• Desde noviembre de 2020 María José Segarra es la Fiscal de Sala de la unidad coordinadora  para la Protección de Personas con Discapacidad y Mayores de la Fiscalía General del Estado.

La que fuera Fiscal General del Estado coordina la actuación de los fiscales que, en todo el territorio español, trabajan para la defensa de las personas con discapacidad. Con un claro objetivo: impulsar la accesibilidad universal, clave de  la Ley 8/21, que en junio de 2021 reformó la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica.

Para conseguir que esa accesibilidad sea una realidad la fiscalía ha llevado a cabo diversas actuaciones, como colaborar en la elaboración de un documento para proporcionar información de interés en formato de “lectura fácil”. “Esto no solo afecta al ámbito judicial, trasciende y llega al ámbito de cualquier empresa. Todas las personas tenemos el mismo derecho a poder accionar nuestros derechos”, explica.

También ha fomentado la inclusión financiera, en colaboración con las entidades bancarias. “Necesitamos muchos cambios, tanto en materia informática como en la atención al ciudadano por parte de las entidades”, afirma.  “El esfuerzo ha de ser continuo y debemos no solo dar formación a las personas mayores sino diseñar nuestras herramientas digitales para que puedan ser accesibles para todas las personas. Es un tema de derechos y un tema de recursos, no hay más que ponerse a desarrollarlos”, añade.

Actualmente en nuestro país la brecha digital afecta al 45% de las personas con discapacidad. Y un 27% de los mayores de 65 años no ha usado nunca Internet. “Estamos viviendo en una sociedad en la que los cambios informáticos son de extraordinaria velocidad y lo que hoy una persona integrada digitalmente considera normal, dentro de 10 años es muy posible que se descabalgue de esa velocidad a la que van los cambios digitales”, afirma.

Pero Segarra está convencida de que la tecnología, bien diseñada, puede favorecer la inclusión y no dejar a nadie atrás.

“Hemos vivido quizá una época de estrés porque la tecnología no estaba tanto a nuestro servicio, sino casi nosotros al servicio de la tecnología”, explica.

“Pero ahora, con elementos de Inteligencia Artificial (IA), no debe ser tan complicado tener que acreditarnos en cada lugar, recordar unas claves imposibles cuando ya el reconocimiento visual es un hecho. Podemos utilizar mucho la IA para que la comunicación digital esté securizada pero a su vez pueda ser utilizada por todas las personas. Es un tema de dedicar recursos para que eso sea una realidad”, asegura.