecnología está democratizada y para combatir el inmovilismo es necesario progresar en la usabilidad de la misma. De esta forma, “mejoraremos la experiencia de nuestros abogados y competiremos por la gestión del talento”, ha concluido Badía.
Transformación digital del abogado
En este sentido, Badía ha señalado que “es necesario adaptarse culturalmente a la revolución tecnológica”. Sin embargo, ha advertido que “hay que ser conscientes de que el avance de la tecnología va a ser más vertiginoso que nuestra capacidad de aprendizaje”. “Desde Garrigues hemos desarrollado un think tank, un grupo de trabajo comprometido con el proceso de transformación digital, con el objetivo de que los propios abogados que lo conforman sirvan de transmisores de la tecnología dentro de la organización”, ha asegurado Vives. Según el presidente ejecutivo y socio director de Garrigues, “frente a las actitudes y dinámicas de trabajo tradicionales en el sector, debemos tratar de adaptarnos al nuevo escenario digital”, en una clara apuesta por la innovación y el desarrollo del bufete.
Por otra parte, Vives se esfuerza en que sus trabajadores no pierdan sus habilidades digitales al adaptarse a la forma de trabajar de un bufete tradicional. “Me vale con que no transformemos a los abogados digitales en analógicos”, ha concluido.
Para De Carlos, “la tecnología nos permite estar conectados permanentemente”. En este sentido, el socio director de Uría Menéndez ha recalcado que “un abogado de éxito debe tener dominio de idiomas, ser un buen gestor con su equipo y sus clientes. En definitiva, trabajar por su firma y sus socios”. “En un futuro, veo mi despacho más internacional, más digital y diverso”, ha añadido.
El encuentro también ha contado con la presencia de Enrique Verdeguer, director de ESADE Madrid; y José María Michavila, presidente del Consejo Asesor de Wolters Kluwer.
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