La presidenta de la Abogacía, Victoria Ortega, ha participado en la presentación del primer ´Tratado de Derecho y Envejecimiento`, una obra coordinada desde la Escuela de Pensamiento de Fundación Mutualidad Abogacía. “Una herramienta de extraordinaria calidad que se va convertir en una referencia indispensable para todo el sector jurídico, especialmente para una Abogacía cada vez más especializada y mejor formada ante las nuevas realidades con las que trabajamos”, ha destacado.

El acto, que se ha celebrado en el Palacio de Parcent, ha contado con la participación de la la ministra de Justicia, Pilar Llop; Enrique Sanz Fernandez-Lomana, presidente de Fundación Mutualidad Abogacía; y Blanca Narváez, directora de Fundación Mutualidad Abogacía, entre otros.

“Lo que aborda – el edadismo- es una realidad ante la que no podemos permanecer impasibles o indiferentes”, ha afirmado Ortega.

En palabras de la presidenta, estamos “ante un desafío de la máxima importancia, no solo social y económico, sino también jurídico. Un desafío que nos incumbe a todos, al legislador, a la sociedad, a las instituciones y a las profesiones”.  Ha incidido que de manera muy especial afecta a la Abogacía porque “los abogados y abogadas, nos ocupamos de la fragilidad de los derechos, y nada hay más frágil que un derecho vulnerado; en este caso, el derecho a no sufrir discriminación por razón de edad”, ha señalado.

Igualdad y envejecimiento

El Tratado también aborda los aspectos de género en uno de sus capítulos. Ortega ha incidido en que “ya sabemos el coste de no hacer nada y de permanecer impasibles ante las injusticias manifiestas, seamos inteligentes y evitemos reproducir equivocaciones”. Ha considerado que el edadismo es una amenaza para la calidad democrática del Estado de Derecho y que “nos va a poner a prueba: no dejemos que se cronifique, impidamos que se convierta en un problema estructural, porque ya sabemos lo que cuesta luego promover cambios culturales”.

Ha afirmado que “si el mundo no puede vivir sin contar con una de sus mitades, las mujeres, una sociedad que envejece tampoco lo podrá hacer viviendo de espaldas a quienes son, cada vez más, su mayoría demográfica y profesional”.