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  • Esta legislación busca establecer un marco ético y legal para el desarrollo y despliegue de la Inteligencia Artificial.
  • Para los profesionales jurídicos, entender la IA implica adentrarse en un conocimiento técnico fuera de su formación tradicional.

La Unión Europea ha dado un paso significativo hacia la regulación de la Inteligencia Artificial (IA) con la primera ley de inteligencia artificial del mundo. Tras intensas negociaciones que concluyeron al filo de la medianoche del viernes, el texto resultante de tres días de deliberaciones requerirá la aprobación de los Estados y el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor a finales de 2026, aunque algunas disposiciones podrían implementarse antes. Esta legislación, que busca establecer un marco ético y legal para el desarrollo y despliegue de la IA, plantea desafíos tanto para los abogados como para los ingenieros que operan en este campo.

Abogados con conocimientos técnicos

Para los profesionales jurídicos, entender la IA implica adentrarse en un conocimiento técnico fuera de su formación tradicional. Los abogados deben familiarizarse con las diversas formas de la IA como el machine learning, el Deep learning o el Procesamiento del Lenguaje Natural (PNL) así como los algoritmos que los gobiernan tales como las regresiones lineales o las máquinas de soporte vectorial, las redes neuronales profundas o las técnicas que se utilizan para la interacción entre las computadoras y el lenguaje humano.

Además, se requiere un conocimiento profundo del proceso de desarrollo de un sistema de Inteligencia Artificial, desde la recopilación y procesamiento de datos hasta el entrenamiento, validación del modelo, ajuste de hiperparámetros, evaluación y despliegue.

Ingenieros que evalúen el impacto en los derechos

Los ingenieros, por su parte, deben adentrarse en el complejo entramado legal que rodea a la IA. La evaluación obligatoria del impacto en los derechos fundamentales, la elaboración de documentación técnica y el cumplimiento de la ley de derechos de autor de la Unión Europea son aspectos clave que deben ser integrados en el desarrollo de productos de IA, así como realizar evaluaciones del modelo, evaluar y mitigar los riesgos sistémicos, llevar a cabo pruebas adversas y asegurar la ciberseguridad.

Ingenieros y abogados: colaboración esencial

La convergencia entre el ámbito legal y técnico se hace evidente al considerar los principios éticos fundamentales. La rendición de cuentas en inteligencia artificial exige responsabilidad y explicabilidad en las decisiones del modelo. La transparencia implica claridad en el proceso de toma de decisiones. La identificación y mitigación de sesgos garantizan equidad. La robustez implica resistencia a perturbaciones, asegurando la fiabilidad del sistema ante diversas condiciones.

En este escenario, los "sandbox" regulatorios y las pruebas en el mundo real, establecidos por las autoridades nacionales, se erigen como los entornos fundamentales donde ingenieros y abogados puedan desarrollar y probar los sistemas de inteligencia artificial antes de su introducción en el mercado.

Objetivo común: derechos y libertades en el centro del desarrollo tecnológico

El objetivo final de esta colaboración entre abogados e ingenieros o científicos de datos es asegurar que los derechos y libertades estén en el centro del desarrollo de esta tecnología innovadora. En este contexto, instituciones educativas como EDJ XTech Law School desempeñan un papel crucial al proporcionar plataformas educativas que permiten a los abogados comprender la tecnología y a los perfiles técnicos aprender a crear productos que se adapten a las normativas y regulaciones.

Los programas como el "Máster Techjurídico: Derecho, Tecnologías Exponenciales y Evidencias Digitales" para abogados, y el "Máster en Regulación de Sistemas de Inteligencia Artificial" para técnicos e ingenieros, ofrecen una ruta educativa integral que busca cerrar la brecha entre el derecho y la tecnología. En última instancia, la colaboración entre estos dos campos se perfila como la clave para un futuro donde la inteligencia artificial se desarrolle de manera ética y en cumplimiento de las normativas legales.




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