Madrid, 5 abr (EFE).- El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cinco años de cárcel que la Audiencia de Asturias impuso a un abogado de Gijón por quedarse con 148.850 euros de un matrimonio cliente suyo al que dejó en tal situación de penuria económica que obligó a la mujer a pedir limosna en la puerta de una iglesia.
Según los hechos declarados probados la mujer encargó en 2010 al letrado, entre otras gestiones, la tramitación del cobro de la pensión de incapacidad permanente reconocida a su marido tras sufrir a los 60 años una parada cardiorrespiratoria mientras estaba trabajando, lo que le generó una grave discapacidad.
Tras encargarse de que la pareja cobrase el dinero del seguro por el accidente y la prestación en el grado de gran invalidez, el abogado aconsejó a la mujer que le otorgara un poder para seguir con las reclamaciones pendientes.
La mujer, de 70 años, con bajo nivel intelectual y dificultades de funcionamiento en tareas complejas y que estaba desbordada por la situación generada por el accidente laboral de su marido, concedió al letrado un poder amplísimo que incluía las facultades para ingresar o retirar fondos o realizar transferencias para pagos a terceros en las entidades bancarias en las que ella fuera titular de cuentas.
El abogado, sabedor del importante incremento en los ingresos del matrimonio derivado del cobro de la pensión por gran invalidez y de las indemnizaciones derivadas del accidente laboral, "de forma constante y sostenida durante años procedió abusar del poder otorgado de buena fe" por la mujer y se apropió entre 2010 y 2017 de 148.850 euros del matrimonio.
Así a los cinco días de obtener el poder empezó "a hacer uso indebido del mismo en su beneficio exclusivo, de tal modo que las notables cantidades de dinero ingresadas en la cuenta bancaria que el matrimonio tenía en el banco fueron desapareciendo de la misma con importantes y numerosas disposiciones en efectivo que realizaba en Gijón".
Incluso la cuenta quedó en números rojos algunos meses por lo que era penalizada con un cargo de 39 euros por saldo deudor cada vez que esto sucedía.
El matrimonio sufrió tal penuria económica que "llevó a la mujer a pedir limosna en la puerta de una iglesia ya que en repetidas ocasiones acudía en Valladolid -a donde se fue a vivir el matrimonio después del accidente- a sacar dinero del banco para cubrir sus modestas necesidades, al margen de las domiciliaciones, y no lo podía hacer por no existir dinero".
El matrimonio vivía desde 2010 en Valladolid, él ingresado en una residencia y ella en un piso de alquiler cercano a la misma.
El asunto se destapó cuando un hombre se interesó por la situación de la mujer y la acompañó al despacho de una abogada, que puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía en junio de 2017, siempre según el relato de la sentencia.
La Audiencia de Asturias, en una sentencia posteriormente ratificada por el Tribunal Superior de Justicia del Principado, condenó al abogado a cinco años de prisión como autor de un delito continuado de apropiación indebida de especial gravedad por la situación económica en la que dejó a sus víctimas y con la circunstancia agravante de obrar con abuso de confianza.
También le condenó a cinco años de inhabilitación para ejercer la profesión de abogado, a una multa de 3.960 euros y al pago de 180.906 euros como indemnización al matrimonio por los perjuicios ocasionados más 5.000 euros a la mujer por daños morales.
El Supremo corrige el fallo únicamente en la cuantía de la indemnización, que reduce de 180.906 a 148.850, al considerar que de la primera cantidad hubo 33.000 euros que sí se acreditó que fueron gastos del matrimonio atendidos por el condenado.
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