Luis Enrique García Martínez
El pasado 2 de noviembre de 2024, me desplacé desde Barcelona a Aldaia (Valencia), para colaborar, en uno de los mayores desastres naturales que ha sufrido nuestro país, y en concreto, el pueblo valenciano. Lo hice en la medida de las limitaciones que cualquier otra persona. Sin medios profesionales y adecuados para combatir dicha catástrofe.
Es inevitable no pensar en la manera en la que puedes ayudar, y en mi caso personal, decidí coger el coche y desplazarme para estar in situ, sin organización alguna, y realizar labores de achique de agua y retirada de escombros en viviendas y locales. Confieso, que más que lo que pude aportar, fue más lo que aprendido, y de las que quería exponer unas reflexiones. Desorganizadas. Según me han venido.
Ojalá pronto se pueda solucionar este triste situación. Anims i força.
1.- La figura del líder anónimo
Ante escenarios tan desorganizados, es importante la aparición de estas figuras. Son personas que son capaces de organizar tareas y personas para la consecución de objetivos claros. No tienen porqué conocerse de nada, pero el carisma que transmiten, hacen que confíes sin ninguna duda en que esa es la manera correcta de hacer las cosas.
Recuerdo estar en un bloque de pisos, en la que teníamos que ayudar a achicar el agua con cubos. Éramos más de 80 personas. Trabajando en parejas frente a frente. En dos filas. Unos transportaban el agua hacia el exterior, y acto seguido, volvían esos cubos vacíos hacía el interior del garaje para seguir recargándolos.
Esta persona, se encargaba de la supervisión de la tarea, del estado físico de las personas que ejecutaban, de buscar sustitutos, etc.
2.- La iniciativa: Siempre ofrécete.
En mayor o menor medida, siempre hay algo que puedes hacer. Podría decirte que es un dar un paso adelante.
En situaciones adversas, siempre confiamos en la persona que puede estar por encima de nosotros en cuanto a responsabilidades. Que, por el hecho de tal cargo, sea el solucionador. Como bien sabrás, hay ocasiones en que eso puede no ocurrir, y requiere siempre de personas que estén dispuestas a ofrecer acciones creativas, posibles soluciones. En cualquier organización hacen falta perfiles valientes, que vengan a preguntar qué pasa, de qué manera puedo ayudar, voy hacer esto, cómo lo ves, etc.
Está bien aquello de decir «que si necesitas ayuda, la pidas». Pero hay casos en los que a las personas nos cuesta pedir ayuda, por los motivos que sean. A veces es evidente, así que, ofrécete y/o lánzate siempre.
A buen entendedor…sin comentarios.
3.- Pocas acciones, grandes resultados.
Evidentemente, en un día no se soluciona una catástrofe de estas dimensiones, pero recuerdo el momento en el que entramos en el municipio valenciano, y cuando salimos rumbo a casa. Se habían hechos grandes avances gracias a la ayuda de la gente.
Así, que, no desistas día a día en hacer esas pequeñas cosas que te llevarán a lograr esos pequeños objetivos personales o profesionales.
4.- El esfuerzo duele menos
Siempre tendemos a compararnos. Creo que es inevitable. No obstante, en unas circunstancias como estas, tus problemas pasan a un segundo plano. Cuando uno tiene claro lo que quiere conseguir, solo debe de marcar el trayecto o estrategia a seguir para alcanzar el objetivo.
Me recuerda aquello que decía: pocas acciones, pero con mucha gente, pueden lograr cosas muy grandes. O algo parecido.
5.- La importancia de la organización.
Cuando trabajas de manera desorganizada, sin personas que capitaneen el proyecto y su plan de acción para ir logrando estos éxitos, todo es lento, caótico, y las personas que lo componen, solo pueden ir haciendo a razón de lo que ellos consideran que puede ser lo idóneo. Esto puede dar lugar a frustraciones en muchos casos. Por este motivo, es importante la empatía, y en pensar que cada persona lo hace lo mejor que sabe o puede. Es un error pensar en que alguien lo quiere hacer mal a propósito.
6.- Trabaja en equipo
En la medida de lo posible, busca personas que puedan ayudarte a conseguir tus objetivos.
Aunque suene muy a Mister Wonderful, es cierto, que con la organización debida, el tener gente que te acompañe hará que vayas más rápido.
7.- Siempre busca recambios
Hace un tiempo, un CEO de una gran empresa legal me dijo: «Luis Enrique, busca siempre recambios».
Este fin de semana me volvió a la cabeza esa frase. Recuerdo en la labores de mover cubos llenos de agua, en los que el líder, nos iba preguntando constantemente sobre cómo nos encontrábamos, que no hacía falta forzar, que habían reservas.
Mientras el trabajo va saliendo, tienes que ser previsor y pensar en quién puede ayudarte a resolver ese problema, si hubiera un incidente, en un momento determinado.
No esperes a que el problema llegue, ya que tendrás menos capacidad de adaptación. Se generarán más situaciones de estrés, y serás menos efectivo a la hora de tomar decisiones.
8.- La importancia de la comunicación.
No vendré a descubrir que la comunicación es vital, necesaria, y que aunque no lo creamos, lo estamos haciendo constantemente.
En este caso, pecamos de falta de organización, pero los tiempos eran los que eran. Recuerdo, que 10 minutos antes de entrar a Valencia, recibimos un mensaje de Telegram, en el que una persona nos avisó de la importancia de ir a ese lugar, y dónde podríamos dejar los vehículos sin necesidad de andar mucho.
Hoy en día, tienes que comunicar en todos los canales que te permitan acercarte a tu cliente ideal. También, hacerlo con tus clientes actuales para mejorar su experiencia y crear mejores conexiones presentes y futuras.
Simplemente, hazlo.
9.-Adáptate.
Las circunstancias y los entornos puede que no sean siempre los más óptimos. No esperes siempre la mejor situación para hacer las cosas. Habrá momentos en los que tendrás que hacer unas cosas y otras. Es una buena manera de sufrir lo menos posible. También tiene que ver la manera de entender las cosas. Al final, creo que la vida, en lo personal y profesional, son ciclos, en los que unas veces estás mejor y otras peor. Adaptarse, es una manera inteligente de hacer frente a situaciones adversas y pensar que todo es temporal.
10.- La gente mueve a la gente.
Cuando estás perdido/a y no sabes qué hacer, te fijas en lo que hacen otras personas para conseguir resultados. Esto puede ser bueno y malo en unas y otras situaciones.
Tu piensa, ¿irías a un restaurante que tiene muchas reseñas negativas? ¿Realizarías una labor social que no fuera alineada con tus sentimientos? ¿Para qué sirven tus contactos?
Una de las escenas positivas que me costará tiempo olvidar, es el camino desde los coches hasta el pueblo. La cantidad de gente que iba con los recursos que podía llevar para echar una mano. Grupos de personas esperanzados con poder aportar su granito de arena. La gente mueve a la gente, solo has tomar ejemplo en las cosas que te pueden hacer sentirte mejor.
Conclusiones
Cada vez me doy más cuenta de que la forma en que vivimos la vida, no es muy diferente a la manera en que puedas aplicar a tu ámbito profesional. Da igual si lo haces solo o en compañía de más compañeros. Eso es lo bonito de las cosas.
Si tienes oportunidad de ayudar a cualquier persona, no dudes en hacerlo. Desde aquí, toda mi energía para todo el pueblo valenciano que ha sufrido esta devastadora catástrofe. Mis mejores deseos para una rápida recuperación. ForÇa!